Los Fantasmas

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Regresé a mi casa, mi padre pasó por mí por la misma razón por la que me llevó. Todo el fin de semana estuve conviviendo con mis padres para calmarlos, pues seguían agitados por mi desaparición. El lunes fui a la escuela, Elizabeth faltó ese día. En la clase de biología, la última clase antes del descanso, el profesor me vio y en voz alta preguntó:
—Vamos a ver, Logan. ¿Por qué faltó dos días seguidos? —preguntó en tono desafiante.
—Es que tuve algunas cosas que hacer. —respondí nervioso.
—¡Claro! ¿Cómo qué cosas? ¿Acaso eres Spider-Boy o algo así? —exclamó riéndose, toda la clase también se burlaba. Yo sólo me quedé callado.

Durante la clase, el profesor puso una actividad competitiva, escogió a Kara para que compitiera con un compañero nuestro, los dos pasaron al frente y el maestro empezó a hacerles preguntas sobre la materia, ambos respondían bien, y entonces llegó la última pregunta, estaban empatados en respuestas correctas, así que era la pregunta definitiva, el maestro empezó a generar vítores, pero en ese momento, todos comenzaron a gritar una palabra con el fin de darle ánimos al compañero, pero excluyendo a Kara, esa palabra era "¡México!" 

El maestro no interrumpió los vítores, y sólo hizo su pregunta, yo podía notar que mi amiga se ponía cada vez más nerviosa, su respiración se aceleraba a la vez que encogía los hombros, no necesitaba ningún poder para notarlo. Los demás alumnos seguían gritando "¡México!" para motivar al chico, quien respondió correctamente, mientras que Kara se quedó en silencio, y el profesor la presionó para que respondiera, pero ella no quería, los demás sólo reían mientras que yo intentaba no ir a golpear al maestro. La presión aumentaba cada segundo, sabía que no debía quedarme ahí sentado viendo cómo humillaban a mi amiga, así que me levanté rápidamente, me dirigí hacia ella y la abracé mientras miraba con odio al profesor, quien alzó la cabeza queriendo mostrarse superior, el salón se silenció y lo poco que se podía escuchar eran susurros entre compañeros; fue entonces que la campana para salir al recreo sonó, y todos salieron rápidamente del salón, a excepción de Kara y yo. Ella me miró a los ojos y me preguntó:
—¿Por qué todos son así?
—No lo sé, es este lugar, cada vez se está pudriendo más y no quiero que nadie que me importe salga afectado por eso. Para ellos esto les ha de haber parecido una broma, pero no saben cuándo parar. —Kara me abrazó con fuerza y respondí igual, y pude sentir cómo se tranquilizaba poco a poco. —Mis poderes me advirtieron de un peligro detrás de mí, me levanté y volteé, eran Charles y Jayden.
—Hola, niños bobos, ¿Cómo están? —dijo Charles mientras me empujaba.
—¿Qué hacen? Está prohibido que nos acerquemos. —respondí confundido.
—Y claro que nos importa esa advertencia, por eso es que hoy nos alejaremos de ti para siempre, así que queríamos despedirnos de la mejor manera. —Jayden sostuvo a Kara de los brazos, dejándola inmóvil.
—No, déjala. ¡Ella no te hizo nada! —exclamé nervioso.
—Lo sé, pero no me importa, ¿Qué me harás si no la suelto? ¿Me vas a volver a romper el brazo? —Se acercó a mí y me susurró al oído: —Hoy vas a saber qué se siente perder a alguien que te importa, Spider-Boy. —La piel de Charles se empezó a endurecer y a cambiar de color, convirtiéndose en Caimán. El brazo de Jayden se convirtió en un cuchillo, con el cual apuñaló a Kara en el estómago, luego la dejó caer, aún con el cuchillo dentro. Los dos huyeron del lugar, mientras que llegaron varios maestros junto con un androide de primeros auxilios que comenzó a tratar a Kara, yo no sabía qué hacer, quería seguir a Charles y a Jayden, pero no quería dejar a mi amiga ahí. Una profesora sacó su teléfono para llamar una ambulancia, pero la cuchilla había atravesado el cuerpo de Kara, y no había tiempo para esperar la ayuda.

No tenía opción, me juré que ningún otro inocente moriría por mi culpa, me quité el sueter y lo amarré sobre su herida a modo de torniquete, la sostuve en mis brazos y corrí hacia la puerta principal, con una patada abrí la puerta y corrí lo más rápido que pude al hospital más cercano. Kara empezaba a perder el conocimiento, así que tenía que hablarle para evitarlo. Llegamos a urgencias, la pusieron a una camilla y se la llevaron; no me dejaron seguirlos. Estaba furioso, quería venganza, pero no quería volver a fracturarle el brazo a Charles, quería matarlo, quería que sufriera, quería que él y su amigo sintieran más dolor del que nadie lograría sentir.

Spider-Boy 0.5: Un nuevo héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora