Ya había pasado una semana desde que atacaron a Kara, yo no salía de mi cuarto sin mi traje, mi madre estaba preocupada, pero entendía lo que hacía; y mi padre, por alguna conveniente razón, tenía que cuidar a mi abuela esta semana. Recibí una llamada, de mi sobrina Marilyn, sentí frío recorrer mi espalda. Contesté la llamada, temeroso.
—¡¿Logan? Tengo que contarte algo muy importante! —dijo ella entuciasmada.
—Es la primera vez que llamas así de feliz, ¿Ya no has tenido malos sueños? —exclamé nervioso.
—No —respondió inmediatamente, titubeando—, no es eso, pero no contestabas mis mensajes. Y bueno, dijiste que llamara cuando pasara algo real.
—Lo siento, acaba de pasar algo, no he mirado mi celular y cuando llamaste me preocupaba que fuera a pasar algo peor.
—Es la costumbre, ¿Verdad? Perdón por eso. Cambiando de tema, mi mamá estaba buscando mudarse, y decidió ir a vivir a México. Mi hermano, mi mamá y yo iremos para allá junto a mi padrino en cuanto termine de cuidar a mi bisabuela.
—Se llama Estado de México, pero de todos modos, siento que no es buen momento para que vengan, no me siento bien conmigo mismo.
—Mira, tu amiga estará bien, está estable. En cuanto lleguemos, viviremos cerca, ¿No era éste nuestro sueño desde pequeños?
—Espera, ¿Cómo sabes de lo que le pasó a Kara? ¿Mi padre te lo contó?
—Lo soñé, y quiero contarte otra cosa, pero dijiste que no llamara por algún sueño que haya tenido —volví a insistir—. Mi mamá me está hablando, luego hablamos—colgó la llamada.Miré mi celular, tenía más de cien notificaciones de mensajes, pero ya tenía baja la batería, llevaba sin usarlo toda la semana. Al siguiente día regresaría a la escuela, era lo máximo que me dejaron descansar por lo que pasó, pero me sentía extraño, me intrigaba pensar cómo me verían mis compañeros a partir de ahora; siempre fui el marginado, y cada vez lo era menos. Pensar sobre eso me daba una rara sensación, sólo quería dejar de hacerlo. Me puse mi traje y salí de casa por la ventana de mi habitación.
Ya había interrogado a todas las bandas peligrosas del municipio, pero todas ellas me seguían dejando sin rumbo. Entonces mi última opción era volver a donde los Fantasmas nacieron, Ashcorp. A pesar de que Brandon estaba lidiando con esa empresa en el norte del país, no podía esperar a que él terminara. El padre de Kara trabajaba en los laboratorios del Estado de México, podría servir como fuente de información, me dirigí hacia allá.
Era tarde, la seguridad se preparaba para velar el lugar, los observaba a la distancia, muchos de ellos me llamaban la atención, su atención la centraban en una sola cosa e ignoraban todo lo demás, suficiente para entrar con cierta facilidad, pero no me podía arriesgar a ser visto. Tumbé a los dos guardias de la puerta, les amarré las manos para que no se movieran y les tapé la boca con telarañas, pasada una hora yo ya no estaría ahí, y ellos serían libres. Tomé el celular de uno de ellos, descargué los códigos de permiso de la infraestructura del edificio, para quitar el bloqueo de las ventanas, y así poder entrar por una de ellas y apagar la luz cuando lo necesitara, pero estaba incompleto me dirigí a la planta de energía del edificio, era un sistema en serie, muy cerca a la sección de electricidad; mi objetivo. Me pegué a una pared, había un guardia vigilando la planta, podía sentir su impaciencia, quería irse pronto. Salté y caí detrás de él, barrí con mi pierna y lo tiré al suelo, le tapé la boca y enredé sus manos también, descargué los permisos de su celular, era hora de actuar.
Miré a través de una ventana, el padre de Kara estaba ahí junto a dos científicos, desactivé los bloqueos, y entré rápidamente. Corté la electricidad, llenando el lugar de obscuridad, lancé mis telarañas a varios objetos y tiré de ellas, causando que cayeran. Mientras los científicos trataban de adivinar lo que pasaba, me coloqué detrás de ellos. La luz regresó, no esperé eso, los hombres dieron un suspiro de alivio y miraron a su alrededor, bloqueé las puertas, y cuando me detectaron, el padre de Kara sacó un arma y los demás corrieron a la salida, sin éxito; permanecí quieto.
—Sal de aquí ahora, no quiero lastimarte —exclamó Jason mientras me apuntaba firmemente, con postura isósceles, algo extraño en un científico.
—Necesito respuestas, y sólo tú me las puedes dar.
—No te daré nada más que un disparo si no te vas en este momento.
—¿Y cómo le va a explicar a sus compañeros que lleva un arma? ¿O a sus superiores? —Los dos hombres empezaron a gritar frenéticamente, distrayendo a Jason, lo embestí rápidamente, arrebatándole el arma—. Para ser alguien que se ha dedicado a la ciencia por mucho tiempo, se sorprende que sepa cómo usar un arma, otras personas ni siquiera sabrían quitar el seguro —quité el cargador del arma, dejando sólo la bala del cañón dentro—. Los androides robados el día de la fuga de los tres metahumanos, ¿Hay alguna forma de rastrearlos?
—Sí, pero el jefe no quiere que lo hagamos, dice que es muy arriesgado —respondió asustado.
—Tengo un arma, con una bala, y usted sabe lo que puede hacer una sola de ellas, no está en posición de decir qué es más arriesgado.
—Está bien. Los androides usan un líquido dieléctrico que emula la sangre de los humanos, es fácil de rastrear, pero sólo con nuestras computadoras, y si lo hacemos, el líquido se hará volatilizará, el jefe teme perder a los androides.
—Necesito que rastree a uno de ellos, no me importa si lo pierden, los Fantasmas sabrán que voy por ellos —Los guardias llegaron e intentaban abrir la puerta.
—Por favor, voy a perder mi trabajo si lo hago. Mi hija está en el hospital, por favor, no me pida hacerlo —tomé su brazo y lo empujé hacia la computadora más cercana, entonces él me susurró—. No puedes hacer esto, es mi hija, por el amor de dios, es tu mejor amiga, ella te aprecia mucho.
—Kara está bien, ahora, has lo que te pedí, o uno de ellos terminará aquí —apunté mi arma hacia los científicos, que buscaban desesperadamente abrir la puerta con sus teléfonos. Jason rastreó a uno de los androides, uno que estaba en un viejo almacén de Ashcorp cerca de Toluca, muy lejos para llegar rápido—. Debería de buscar mejores ofertas de trabajo, señor Allen, usted sabe quién soy, y no soy un asesino —disparé mi arma, a la lámpara más cercana, dejando el lugar en la oscuridad otra vez, me fui antes de que Jason se diera cuenta, y regresé a casa.
ESTÁS LEYENDO
Spider-Boy 0.5: Un nuevo héroe
Science FictionLogan Walker, un chico introvertido de secundaria, es mordido por una araña, esto causa que él obtenga habilidades propias de un arácnido. Tiene varias opciones, usar sus poderes para ganar dinero, o convertirse en Spider-Boy, ¿Qué es lo que elegirá...