Capítulo 1: Conócete a ti mismo.

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Su gesto inexpresivo era más que delatador.Cuando el rubio se mantenía neutro, utilizaba únicamente sus ojospara decir, opinar, juzgar, sobre todo lo que quería. Tenía laexpresión de un gato siamés cabreado; el mismo color azulado, liso,gélido como un iceberg y enfadado con el mundo por tan solo robarleoxígeno y no poder consumirlo él todo. Sus ya típicas ojerasdelataban el cansancio existencial que el rubio vivía día tras día,a sus, tan solo, veintidós años.


— No me interesa odiar. — Respondió con desinterés mientras apretaba ligeramente la espalda contra el respaldo del sofá de cuero negro que le absorbía casi todos los jueves de su actual vida. Una mueca muy similar a una sonrisa irónica se dibujó en sus labios mientras volvía a clavar sus ojos en su receptor.

— Luke, todo el mundo odia algo. O al menos, hay algo que no gusta tanto como querría.

—Las Instituciones.

— ¿Las Instituciones?

— Mi padre.

— ¿Algo más?


Elhombre no quiso despegar su mirada en el chico para no perder un solodetalle de su expresión. Sabía que de hacerlo, probablemente seperdería un ochenta por ciento de la verdadera conversación.


— Mi madre.

— Pero, nunca conociste a tu madre. Luke, ¿porqué la odias?

— No la odio, no me gusta... tanto como querría. — Una nueva sonrisa sarcástica mientras volvía a clavar sus pupilas en las de su entrevistador entre sus casi albinas pestañas.

— Está bien. Entonces, ¿porqué no te gusta tanto como querrías?

— No quiero hablar de eso.


Ahorasí que el hombre reaccionó, a sabiendas de que si hacía que Lukeperdiese el interés de la conversación o se enfadaba demasiado,allí acabaría la sesión. Una vez más... Y ahora estaban tocandoun tema que le interesaba tocar desde hacía mucho tiempo, no loquería vetar en su cabeza.

— Está bien Luke, ¿y de qué quieres hablar?

— He conocido a alguien.


Aquellosí que no se lo esperaba. Esperaba hablar de temas usuales,irrelevantes (no irrelevantes porque careciesen de interés, laverdad era que la mayoría de los temas que Luke sacaba eran losuficientemente interesantes como para querer tener un té delantesuya, pero estaba trabajando... irrelevantes porque Luke no estaba enaquellas terapias para hablar de poesía, vicios y mala sociedad,sino para convertir sus problemas "intocables" en algo más...sencillo)

— Cuéntame sobre ese alguien, por favor.

— En realidad tampoco quiero hablar sobre ese alguien.


Fueinevitable fruncir el ceño al escuchar las palabras del chico. Erademasiado complejo a veces, tanto que le fascinaba tanto como leirritaba no conseguir entrar en su cerebro tan fácilmente. Ahora síapuntó en el cuaderno algo: "Socializa", pero volvió a apoyarla punta del bolígrafo sobre la hoja, que prácticamente seguía enblanco (a excepción de la fecha y hora) para añadir variasinterrogaciones a continuación de aquella palabra.

— La besé, ¿sabe?

— ¿Te atraía? — Preguntó, con obviedad.

— Me gustan los tíos, ¿porqué iba a atraerme?

— Porque la besaste. — el gesto de Luke se tornó divertido, incluso se inclinó ligeramente sobre el sillón, para bajar el tono un poco y responder.

— Quería una copa de whisky y ella tenía una en la mano.

— ¿No tenías dinero? — Aquello pareció ofenderle al rubio, pero rápidamente soltó una carcajada divertida que dejó claro que él, siempre, llevaba dinero.

— ¡Claro que llevaba dinero!

— ¿Entonces, porqué lo hiciste?


Silencio.Parecía estar pensando realmente la respuesta, una buena respuesta,pero estaba claro que siquiera sabía porqué había hecho aquello.Quería una copa de whisky, lo logró, ¿qué más necesitaba? ¿unpuñetero permiso por sus padres para robársela de las manos?

— ¿Luke? ¿Conocías a esa chica?

— Claro que no. Ni quiero conocerla... Tenía sabor a sofisticación importada y cigarrillos nacionales.

— ¿Entonces, Luke, porqué lo hiciste?

— Conócete a ti mismo.


Respondiócon ligereza, volviendo a apoyar la espalda contra el sofá,respirando con tranquilidad, relajando y destensando todos losmúsculos de su cuerpo, dejando caer entre sus piernas abiertas ambasmanos. Habían acabado, ambos lo sabían. Siempre acababa cuando Lukelo quería y aquello su terapeuta, Paul, era algo que tenía muyclaro.


— Está bien... Por hoy es suficiente. Nos vemos el próximo jueves.






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⏰ Last updated: Sep 30, 2019 ⏰

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