Desesperación

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El aire fresco llena sus pulmones junto al olor de las flores que transporta el viento, el cielo es de un azul tan puro y tan bello. Siente sus pies descalzos contra el césped que aún conserva el rocío de la mañana y sus ojos observan lo que vino a buscar. Un prado lleno de flores hasta donde su vista puede llegar, arranca algunas para crear un ramo precioso para su madre.

 — Damian,¿Qué haces? — La voz de alguien lo hace voltear y no puede evitar sonreír al reconocer quién es.

-le estoy haciendo un ramo a madre, leí que a la gente hermosa se les regala flores y pensé que madre merecía unas-

— Sí, eso es verdad, ¿Sabes quién merece todas las flores del mundo? —

—¿Quién?— pregunta con interés, ¿Quién podría ser más bella que su madre?

Unas manos lo toman por la cintura alzándolo en el aire, la risa lo inundó, le encantaba ser alzado.

— ¡Tú, Damian! Eres el más hermoso de todos — Un beso fue dejado en su mejilla. Amaba a su mentor, siempre era amable, siempre defendiendo de todo peligro, alagando sus logros, enseñándole cada día algo nuevo, trayéndole cosas dulces que usualmente no podía comer.

-¿Damián quieres que te enseñe un juego?-

— ¡Sí, juguemos juntos! —

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Sexo, felación, misionero, pene, culo. Palabras aprendió desde muy temprana edad, su cuerpo siempre fue flexible, tierno y bello...
como él solía decir.

Se pierde en sus pensamientos, en un limbo y bucle sin fin.
Los recuerdos lo abruman junto a la desesperación que crece en su interior, quiero correr, quiere huir ¿pero de qué? ¿Porque? Las cosas son tan difusas, las lagunas mentales no le dejan recordar todos los detalles.
Sus pies siguen avanzando sin dirección aparente, su cuerpo pesa cual plomo, los ojos le pican y solo quiere dormir, dormir y nunca volver a ver los colores del amanecer.

-Hey niño bonito ¿estás perdido? necesitas un lugar donde quedarte - Un adolescente sale de los callejones oscuros, ropa típica de soy quién manda pero no tengo para comer, musculatura bien definida y el resto a la imaginación por la capucha que poseía .

Está apunto de mandarlo a la mierda de dónde salió, pero, ¿Realmente quiere volver en estos momentos a la mansión? ¿Realmente quiere escuchar la mierda de los demás? ¿Las preguntas de a dónde había ido? observar la desconfianza y el repudio en esos ojos que lo juzgan sin saber.

Me siento en el infierno y después estoy en el infierno

Avanza a paso calmado y toma la mano del extraño, este lo guía a algún lugar del inmenso Gotham, perdiéndose entre la oscuridad de aquél callejón.
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Las pistas que obtiene solo se volvían más confusas y macabras mientras avanza, tantos detalles, tantas pistas y con todo eso siente que no tienen nada. Tal vez tenía que hablar de esto con Bruce, después de todo es su padre, es su responsabilidad, ¡No suya! Además,él odia al engendro, ¿Por qué preocuparse por un enano prepotente, ególatra, narcisista y bastardo?

— ¿Qué haces estúpido remplazo? — Soltó un grito del susto, estaba tan concentrado que no notó cuando Jasón entro en su cuarto para provocarle un infarto.

— ¿¡No te enseñaron a tocar!?

-Sí, pero con Batman a uno se le quitó la maña... ¿Qué haces?-

— Reviso un caso que me enviaron los Titanes — Fue lo primero que se le ocurrió decir.

— Unos idiotas me están persiguiendo y me estoy escondiendo aquí...
Así que no tengo mucho que hacer, te ayudo — Jasón sin esperar respuesta comenzó a revisar las imágenes que tomó de los dibujos de Damián.

SucioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora