Sucio

Entre la espada y la pared.

La oscuridad de su cuarto lo envuelve y puede escuchar a la perfección la cabeza del huérfano trabajar a toda marcha por saber quién es el culpable.

Oh, pobre Drake, preguntándose y comiéndose la cabeza por saber quién pudo abusar de él.

Cuando la pregunta correcta sería, ¿Quién no? En este mundo de mierda todos han sido abusados y hay millones de abusadores.

Todos alguna vez han sufrido algún tipo de abuso, aún sin darse cuenta.
El mejor amigo de tu hermano, el tío que suele traer regalos, el maestro de gimnasia que suele tocar de más cada que ayuda a sus alumnas a estirar, el sacerdote que gusta de sentar a los niños en su regazo mientras acaricia sutilmente los pequeños muslos, la maestra de natación que por ser mujer puede ayudar a bañar a las niñas pequeñas en los baños, los orfanatos llenos de monstruos con cara de ángeles esperando "cuidar" del niño más lindo.

Un tabú, como decir la palabra sexo en público, todas la conocen, todos saben que está ahí pero nadie dice nada, o hace algo para impedirlo.
Las señoras que ponen cara de indignación cuando salen en las noticias que un pedófilo violó a una niña en los baños de una escuela, cuando ellas mismas no notan que el padrastro toca a su pequeña princesa.

Todos alguna vez fueron tocados, observados, manoseados y abusados de una u otra manera.

Pero cuando eras un niño todo era normal, ¿Verdad?

Era normal que te cargarán en brazos y besaran tus cachetes y cuello, que las manos tocaran tus costados para provocar "cosquillas"

Nunca viste las oscuras intenciones de los monstruos sin rostro, porque todos éramos inocentes.

Él tampoco las vio, hasta que el tiempo te brinda la experiencia y te das cuenta de lo que realmente pasaba. La venda de inocencia cae de tus ojos y el mundo se te muestra como realmente es, la verdad te carcome y solo te lamentas una y otra vez repitiéndote.

¿Por qué no le dije a madre?

¿Por qué me callé esos tratos?

¿Y si yo lo provoqué?

 
¿Por qué me golpeó si dijo que me amaba?

¿Lo hicieron porque yo era bello?

Fue mi culpa por ser lindo.

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Los días pasaron lentos a su parecer, nadie parecía notar las escapadas nocturnas que ocasionalmente hacia el menor, nadie parecía prestar la suficiente atención a los comportamientos de Damián, y si lo hacían parecía que no les importaba en lo más mínimo. Pero él no, sabía la verdad y ahora no podía dejar de ver en cada momento esos pequeños detalles que todos parecían ignorar.

Damián ya no peleaba, gritaba y exigía a los cuatro vientos. Ahora solo pintaba hasta que los pinceles le causarán ampollas, tocaba hasta que las cuerdas cortarán sus dedos. Los dibujos tan macabros y realistas que se podían apreciar las emociones que expresaba al dibujar, desesperación, dolor y terror. 

Sus notas tan rápidas con una rudeza y perfección que solo un maestro nato podría tocar. Irá, deseó y tristeza, es lo que escuchaba al interpretar las notas de su violín, de las notas más bajas a las alta todo en cuestión de segundos.

Tim se encontraba sentado en la biblioteca de la mansión con un libro de psicología en sus piernas, escuchando con atención las partituras que el menor tocaba.

Si no podía pedir ayuda, él mismo se encargaría de brindarla, había leído todos los libros de psicología que había encontrado. Tantos temas, diferentes diagnósticos, tanta información que realmente no sabía qué hacer, el tiempo estaba en su contra, su mente se abrumaba y las opciones se limitaban.