Capítulo 9

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Tanagura.

La que servía como oficina de Iason estaba enlazada a la red neuronal. Elegante pero funcional, servía como la cúspide del arte de las máquinas.

Iason yacía reclinado en su sillón, con los ojos cerrados. Como si fuera uno con la maquinaria de la habitación. Su belleza etérea no daba impresión de vida. Sus ojos, expresión de voluntad, no daban luz. Iason no estaba dormido.

Alrededor de Iason, las holopantallas corrían flujos de datos continuamente. Las luces resplandecían, para luego ser reemplazadas por la oscuridad, entonces se encendían. Gráficos y proyecciones giraban a través del espacio.

Una por una las holopantallas se fueron cerrando. La habitación se quedó en silencio. La conexión neural en la frente de Iason se desconectó.

El potenciado cerebro de Iason era capaz de conectarse directamente a la red neuronal y procesar exabytes de datos por microsegundo, más allá de la del cerebro normal.

Iason abrió lentamente los ojos. Sus ojos brillaban con inteligencia y voluntad.

Nadie estaba allí para ver nada de esto. Era sólo una verificación de rutina de mensajes de inicio. Lo que le hizo abrir sus ojos fue un mensaje de emergencia de Katze, fechado una hora antes.

La señal codificada de Katze era prioritaria, a diferencia de la normal. Iason pensó que podría tener que ver con los bajos mundo. Sus ojos se estrecharon.

Cuando apareció el rostro de Katze en la holopantalla, fue como si lo estuviera esperando.

―Señor Iason, perdone esta intrusión.‖

―Informa.‖

―Riki ha desaparecido.‖

Los ojos de Iason quemaban. ―¿Desde cuándo?‖

―El contacto con él se perdió hace una hora‖

Ya eran las 2200. Teniendo en cuenta el horario establecido, significaba que eran tres horas.

Iason sabía que Katze hacia rutinas de trabajo de almacenaje y envíos utilizando los nervios de Riki. Pero eso era algo que Iason dejó a Katze decidir por completo. Tal vez Riki solo se estaba escondiendo.

Como si anticipara la respuesta, Katze habló. ―Él no ha respondido las llamadas en la residencia de Apatia o en su teléfono.‖

Esto significaba que el dispositivo de seguimiento del teléfono no funcionaba. Iason comenzó a preocuparse.

―¿Hay otro sitio al que pudo haber ido?‖

―No, mi señor.‖

―¿Estaría en algún lugar por placer?‖

―Absolutamente no.‖ Fue una respuesta rápida de Katze, ―¿Cuál es tu voluntad?‖

La respuesta de Iason fue nítida. ―Me preguntaré a mí mismo.‖ Si Riki no le había dado señales a Katze. No le había dicho a nadie donde podría haberse ido.

Katze empezó a hablar. Pero lo pensó mejor. Estaba obviamente sacudido.

―No hay necesidad de que te muevas en este momento, Katze‖ ordenó Iason. ―Es un asunto privado. Quédate fuera de ello.‖

―Lo entiendo, mi señor.‖

Iason cortó la conexión y conectó el anillo de pet a la holopantalla.

No había ni rastro del anillo de pet de Riki. ¿Sin señal? ¿Qué podría ser? Iason frunció el ceño.

Volvió a mirar. Ningún cambio. Esto fue inesperado.

Ai No Kusabi - Vol. 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora