Capítulo 14

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Ese mismo día.

Todo el mundo en Ceres caminaba por las calles con incredulidad.

La explosión sacudió a todos en Midas. Era como si el mundo hubiera terminado.

Mientras Midas habría mirado la destrucción de Ceres con satisfacción gozosa, el epicentro estaba más cerca, Harvey también estaba en ruinas.

Que Harvey estuviera fuera de los límites de los turistas era la única cosa que mantuvo bajas las víctimas. Cada área de Midas activó los escudos que limitaban el daño al resto de la ciudad.

Las luces de Midas brillaban, sin lustre.

La llamada prioritaria llegó a Katze unos treinta minutos después de entregar a Guy en manos de un nano cirujano. La expresión de Katze era sombría. No había tiempo para pensar, mucho menos para prepararse para esto. Pero no había otra opción que contestar la llamada.

Los hombres que trabajaban para Katze estaban nerviosos e inquietos. Katze lo entendía. Dana-Burn se había derrumbado; y así una parte de su mundo.

Katze entró en una habitación segura y dejo el holo canal abierto.

El rostro fijo de Raoul llenó el centro de la habitación. Katze sintió un escalofrío de miedo y una sensación como hace años no había sentido. Raoul fue directo al grano.

―Iason no se encuentra en ninguna parte. ¿Dónde está el?

―Mi Señor, no hemos recibido instrucciones de él‖ contestó Katze con una expresión seria.

―¿No dijo ni una palabra de su destino?

―No, Señor Raúl.‖ En realidad era la verdad.

Este es un asunto privado. Quédate fuera de ello.

Desafiar a Iason era imposible para Katze. Si no hubiera sido así, Katze habría atrapado a todo Bison para interrogarlos en el momento en que Riki desapareció.

Al final, fue mejor que no lo hiciera. Porque no hubiera podido resistir la pregunta de Raoul de otra manera.

―Entonces, sé que tu Maestro fue a Harvey.‖

―¿Qué?‖ Katze alzó los ojos con asombro. No era sólo un acto; Era genuino.

¿Era una cortina de humo?

Raoul continuó. ―1412, Salida desde Rivas; 1442 Llegada a Harvey. Ese es el registro de tiempo que tenemos. Utilizó la red Karaza.‖ La red Karaza era un secreto conocido excepcionalmente por pocos. Raoul era consciente que como representante de Iason para todos los asuntos relacionados a Ceres, Katze sabía de ello.

Así que utilizó la red Karaza.

Raoul rompió el silencio. ―Entonces, ¿qué asuntos tiene Iason en Harvey?‖

―Mi Señor, él no me lo mencionó.‖ La voz de Raoul se agrietó como un látigo. ―Deja de mentir. Sus movimientos en público son conocidos por todos nosotros. Pero aquellos en privado son tu asunto.‖ ¿Qué?

―Iason te tiene en alta estima, te dio su confianza.‖ Katze no tenía palabras. Su estómago se contrajo.

Las palabras de Raoul siguieron atormentándolo. ―No escucharé tu negativa. Este es un asunto crítico. Tú ya entiendes en qué estado quedo Harvey. Si sigues mintiéndome, te pondré bajo interrogación y destrozaré tu mente hasta que obtenga la verdad.‖

Katze palideció, sabía que no era una amenaza ociosa. Raoul lo haría sin vacilación. Incluso entre los Blondies, Raoul era conocido por ser absolutamente despiadado.

―Quiero saber por qué Iason fue a Harvey y donde está él. Ahora.‖ La mirada de Raoul desde la holopantalla llevaba la promesa del sufrimiento ilimitado en sus cibernéticos ojos. Katze sabía que no podía mentirle a Raoul. Sin trucos debía actuar aquí.

La voz de Raoul sentenció. ―No me digas que él está involucrado en esa explosión en Dana-Burn.‖

Katze alzó la mirada, sobresaltado.

Raoul guardó silencio por un momento. Y luego sus ojos ardieron con renovada intensidad. ―Dímelo todo. Ahora.‖

La orden lleno de miedo a Katze. Era un diferente tipo de aura a la de Iason, cuya voz era como el hielo. La voz de Raoul quemaba como un infierno. Katze se atragantó. Y luego decidió decir la verdad. Sin conjetura u opinión personal.

Le contó a Raoul la cronología de los acontecimientos durante estos diez días. De la desaparición de Riki hasta la explosión en Dana-Burn. Todo menos el hecho de que Guy estaba vivo.

El rostro de Raoul se endureció como una máscara.

No había mejor científico en los mundos conocidos que Raoul, ni mejor mano en la nano cirugía. Pero incluso él conocía los límites de la inmortalidad que los Blondies heredaron de Júpiter.

Ese Guy arriesgó todo para liberar a Riki y matar a Iason destruyendo todo Dana-Burn más allá de la credulidad. Pero que Iason protegiera a Riki, un mestizo - un pet - y muriera en el proceso era inimaginable.

Pero Raoul... Raoul no dijo ni una palabra para interrumpir a Katze.

Katze se estremeció al pensar en las consecuencias. Pero estaba claro que esta verdad nunca saldría a la superficie. Tanagura así lo exigía. Para proteger el legado, el nombre de Iason Mink.

No había ninguna duda en cuanto a qué curso de acción tomaría por Iason.

Raoul ordenó con voz grave: ―Guarda silencio.‖ Con eso la holopantalla se oscureció.

Midas. 2210 horas.

Katze estaba absolutamente agotado cuando entró en sus habitaciones.

Sus piernas temblaron, su conciencia desdibujada. Se desplomó en su sillón y alcanzó el cigarrillo de una caja en su bolsillo.

La acercó, recordando que le había dado una a Riki.

Alargó la mano en el cajón del escritorio y saco un paquete fresco, tocando un cigarrillo. Katze lo encendió e inhalo.

Las brasas flotaron.

El humo se elevó.

Se interrumpió.

La garganta comenzó a temblar. Lágrimas cayeron de sus ojos. Era tan inesperado que Katze trató de detenerlas pero siguieron cayendo. No importaba lo mucho que intentaba luchar para evitar llorar, lloró.

Mordiéndose los labios, abrumado por la emoción, Katze se cubrió la boca con las manos.

Y lloró. 

Ai No Kusabi - Vol. 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora