Capítulo 14: llaves

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Liam detiene el auto en un edificio, demasiado deteriorado, hubiera jurado que estaba abandonado, de no ser por unas luces fluorescentes que salen a través de las ventanas más altas, no puedo ver más, pues los hombres que vienen a mi lado, me toman de los brazos obligándome a bajar

-¡Liam, dile a estos hombres que me suelten! - grito, pero no recibo respuesta, más que una risa burlona

- ¿Qué no vez que me lastiman? ¡Hablaré con mi madre y serán los primeros a quien despida!

De nuevo no obtengo respuesta, me muevo y trato de zafarme, pero estos hombres tienen lo doble de estatura y yo no puedo hacer prácticamente nada

Entramos, pero está totalmente obscuro, trato de mantenerme de pié y caminar, pues estos hombres me jalan a rastras.

Obscuridad, es lo único que hay dentro, silencio. No comprendo como es que hace a penas unos minutos luces de diferentes colores salían de este lugar y que ahora parece tenebroso.

-¿Liam?- le llamo al no poder ver nada y solo sentir el agarre firme de esos gorilas en mis brazos

-Ya deja de hacerme esto, llevame hasta casa- digo en un tono bajo, la verdad es que esto me está poniendo nerviosa, comienzo a sentir un enorme temor

Empiezo a escuchar pasos, lentos, pesados, que van de un lado a otro, hasta detenerse en un punto, de pronto una luz incandescente es disparada hasta mis ojos, haciendo que gire rápidamente el rostro y dejo que mi cabello caiga encima de mi frente para cubrirme un poco, ya que aún me mantienen sujeta de las manos, alcanzo a notar una silueta en aquella luz rápidamente supe que era Liam

-¿Quieres que te lleve a casa? ¿¡Para que te escapes!? Eres una mocosa tan ingenua, te hice compañía cuando estabas sola, te llevé a vivir conmigo sin miedo a que me despidieran, te protegí, te oculté de Eva por que sabía lo mal que te hacía estar con ella

-¡Basta! ¡Ya sé lo que has hecho, pero no tienes derecho para traerme a este lugar solo por que estás molesto, deja de hacer esto! -grito, por que no puedo escucharlo más, sé perfectamente lo que dirá

Ríe, tan fuerte como su garganta se lo permite - Estúpida, ¿crees que te traje aquí por que estoy molesto? - Hace una pausa de varios segundos
- Te he traído por que firmaste un contrato, ¿se te había olvidado?
Muchas veces te quise tratar bien, para ganar tiempo, enseñarte cosas que supuestamente debías aprender, para llegar a ser como la gran  Issabela Dumont, tu madre, no quería traerte aquí pero las situaciones y tu maldito comportamiento me han obligado. Así que Eva, preparate para saber en que está metida tu gran madresita

Las luces se encienden y puedo ver perfectamente el lugar, Liam se encuentra sentado en un sofá enorme color azul y dorado

-Sabes, no te imaginas ni en lo que tu propia madre te ha metido- comenta tan tranquilo tomando una botella de alcohol, colocada en una pequeña mesa que está frente a él.

- No tienes que hacer esto, ya vámonos de aquí - apenas escucha lo que sale de mi boca y se levanta, camina tan rápido que ahora lo tengo a unos escasos centímetros frente a mí
- ¿Todavía crees que tú puedes decidir las cosas?- pregunta alzando la voz

Yo no sé que decir, primera vez en mi vida que tengo un miedo de esta magnitud y es que, anteriormente me sentía segura, querida y feliz incluso protegida si estaba con Liam, aún sin saber que él estaría involucrado en los negocios de mamá.

Pero, no debería tener miedo, yo soy la hija de Issabela Dumont, la jefa de estos hombres y del propio Liam, sólo tengo que conseguir un teléfono y llamarle, para que se termine este supuesto contrato de mi propia madre dirigido a mí y que, por su puesto me hicieron firmar, del cual no me han dicho de que se trata

Él se da la vuelta y camina hacía la pequeña mesa, es ahí cuando me tomo un par de segundos para observar el lugar, desde fuera, había observado un edificio viejo y casi a punto de colapsar, por dentro es lo contrario, es muy espacioso y elegante, hay pequeños juegos de sofás, que claramente se ven que fueron colocados para que varias personas entren a recortarse o descansar, todas las cosas en perfecto orden y una sofisticada decoración

-Quiero que me expliques el porqué me traes aquí, quiero saber que clase de lugar es este, quiero explicasiones Liam, no, no quiero, ¡Te exijo que me expliques que es todo esto!
Si no lo haces tú, tendré que llamar a mi madre y le haré saber todo lo que me has hecho- digo tratando de que mi voz salga firme y decidida.

-¡Basta de amenazas!-grita y de nuevo camina hacia mí, pero esta vez no se detiene a escasos centímetros para gritarme e intimidarme, como antes solía hacer, me toma fuerte de los cabellos, tanto que siento sus uñas clavadas en mi cráneo

-¿¡Quieres saber en que quiere tu madre que trabajes!? ¡Pues no te lo diré, tú misma lo verás!

No detiene su agarre, me toma tan fuerte y empieza a caminar, llevándome del los cabellos, no se por donde vamos, no puedo ver nada, me lleva a rastras pues su fuerza es más que la mía.

Soy arrastrada por él, hasta que un fuerte golpe en mi vientre me detiene, no puedo ver que es, pero sé que lo que haya sido, estaba ahí colocado como objeto de decoración y yo me topé con él, ya hemos pasado seguramente por algunos dos lugares, de este edificio y todo se a vuelto a oscuras.

Llegamos hasta unas escaleras y eso lo sé por que escucho los pasos de Liam, mis pies intentan buscar los escalones y así pisar firme, pero más de una vez me resbalo hasta caer de rodillas en ellos.
No quiero gritar, o enfrentarle a palabras, hasta este punto ya sé que eso es inútil

Hay una luz tenue, al final de las escaleras, que cada vez se hace más fuerte conforme avanzamos

Mientras nos acercamos, se vuelve imposible ver algo, hace unos instantes estaba completamente oscuro y ahora ésta luz es completamente incandescente que me hace cerrar de nuevo los ojos, mientras tanto, Liam me toma aún más fuerte del cabello, caminamos por varios minutos, es como si tuviera la intención de confundirme, como si no quisiera que viera por donde me lleva.

***

Paramos, rápidamente me toma de los brazos y me aprieta de las muñecas, intento soltarme, intento zafar mis manos de las suyas pero es imposible
-¡Ya sueltamente! ¡No tienes derecho a tratarme así!

-¡Callate! Me molestan tus gritos, mocosa

-¡Si no puse resistencia en todo el trayecto es por que de verdad tengo interés en saber cuales son los trabajos de mamá, ya deja de tratarme como basura! - grito, por que ya no soporto tener sus manos sobre mí

-¿Basura? - pregunta con un tono irritablemente cáustico -Tú no sabes nada.

Por primera vez desde que entré aquí, me suelta, sólo para dar unos pasos más hasta llegar a una puerta de madera, saca unas llaves del bolsillo de su pantalón y la abre

En ese momento, en ese preciso instante, hubiese preferido que me llevara a la casa donde vivimos o a la casa de mi madre, que me mantuviera días encerrada en esa habitación en la que alguna vez estuve o alguna cosa similar, eso hubiera sido mejor, hubiera aceptado mil veces eso, que lo que tuve que ver en aquella habitación

Mujeres semi desnudas, de entre veinte a cuarenta años    simplemente ahí, acostadas en el duro piso, al parecer dormidas.



Nota de autor

¡Hola! Bonit@s ¿Qué tal les pareció este capítulo? Espero que bien y si no es así comentenmelo por favor, me encantaría saber que es lo que piensan, espero seguir sintiendo su apoyo y que más personitas se sumen y lean esta historia que aún tiene mucho que dar.

Estoy pensando en actualizar más seguido, así que, pronto tendremos más capítulos. Abrazos😘❤❤❤

Reviviendo El Ayer©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora