Don't leave of my side

Tienes el poder

⚠️ Aviso : Si quieres adentrarte más en las escenas, coloca la música que te he dejado arriba y si se acaba solo vuélvela a reproducir, y si no lo deseas, sigue leyendo esta historia, ¡Ojalá te guste! ⚠️

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— Betty Cooper, ¿Qué te trae por aquí?

— Sabes perfectamente el por qué estoy aquí, Noah.

— No lo sé realmente... — caminó Noah rodeando a la rubia. — a menos de que quieras placer.

Betty no podía más, estaba a punto de agarrar aquella pistola y pegarle un tiro en la cabeza a ese infeliz.

Ella apretó sus manos con fuerza para impedir aquel pensamiento.

— Tu jamás me darás placer. — respondió.

— Oh, ¿De verdad?, a mi me parece que pensabas lo contrario aquella noche en la fiesta de Fangs.

— ¡Tu me violaste! — gritó sin aguantar más las lágrimas.

— Betty, querida, sabes que te gustó.

— ¡Me drogaste y amarraste a tu cama! — apretó en puño con más fuerza. — ¡Ni si quiera te importo que fuera una niña!

— Mírate.

Él la agarró de la muñeca pero ella logró zafarse de su agarre, la hizo caminar hacia un espejo y le dijo:

— Tan solo mírate, mira tu cuerpo, esas curvas están hechas únicamente para ser utilizadas, Betty, no tienes casa propia, no tienes un novio, no tienes familia, no tienes nada. No importa si fuiste niña, no importa si eres mujer, no importa nada de ti, por qué no eres NADA, aprende a vivir con eso. Como todos, yo te vi como un objeto, lo único que yo hice fue aprovecharte, deberías agradecerme.

La destrozada chica que se encontraba ahí, de pie frente al espejo, sentía como todo se derrumbaba, una vez más, se sentía el cordero en medio de una gran manada de lobos. Se sentía débil, se sentía indefensa, incapaz de matar si quiera a una mosca.

Todos los recuerdos volvían a su mente. Una vez más, ella volvía a encontrarse en aquella habitación color negra, amarrada en una grande cama roja, totalmente desnuda, con un indescriptible ardor en la parte baja de su cuerpo. Desatándose ya que el amarre estaba débil debido al tiempo. Percatándose de su ropa tirada en el suelo. Cogiendo su ropa y colocándosela con rapidez. Asustada, corriendo fuera de esa casa.

Todo eso se fue al recordar la única razón por la que se encontraba de pie frente aquel hombre que fue su violador.

— Tu te llevaste a la única familia que me quedaba.

Ella expresó, y levantó su blusa.

Con rapidez, sacó el arma que traía, apuntando a Noah, directamente hacia su pecho.

— Hazlo. — fue lo único que dijo el chico.

Pero Betty, solo lo miró incrédula.

— ¡HAZLO! — volvió a pedir.

Como no notó ninguna reacción de parte de la rubia, él se acercó.

Tomó la pistola y la apegó a su pecho.

— Yo no fui quien intentó matar a tu hermano, se quien lo hizo, pero no fui yo. — Noah río con maldad. — Si lo hubiera hecho yo, no habrían terminado ni de hallar su cenizas, muñeca.