Epígrafe

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La vida puede ser injusta,algunas personas sufren sin haberle hecho nada a nadie,mientras que aquellos que lastiman a los demás sin razón parecen tener una vida perfecta sin dolor,sin complicaciones.

Pero así como la felicidad puede ser momentánea,también el dolor y el sufrimiento llegarán a su fin en algún momento,aunque parece nunca terminar pero llegará el turno en el que serás feliz,así como llegó mi turno de disfrutar mi felicidad

El camino que recorrí no fue sencillo había momentos en los que deseaba solo terminar con mi vida,dejar de ver mis cicatrices que tantos recuerdos dolorosos me traían.

Hasta que lo conocí,vi sus ojos por primera vez,
me sentí en calma y segura a su lado; aunque él también tenía cicatrices me enseñó a que todo lo que vivimos y nos recuerdan nuestras cicatrices son parte de nosotros, y hay que aprender a amar cada una de ellas.

Nuestras  cicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora