Capítulo 6

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"La vida es un instinto, de desarrollo de supervivencia, de acumulación de fuerzas, de poder"—Friedrich Nietzsche.

 ***

A

l escuchar esas palabras mi corazón se aceleró más, si es que eso era posible; salí corriendo con dirección hacia las escaleras,escuché los pasos calmados de Mark a mi espalda, haciendo que la urgencia de escapar de él se incrementará.

Bajé las escaleras intentando conservar la misma velocidad con la que me había dirigido a ellas pero teniendo cuidado de no caer, pero la suerte no parecía estar de mi lado. A mitad de las escaleras mis pies se enredaron entre sí,provocando que calles por las escaleras,solté un grito al impactar contra el duro suelo;caí sobre mi brazo derecho,sentí un dolor agudo que me entumeció todo el brazo.

Mark se encontraba en el último escalón mirándome con una sonrisa maliciosa, sentía como la habitación me daba vueltas. Mark se colocó a mi costado mirándome.

—Si que eres estúpida —dijo divertido—. No quería hacerte daño pero tú no me pones las cosas fáciles —intente ponerme de pie pero la bota de Mark impacto con el costado de mi cuerpo y parte de mi estómago logrando que el aire me abandonara—. Te comportas como una maldita puritana, cuando ambos sabemos que eres una zorra —sus golpes seguían impactando a la altura de mis costillas y parte de mi estómago.

—Basta —intente decir pero las patadas impedían que mis pulmones se llenarán de oxígeno—. Por favor—susurre en un intento de que me escuchara y se detuviera,pero no funcionó.

Con cada golpe sentía como mi garganta y pulmones ardían por el esfuerzo de intentar retener el aire en mi cuerpo; sentí como un dolor punzante se instalaba en la parte de mis costillas. Las lágrimas resbalaban libremente por mi rostro. De un momento a otro los golpes se detuvieron, aprovechando este momento di una bocanada de aire con desesperación intentando recuperar todo el aire que había perdido; la habitación comenzaba a dar vueltas lo que atribuí a la falta de aire.

Con la poca fuerza que tenía intenté levantarme para dirigirme a la puerta de la casa que se encontraba a solo unos pasos de distancia,pero rápidamente mi intento fue frustrado por Mark quien me sujetó del cabello y jalo de el hasta hacer que me pusiera de pie,el dolor de mi cuerpo logró que emitiera un quejido ante el repentino y brusco movimiento. Me encontraba cara a cara con Mark,el de doblo un poco para que quedáramos a la misma altura ya que el era mas alto que yo.

—¿Enserio crees que puedes escapar?, No hay salida —me aventó contra la pared cerca de las escaleras,vi como Mark se acercaba,su mira dejaba ver el odio y la ira que tenía hacia mi—. Se que lo quieres —dijo con voz ronca mientras presionaba su cuerpo contra el mi,sus labios comenzaron a dejar besos por mi cuello.

—No,por favor —dije con la voz ahogada por el llanto—. Basta —grite y comencé a dar manotazos y alguno que otro golpe con mis manos en un vano intento por liberarme de su agarre. 

—Quédate quieta —tomo mis manos y las puso sobre mi cabeza sosteniendolas con una de sus manos. Siguió repartir do besos por mi cuello y su mano libre comenzó a vagar por mi cuerpo.

Sentir su manos por mi cuerpo provocó que el asco se instalara en la boca de mi estómago. Seguía moviendo con desesperación intentando liberarme pero la presión que ejercía con su mano lograba tener aprisionadas mis muñecas provocando dolor en ellas.

El miedo recorría mi cuerpo,las lágrimas resbalaban por mis mejillas desde hace rato. Nunca había tenido tanto miedo,me sentía indefensa, frágil e impotente ante Mark. Una fugaz idea vino a mi mente;dejé de moverme para que creyera que ya no lucharía, sentí como relajaba un poco sí agarre en mis muñecas;sentí su mano libre en el borde de la blusa que tenia,tome eso como una señal y levante mi rodilla impactando con todas mis fuerzas sobre sus partes.

Mark se dobló de dolor por el impacto,llevando sus manos a la parte adolorida de su anatomía y callo al piso,dejándome libre. Por un momento me quedé en shock mirando su cara roja y como se retorcía del dolor aún con sus manos en sus partes. Emitió un quejido de dolor y eso fue suficiente para regresarme a la realidad, corrí escaleras arriba,pero solo algunos escalones ya que algo o más bien alguien jaló mi pie logrando que me cayera en las escaleras, voltee mi cabeza y vi la mano de Mark rodeando mi tobillo, se empezó a arrastrar intentando subir las escaleras,podía ver reflejado en su expresión el dolor que todavía seguía sintiendo. Con el pies que tenía libre comencé a patear su mano para que me soltara y en el momento en que su cara estuvo lo suficientemente cerca solté una parada que provocó que hiciera su cara para atrás y soltara mi pie llevándose las dos manos a la nariz.

—Maldita —Mark quito las manos de su cara y un hilo de sangre comenzó a escurrir de su nariz hasta su barbilla, al ver sus manos manchadas de sangre sus ojos se tornaron más furiosos de lo que ya estaba—. Estás muerta —amenazó.

Volví a correr escaleras arriba dando tropiezos en cada escalón pero rápidamente me volvía a levantar,sabía que Mark estaba detrás de mí así que corrí lo más rápido que pude hacia el baño de mi cuarto, ya dentro cerré la puerta con seguro para que le fuera más difícil entrar.

—Abre la puerta Isabella —se escuchaban los golpes insistentes de Mark sobre la puerta.

Miraba a todos lados del pequeño baño intentando buscar una manera de escapar o por lo menos algo con que defenderme.  

—Si sigues con este estúpido juego las cosas serán peores —sus palabras lograban hacer que mi sangre se helara,el miedo nunca había abandonado mi cuerpo,pero estaba decidida a evitar que algo malo pasará.

Nuestras  cicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora