La matriarca Elroy desea irse a Escocia. Pero no puede la situación con Sara y Eliza está muy tensa.
Sara anhela que Eliza sea la sucesora de Elroy y trata de manipular a Elroy con sus intrigas.
¿Podrá lograr sus objetivos?
Eliza llegó a su casa y fue a su habitación. Nunca había sentido tanto miedo ante una persona.
Algo en esa mujer la hizo sentir debil.
Días después era la recepción que ofrecían los duques las familias de la alta sociedad de Chicago estaban invitadas.
Candy estaba hermosa con el vestido que llevaba
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Las joyas que llevaba eran muy hermosas
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Lucía sencilla y al mismo tiempo elegante. Estaba en la habitación de sus abuelos con su padre; estaba algo nerviosa. Su abuela paterna le dio un té para tranquilizarla.
-Lista cariño. -Si papá. -Bien vamos al salón. Los cuatro bajaron por el ascensor. Cuando llegaron al salón fueron anunciados. Los invitados guardaron silencio. Candy desfilaba del brazo de su padre. Todos quedaron en silencio ante la belleza de la joven cuando llegaron donde se encontraban los duques. El duque de Alba anunció la presentación de su nieta Candance Marie Leroux como heredera del Ducado de Alba y de la familia Leroux. La duquesa entregó a su esposo un estuche el cual abrió; le solicitó a Candy que se inclinara un poco para ponerle la tiara del Ducado de Alba.
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Los presentes aplaudieron. Candy abrió el baile con su padre después de un rato Albert bailó con su esposa ambos se miraban con mucho amor. Algo que Eliza observó. Era la misma joven que había visto con Annie y Patty.
Mientras tanto los rubios disfrutaban de la recepción. Candy bailó con Archie y Stear. Albert llevó a Camdy a una de las terrazas para hablar ambos decidieron dar la noticia. Mientras tanto Eliza y Neall llevarían a cabo su plan. Habían contratado a unos delincuentes para secuestrar a la señorita Leroux.
Esperarían el momento adecuado. Los rubios se retiraron al salón cuando entraban George le comunicó que su suegro necesitaba hablar. Candy le dijo que iba al tocador; en cuanto se dirigía al tocador un pañuelo con cloroformo se lo colocaron en la nariz y se desmayó pero antes de desmayarse había forcejeado y la tiaria resbaló no se escuchó el golpe porque la alfombra lo amortiguó.
Habían pasado 5 minutos y Candy no aparecía. Las chicas estaban inquietas se dirigieron al tocador y no la encontraron.
Cuando iban a decirle a los Ardley encontraron la tiara la recogieron y pensaron lo peor. Fueron a la mesa principal y comunicaron a Albert lo sucedido. Tuvo que sentarse sentía que su mundo se derrumbaba.
