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Capítulo 3

𝒩𝑜 𝓁𝒶𝓈𝓉𝒾𝓂𝑒𝓈 𝒶 𝓁𝑜𝓈 𝒹𝑒𝓂á𝓈 𝒸𝑜𝓃 𝓁𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓉𝑒 𝒸𝒶𝓊𝓈𝒶 𝒹𝑜𝓁𝑜𝓇 𝒶 𝓉𝒾 𝓂𝒾𝓈𝓂𝑜

-Buda

...

— ¡Yaoyorozu Momo! —Nezuko entró casi derribando la nueva puerta que habían puesto para que el ruido de la clases no llegara a otros aprendices.— ¿¡Como te atreves a dar ideas tan extremas a mi hermano!? ¡que se toma todo al pie de la letra! y... —La de pelo corto tiró una bolsa de libros que la otra cogió al aire. Nezuko se acercó a ella casi tirando humo.— ¡Como vuelvas a dejar la pila de libros en mi casa las incinero! ¿Qué demonio llevas aquí dentro, pesa más que cinco reglamentos?'

*Reglamentos, reglas que todos los clanes tienen, normalmente escritos en piedras o paredes*

Momo intentaba no reírse por las reacciones de su amiga, había evitado a toda costa contestar sus llamadas, por que sabía que la discusión mediante el espejo no acabaría nunca.— Solo le dije que evitara esforzarse mucho antes de la boda, podría romperse algo.

— ¡Pero ahora soy yo lo que tiene que cargar con mis hermanas, con mis libros y tus maldito equipaje que pesa como más que un jabalí!

— ¿Se les ha pasado la independencia ya?

— Ayer Yuno se calló y a Yuki ahora le da miedo andar por que dice que la va ha tirar. —Bufó la chica.

— Lo siento mucho, no volverá a pasar. —Se disculpó, Nezuko enarcó una ceja.— Y te compraré Melonpan.

La de gafas asintió contenta. Su rostro se tornó un tanto Rosa al ver que algunas miradas iban a ella, la verdad no había hecho mucho jaleo, pero por los días que llevaban aquellas dos chicas eran bastantes calladas y verla entrar así a clase los había sorprendido. Se fijó en una esquina del aula al ver a su profesor en un saco amarillo. Casi nadie había reparado en el.

— Bakugo baja los pies de la mesa —el mencionado los bajó con el ceño fruncido.— Señorita Yaoyorozu, espero que cuando deje tareas no se le olvide en casa de la señorita Yukiya.

— Por supuesto —La chica se sentó y su amiga copió del acto.

— ¿Desde cuando esta allí? —Preguntó Roja.

Ummm... No se... Quizás poco después de que casi derribar la puerta del aula frente a el. —Sonrió la de coleta alta.

Nezuko dejó salir un quejido de vergüenza. — No puede ser... —Nezuko escondió su rostro entre sus brazos.

Pasó las siguientes horas escuchando atentamente. Le gustaba estudiar. Extraño ¿no? ¿A que adolescente le gusta hacer eso?

La verdad Nezuko no era una adolescente normal, al fin y al cabo, no le permitían comportarse como una. Tenía que ser una copia exacta de las antiguas doncellas y princesas japonesas, eso le exigía su linaje. Sus hermanas pequeñas habían corrido más suerte, al tener algunos pequeños defectos, al igual que su hermano mayor, al cual dejaron comprometerse con una buena chica, profesora de lengua de señas y proveniente de una familia adinerada del sur.

Fue muy raro enterarse de que su profesora era la novia de su hermano, pero terminó acostumbrándose y amando a esa mujer.
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Al día siguiente tuvieron un entrenamiento especial a la que el símbolo de la paz no acudió en primer lugar. La USJ, un  campamento que Nezuko decidió no aprender de el nombre. Estaba  junto a su profesor y un héroe llamado 13 con brillante armadura blanquecina parecía la misma luna.

La Horquilla de Jade〘Historias de Jade 〙Aizawa ShotaXOCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora