Detrás de la oscuridad (Elegida Para Los Watty2020-2021)

Quiero mi vida de regreso

Capítulo 37

Valentina

Nada venía resultando en mi vida, la cirugía solo había provocado un malestar que se acrecentada día a día. Tantas ilusiones volcadas en ese dispositivo. Todo el mundo me dice y aconseja que no pierda la fé, la esperanza en que va a funcionar. Pero ya no quiero, ni puedo esperar más... Lo que ellos  desconocen es que abandoné todo por esta ilusión, al menos en LA estaba rehaciendo mi vida, tenía mi carrera, mi grupo de amigas que obviamente ya no están.
Lo de Ameli duró una semana, fueron unos cuantos besos y cuando quiso avanzar a más, yo no pude. No pude evitar pensarla, por supuesto nadie se enteró de Amelí. No podía permitirme algo así, no con ella.
Para ser completamente honesta con ustedes extraño de una manera a Juliana y  lo hago cada día más... Hoy es uno de esos días donde maldigo mi cobardía ¿Quién en su sano juicio aleja a la persona que ama de la manera en la que yo lo hice? Quizás solo tendría que haberle planteado lo que sentía, antes de dejar que todo avance y nos aleje. Tal vez  tendría que haber aceptado su proposición de ir con  calma, al menos aún estaríamos juntas...
Hace 2 días que estoy en mi habitación y no quiero salir, sé que están preocupados, pero no me importa. Por pensar en todos ellos es que estoy así. Tendría que haberme resignado que mi vida seria a oscuras, tendría que haber valorado todo lo que conseguí en menos de un año y que ahora deje de lado ¡¡Tendría que estar en este momento con MI AMOR!! Si, ella lo es... Lo sigue siendo después de tanto tiempo. Vuelvo a llorar y ya no me importa que me escuchen, tengo derecho a sentirme abatida. En definitiva por decisiones ajenas o propias mi vida hoy es una mierda...
Escucho que tocan mi puerta, pero no hago caso. Golpean otra vez y la voz que habla es la de papá
-¿¿Hija puedo pasar??...- pregunta, la verdad no quiero estar con nadie de la casa. Guardo silencio y no respondo, un momento después la puerta se abre lentamente y escucho unos pasos y percibo el perfume de papá
- Dísculpa Hija, pero quería verte...- y su expresión dibuja una sonrisa sarcástica en mi rostro y respondo
- ¡¡Dilo tú que puedes hacerlo!!...- respondo sin voltear
- Por favor, no digas eso... Solo un poquito más de paciencia...- me siento en la cama
-¿¿Para qué?? ¿¿ Para seguir perdiendo todo lo que me importa??...- le pregunto con un tono severo
-Valentina...- dice suavemente mi nombre
-Valentina nada papá, estoy cansada de esperar ya van ¡¡Cinco meses!! Es fácil para todo el mundo pedir paciencia, pero ¿Sabés qué? ¡¡Quiero mi vida de regreso!! Esa que tenía en LA antes de venir aquí, siquiera antes de irme a París...- le digo a grito, con la voz llena de rabia y dolor.
-¡¡Por favor hija!!...- papá me pide
- ¡¡No ya no aguanto más!!...- se quiebre mi voz un poco más,  me. Siento que me cuesta respirar lo angustiada que estoy.
- Tenía todo allí, ni te imaginas lo feliz que era, ahora mírame. Ya no tengo carrera, ya no tengo a mis amigas, ya no tengo a mi am....- en ese instante me detengo...
-¿¿A quien no tienes??...- pregunta papá, tomo la misma cantidad de aire que de valor y respondo
-¡¡A mi amor!! Ya no tengo a mi amor...- repito esa línea abatida, ya era tarde para detenerme. Entonces solo continuó hablando
- La perdí por cobarde, por no valorarla y hoy muero por estar con ella. No hay nada que desee más que sentir su abrazo en este momento...- y me quiebro por completo, papá me abraza y dice
-¿¿Hablas de Juliana verdad??...- me separo de él
-¿¿Como sabes de ella??...- cuestionó
-Eres mi hija y me preocupo por ti... Aunque no lo sepas, yo estoy pendiente de todo lo que tenga que ver contigo y Alexander...- dice tan dulcemente y no lo puedo creer
- ¿¿Papá como no dijiste algo??...- le cuestionó
-¿Porque debía decir algo?Es tu vida hija y tienes que vivirla como tú elijas. Era  tu decisión, siempre lo fue...-
- Papá yo temí tanto al qué dirán y la perdí por eso. Ella se cansó de no ser considerada por mi ¡¡Dios que cobarde!!...- vuelvo a llorar, pero esta vez con más sentimientos. Lo tenía todo ¡¡La tenía a ella!!  Pudimos ser felices juntas. Qué maldita ironía, porque no hablé a tiempo con Juls, con mi padre ¿Qué tenía que decirme el resto del mundo si yo era feliz? Nada debió ser más relevante ¿Qué más espera una persona en la vida? Solo buscamos ser felices y yo lo era ¡¡Yo fui muy feliz!!
- Vuelve hija, aquí no vas a estar bien...- papá me sugiere
- Pero  ¿Y el dispositivo?...- pregunto
- Podemos encontrar algún centro en LA que  mantenga el monitoreo...- sus resoluciones siempre son increíbles
- Pero no sé dónde está juliana, ella volvió a México y ya no supe de ella...- en verdad mi chip me importaba tan poco, solo quería saber de Juls.
- Dame unos días, seguro algo podemos hacer...- papá toma mis manos y dice
- Desde que sucedió ese fatídico día, comprendí que no hay dolor más grande que el  lamento y créeme que lo  lamento desde hace cuatro años cada día que me levanto. Maldigo todo lo que les arrebate y por sobre todo a ti mi amor...- Él jamás dijo algo así.
- Papá ya no podemos volver tiempo, no más lamentos...- le digo
- Pero si algo se puedes reparar, debes intentarlo ¿Verdad?...- no entiendo hacia donde va con esa expresión
-¿Qué quieres decirme??....
- Debes volver y rehacer tu vida como lo estabas haciendo.  Quizás necesitas concentrarte en otra cosas para liberar la atención en si funciona o no el dichoso chip...- él tenía razón
- Pero ¿H juliana?...- pregunto
- Junto la encontraremos, tu solo ocúpate  de volver hacer una sola pieza. No más llanto, ni aislarte en la habitación...- Les juro que con casi 25 años me sentía como una niña indefensa. Tenía que volver a empezar y no sabía por donde hacerlo. Debía regresar a mi casa, establecerme y de ahí volver a intentar recuperar mi vida normal... No sé qué tan normal sería sin Juliana, pero se que papá la encontrará y si no iré yo por ella. Nada jamás tuvo tanto sentido para mí como ahora... Quizás tenía que tocar fondo así, sentir esta desolación que ahora me inunda para pensar con claridad...
Y papá que puedo decir de él, jamás debemos subestimar a nadie ¡¡Qué inmadurez la mía!! Creer que podían condicionar mi vida con sus prejuicios absurdos...
Mañana será mi nuevo intento, tal vez el más  importante después de tantos para recuperar mi vida...