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JongIn se encontraba en una especie de crisis, asi que sin más apenas llego a su hogar fue directo a su habitación y se encerro sin más.
La mayoría había creído que estaba simplememte agotado estresado por aquella difícil situación, pero la realidad era otra.
Él se encontraba dándose una ducha con agua helada para tratar de quitar aquella sensasion eléctrica que aún rondaba en su cuerpo al recordar la mirada perdida de KyungSoo con las pupilas dilatadas, sus labios entre abiertos con el inferior soltando un pequeño hilo de sangre que él mismo habia provocado. Se sentía invadido por un deseo irremediablemente condenado. Hacia tiempo habia creido olvidar a ese JongIn quién disfrutaba del dolor ajeno, del sufrimiento y la sangre. Pero al parecer, simplemente transformandolo en algo más oscuro, y prohibido. Sabía que ser un sádico sexual era completamente mal visto y era una posición muy llena de tabúes, pero no pudo evitar querer dominar y castigar a aquél hombre que se veía tan indomable e inalcanzable. Y bien sabía que una parte de aquél hombre tambien lo deseaba. Eso era lo que lo volvía aún más demente. No sabría si se podría controlar, no con él.

Pov KyungSoo

Habían pasado 4 días exactamente de aquél arrebato entre Kim y yo cuando me informaron que tendría que volver a reunirme con él en su mansión para tratar algunos asuntos con respecto a las redes de narcotráfico que compartiamos.
A pesar de no temer al idiota apuesto de Kim, sería una locura ir sin protección.
Así que decidí llevar a uno de mis así llamados "conejos", un chico de cabello rosado, contextura delgada. Particularmente hermoso, diría yo. LuHan era ahora mi segundo al mando desde que BaekHyun decidió que era más razonable traicionarme por una polla, que seguir bajo mi protección.

Al momento en que llegamos a la puerta de aquella imponente mansión, mi expresión era la misma, seria e imponente, pero mi cabeza estaba en llamas, ¿Kim iba a hacer algo? ¿Le habría dicho a alguien al respecto?
No.
Él sería el más perjudicado si eso sucediera.

El sonido de una puerta abriéndose me arranco de mis pensamientos. No era Kim, sentí que me regresaba el alma al cuerpo.
Era un hombre alto, de espalda ancha, traje perfectamente arreglado, y una mirada que podría congelar al mismo infierno.

-Bienvenidos, mi nombre es SeHun, mano derecha de Kim JongIn, adelante por favor.-

Vi a aquél hombre devorarse con la mirada a LuHan, quién por su parte permanecía estoico, a pesar del hecho de que sus pupilas estaban muy dilatadas, ambos con sus ojos fijos en el otro. ¡Debían estar jodiendo! ¿O es que acaso todos los perros de JongIn emanaban feromonas de celo?

-Él está en su estudio, los guiaré, detras de mi, por favor.-

Bueno, debía de admitir que ese tal SeHun tenía un trasero de los mil infiernos.

Al llegar a aquél estudio, respire de manera discreta buscando calmarme.
Entramos, Kim estaba tras su escritorio, con su espectacular cabello castaño peinado a la perfección, una camisa negra con los primeros botones desprendidos, y sobre ella un saco color rojo intenso. En su mano derecha sostenía un vaso de cristal con algún tipo de licor amarronado, y en su mano izquierda sostenía un cigarro. El cuál llevo a sus labios con la mirada fija en mi, mierda, esto se esta volviendo algo complicado.

-Do, que gusto que hayas venido, empecemos nuestra junta. Pero sabes que no pueden estar aquí ni tu mano derecha, ni la mia. SeHun, lleva al conejo de Do a la sala de estar, beban té o algo-

Vimos al tal SeHun acercarse, pero LuHan no se movio un centimetro. Con la mirada fija en Kim.

-Ve con él, puedo cuidarme de los perros grandes.-

Dije a mi acompañante sin dejar de ver a JongIn.
En el momento en el cual ambos estuvimos sólos, Kim me lanzo una mirada que yo sólo podría describir como la mirada que lanzaría un depredador a una presa que está atrapada entre sus garras. No me dejaría intimidar por él. Me senté frente a él y encendí un cigarro.

-Tengo entendido que las redes de Narcotráfico que tenemos en común están en riesgo, la Policía no deja de hacer allanamientos y eso es problemático para ambos.- Dije exhalando el humo en mi pecho.

-Bien, entonces cambiemos de ruta a un terreno diferente. Las pandillas del Sur están cada vez más débiles. Movamos las fábricas a esos barrios bajos, la Policía no entra a esos lugares.- Decía seriamente.

-Es una buena estrategia, Kim. Bien, pero no cambiaré todo de un día para el otro. Moveré un 10% de mi red al lugar específico que tu eligas, y si no funciona, pierdes tu cabeza.- Lo miré con frialdad y me levante de mi silla.

-Bien, habiendo tratado esto, es momento de que me vaya.-

Me voltee y comencé a dar pasos firmes en dirección a la puerta. Mala idea. Luego de eso, sentí como una tela suave cubría mis ojos. Una corbata.

-¡¿Qué mierda?! Kim JongIn, ¿qué crees que haces?-

-Silencio, debes obedecerme. ¿Crees que un buen Dominate no reconocería un sumiso frente a él?-

Mi sangre en ese momento se congeló. Kim JongIn, el hermanito débil de Chanyeol era un Dom, y lo peor, había reconocido que yo era un sumiso. Mierda, estoy jodido.
Sentí que la corbata era removida de mis ojos.
Mis ojos se clavaron en los de JongIn, mi corazón latía demasiado rápido. Él volvió a su lugar en el escritorio, yo lo imite.

-Bien, KyungSoo. Seré directo, quiero que seas mi sumiso.-

En ese momento me sentí morir. Era imposible, no.
¿Yo realmente lo estaba considerando?

-Kim JongIn, ¿debo recordarte con quién estás hablando? Soy Do KyungSoo. No debes joder conmigo.- Dije irritado, esta broma no me caía nada bien.

-No estoy jodiendo. Soy un Dom experimentado, se bien que las relaciones de BDSM implican una confianza y consentimiento enorme. Pero no puedo evitar querer dominarte, cada fibra de mi cuerpo pide verte atado de pies y manos en mi cama.-

Mi cuerpo se estremecia con cada palabra. Pero él tenía razón, implicaba confianza que por alguna razón, yo ya sentía con él.
Así que lo pensé por un segundo, y me levante de mi lugar.

-KyungSoo, espera...-

Me arrodille frente a él, y lami mis labios, sus ojos negros estaban vidriosos por el deseo, así que agache la vista y con voz suave hable.

-Esto es completamente confidencial, mi rango de dolor es bastante alto, y siempre uso palabras de seguridad, ya que me gusta el juego de ser forzado. Me gusta la humillación, pero no en público. La relación de ambos será monogama, y odio el pet play. Lo demás lo aclararé en el contrato que le haré firmar.
Pero en conclusión, le pido que me deje ser su sumiso, señor.-

Levante la vista por un segundo, y JongIn estaba mirandome con algo que sólo podría describir como hambre. Él me tomo del cuello y me acerco a sus labios. Nos fundimos en un beso lleno de ansias y deseo.

Está definitivamente sería una idea terrible.




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Bueno, quiero aclarar que todo esto es ficción, si bien intento representar lo mejor que puedo una relación de BDSM, es mucho más complejo que eso. Lo importante es respetar al o la compañerx con el o la cual se practican estas cosas. Es muy importante confiar en el o la otrx
Besis

BLOOD. [Kaisoo] [BDSM-DaddyKink]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora