BLOOD. [Kaisoo] [BDSM-DaddyKink]

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JongIn estuvo horas esperando la llamada de KyungSoo, había fumado al rededor de 15 cigarrillos, mientras daba vueltas por su oficina privada, no dejaría que BaekHyun, quién de por sí ya era un manojo de llanto y nervios. Eran al rededor de las 04:45 a.m.  cuándo recibió la llamada de KyungSoo, en un instante ya estaba montado en su auto dirigiéndose al lugar el cuál le indicó el pelinegro.
Ese lugar parecía un cementerio, no ruidos, no guardias, sólo cadáveres.
Solamente en ese punto el moreno llegó a entender que tan peligroso era ese chico de ojos grandes y labios gruesos. Todos los guardias y personas de esa "casa" presentaban la misma causa de muerte, un disparo en la rodilla, y un corte limpio en el cuello. JongIn estaba asombrado, ni en todos sus años de entrenamiento con su padre había imaginado lograr un trabajo así de impecable. A su corta edad, KyungSoo debía haber entrenado mínimo 10 años para lograr esas habilidades y tácticas.
Logro observar a KyungSoo a la lejanía, quién sostenía a ChanYeol en sus brazos, corrió junto a ellos y levanto al pelirrojo como si se tratase de una pluma, corrieron a el auto, al subir, lograron oír a la lejanía las características sirenas de Policía. El mercedes negro de JongIn en un momento aceleró de 0 a 150 kilómetros por hora.

En unos 15 minutos estaban entrando a casa de JongIn, el médico había logrado estabilizar a G-Dragon, pero al ver a ChanYeol su rostro padeció.
Había sido Doctor de la casa Park durante 20 años, prácticamente había visto crecer a los hermanos, y ver de ese modo a ChanYeol había hecho que su corazón se estrujara.
ChanYeol padecía de una anemia fuerte, por lo que inmediatamente comenzaron a darle hierro, lo enyesaron en los lugares adecuados, y cuando lograron estabilizarlo, seguía dormido, temían que fuese estado de coma.

BaekHyun despertó en la habitación de ChanYeol, entre sus brazos, su pequeño hijo, lucía calmado y con su pequeña respiración tranquila. KyungSoo entró a la habitación con su desayuno en mano. Baek forzó una sonrisa.

-Gracias, Kyung. Aunque no creo tener apetito...- Dijo el rubio con un hilo de voz.

-Baek, lo encontramos, está siendo tratado por el doctor ahora, pero debes saber que...- KyungSoo no logro terminar de hablar debido a que BaekHyun en un instante había salido corriendo de la habitación.
Esa casa era enorme, había tardado al menos 10 minutos en encontrar la habitación dónde estaba su esposo, y al encontrarlo sintió a su mundo tambalearse.
ChanYeol estaba conectado a diferentes máquinas, la mitad de su cuerpo estaba cubierto por yeso, y sus ojos grises estaban rodeados por hematomas morados, su labios partidos e hinchados, su cabeza mostraba vendas sobre su cabello rojizo, BaekHyun estaba en una especie de transe, se acerco lentamente a la cama de su amado.

KyungSoo llego unos momentos detrás de él, intento acercarse pero JongIn lo detuvo. El rubio debia procesarlo, asumirlo.

-Vamos, Channie. Levantate, TaeOh también esta aquí. Vamos a casa, debemos preparar todo para nuestro aniversario, y el cumpleaños número 1 de Tae...- su voz sonaba quebrada.
-ChanYeol, por favor, sé que me escuchas. Por favor, no puedes dejarme... No así, no con un hijo por criar, TaeOh debe conocer al magnífico hombre que es su padre, deben jugar a los bolos juntos. Mierda ChanYeol, no puedes dejarme ahora, no cuándo nuestra vida juntos recién comienza. Vamos, levantate y vamos a casa. Por favor.- Luego de pronunciar esas palabras rompió en un llanto desgarrador, rogaba a Dios por su esposo, su hijo, por su familia.
KyungSoo estaba a su lado acariciando su espalda, se negaba a llorar sólo porque quería evitarle eso a su hermano.

-Kyung, sin él no sé que haré. Mi vida son mi hijo y esposo. Yo no...no podría.- dijo antes de volver a romper en llanto el rubio.

JongIn se limitaba a mirar la escena con el con una sensación amarga en el pecho. Se situó del otro lado de la cama donde yacía ChanYeol, y se acerco a su hermano, para luego hablarle suavemente.