Hambre (GiyuuShino)

V

—¡Shinobu-san!—gritó la alegre pelirosa

—Mitsuri-san, ¿que ocurre?—

—¿es cierto?—

—¿que cosa?—

—Que eres novia de Rengoku-san—

—¡ah eso!, sí, comenzamos a salir hace poco—

—Me alegro por tí—la pelinegra notó como su compañera se entristecía—*¿no será que....?*—

—Bueno, solo quería preguntarte eso, nos vemos luego—

—¡Espera!—

—¿qué pasa?—

—Nada, olvídalo *mejor le pregunto más tarde*—

Ambas chicas se dirigen en sentido contrario hasta finalmente desaparecer de su vista.

(......)

—Sabía que no tenía oportunidad con Rengoku-san, bueno, supongo que mientras él sea feliz está bien—

Tal como sospechaba Shinobu, la pelirosa tenía sentimientos por Rengoku, no era un simple enamoramiento común y pasajero, de lo contrario, este se fue formando con el paso del tiempo y ya no quería seguir negándolo, le hubiera gustado, algún día, decirle lo que siente, lo que siente hacia él, a ese amable, enérgico y noble chico, pero ya no podrá hacerlo.

(.....)

Rengoku estaba pensando en Shinobu y en la relación que tienen ahora, y a quién quiere engañar, él sabe que ella no está realmente enamorada de él y lo acepta, pero no sabe porqué lo aceptó, talvez pronto le pregunte, sigue caminando hasta que ve a cierta persona.

—¡Kanroji-san!—la llama alegremente, por el momento se olvidaría de eso y se dispondría a pasar tiempo con su mejor amiga.

—¡ah!Re-rengoku-san—

—¿estás bien?—

—Sí, ¿por qué la pre....?—

—¿segura?—

—Sí—

—Está bien, te creo—Realmente no le creyó, de inmediato notó en su tono de voz, que algo no andaba bien, ya que rara vez esa alegre chica se hallaba afligida o triste.

—¿Y qué cuentas?—

—Nada, lo mismo de siempre supongo, digo, maté demonios ya sabes, lo normal—

—¿Y que hay de tí con Shinobu?—

—¡Ah, eso! Supongo que ya te enteraste, verás ahora somos novios—ella sabía que no debía preguntar, que al hacerlo sólo se haría más daño, ya que al ver como el rubio sonreía al decirlo, no pudo evitar que su corazón se estrujara, es que no podía simplemente ignorarlo, así que sólo siguió escuchando.

—......estábamos apunto de irnos cuando.....—

Ya no podía reprimirlo más, así que lágrimas corrieron por sus sonrojadas mejillas.

—¿es-estás bien?¿que pasó? Si hize algo que te molestará solo dímelo, no importa lo que sea—

—No hace falta, estoy bien, es que verte tan enamorado me hace desear encontrar a alguien así algún día—

—Ya, ya pasó —dijo cuando comenzó a acariciar su cabeza—deja de llorar, arruina tu rostro, a que te ves mucho  mejor sonriendo—

Ella sonrió y comenzó a reír, y lo abrazó, transmitiéndole todo lo que sentía, tanto como su cariño, al igual que su comprensión, si él era feliz, ella también lo sería, y tal vez, como ella lo desea, encontrar a un hombre que la haga feliz