Hambre (GiyuuShino)

XII

—Así que era eso—

—......—

—Supongo, que, lo siento por ignorarte, digo, es que no lo sé, se sentía extraño—

—entiendo—

—aunque es más extraño era el que te preocuparas, gracias creo, es un, como decirlo, lindo detalle, pfff—la Pilar suelta una pequeña risa— realmente no combina contigo—

—Estaba pensando, en lo que me dijiste—

—¿Que cosa?—dejo su mueca divertida, posteriormente, se sonrojó levemente, le dijo bastante cosas y no sabía con exactitud a que se refería.

—Sobre los cazadores—

—¿Que pasa con eso? Es bastante extraño que pienses en eso—

—Rengoku—

—¿Rengoku-san?¿que ocurrió?¿porqué pensabas en él?—Preguntó curiosa y ligeramente triste la Pilar del insecto.

—Él me debía tres platos de salmón con rábano—

—¿es en serio?—Dijo con cierto tono de molestia, le molestó en cierta parte que el pelinegro sólo se hubiera preocupado por eso.

—Sí, dijo que me los iba a dar por invitarte a salir de su parte—

—¿y por qué pensabas en eso?—

—Alguien me los tiene que pagar—Dijo con su rígida e inquebrantable expresión.

—Si quieres yo lo hago—Comentó ella casualmente, no le gustó este tema de conversación.

—Está bien, vamos—

—¿ahora?—Y eso la sorprendió ligeramente.

—Si, ahora—

(.....)

—Ya llegamos, Kanao—

Los chicos de dirigían hacia la finca de la mariposa hasta que finalmente llegaron.

—Si, gracias por acompañarme—

—No fue nada en realidad, bueno, mmm, nos vemos luego, iré a ver cómo están los chicos—

Kanao se quedó observando como el chico se apartaba de ella, pero, pese a eso, ella no podía apartarlo de si cabeza, ni de su corazón.

(......)

—¡Chicos, ya llegué!—

—Hola, Tanjirou—

—¡Monjiro!, al fin te dignas a aparecer —

—Tanjirou-san, finalmente llegaste, perdón por interrumpir pero necesito tu ayuda—

—Por supuesto Aoi-san, ¿que necesitas?—

—Necesito que hagas que este idiota coma—Dijo la chica, apuntando fijamente a Zenitsu.

—¡Ella le puso algo a la comida, sabe asqueroso!—

—¡No hables!— Le reprochó la chica de coletas.

Aoi kanzaki, la chica que los atendía cada vez que se encontraban heridos, tal vez un poco enojona, pero tenía un buen corazón, corazón que latía por cierto chico presente en la sala, y que sin saberlo, sus latidos estaban a la par.

(.......)

—Iguro-san—

—¿Que pasa?—

—¿Quieres acompañarme a dar un paseo? Estoy aburrida y hace tiempo que no paseamos por algún lugar—

—Por mi está bien—