IX

9.6K 607 365
                                    

Han pasado un mes desde lo ocurrido por Rengoku, poco a poco se fueron calmando las cosas y superándolas, algunos siguieron con su vida, otros siguieron su ejemplo de vida.

Se puede ver a lo lejos al pilar del agua, con la mirada perdida, mientras es molestado por cierta chica, últimamente su relación a mejorado levemente, y con levemente me refiero a que a cambiando muy poco, por lo menos ahora se acostumbró y aceptó que ella lo molestará de diversas formas, se resignó a que no podía hacer algo contra eso, y así están actualmente, ella picándole las mejillas, mientras le habla de manera burlona y es ignorada por él, lo mismo de todos los días, agradece que últimamente no han tenido misiones juntos, pero no es sólo eso, si no que también lo que siente, quiere tratar de evitarlo, no sería correcta una relación así, pero ella sigue insistiendo, se alivió por un momento, ya que ella se detuvo, pero luego, nuevamente volvió a hacerlo, así que en vez de reírse de él, insiste, lo presiona, pero por suerte ahora no, ahora le está diciendo que es desagradable y que nadie lo quiere—*si nadie me quiere porqué no dejas de insistir*—Se guarda sus palabras, si las dice comenzará una discusión sin fin, y que si finaliza, concluirá por un monólogo de ella y el sólo asintiendo aunque realmente no esté prestando atención, como ahora.

Está ansioso, quiere callarla, pero en su mente quiere callarla de una forma un tanto, poco convencional, y lo más probable es que termine cediendo.

—Ne~ne~Tomioka-san, ¿qué tal si vamos a comprar algo para comer—

—......—

—Ne~ contéstame—

—......—

—To-mio-ka-san~, To-mi-oka-san—

—Está bien, vamos—

Y la lleva a cualquier lugar que encuentre, probablemente al primero.

—Aquí está bien—

—Gracias por esforzarte Tomioka-san—dice sonriendo—

—De nada—

De su sonrisa sale una mueca y se de frente, venas.

Piden lo mismo de siempre, y comen lenta y silenciosamente, la tensión que había desapareció, para no dejar rastro, sacian su hambre, comienzan a sentirse satisfechos, pero no será por mucho...

(.......)

—*Ultimamente Iguro-san ha sido muy amable conmigo*—Piensa la pelirosa, actualmente se encuentran sentados, ella está comiendo y él sólo la observa comer, no necesitan palabras, así simplemente están bien.

—Tienes algo en la mejilla—Le dice tímidamente Iguro, mientras le señala restos de arroz que, efectivamente estaban adheridos a su cara.

Ella observa, se avergüenza ligeramente y le limpia— Gracias por decírmelo Iguro-san—

—Bueno supongo que cualquiera lo haría—

En eso tiene razón, es de bastante mala educación no decirle a alguien que se ensucia al comer, ya que si ese alguien no se da cuenta, podría andar todo el día así, y eso sería el triple de vergonzoso.

(......)

—Señorita—Mientras Shinobu y Giyuu se encuentran caminando hacia la sede, una niña pequeña los detiene, y le habla específicamente a Shinobu—Tiene un poco de comida en la cara—

—¡oh! gracias por decírmelo pequeña— le dedica una sonrisa, y ella le responde de nada, se aleja, y vuele con su madre.

—Tomioka-san, ¿Por qué no me dijiste que tenía algo en la cara?— dice seriamente, algo enfadada.

—Creí que no era importante—

—¿Sabes por qué sigues con vida?—

—Porque no he muerto—

Ni siquiera se esfuerza en hacer una mueca o reclamarle sólo sigue caminando, y él sigue a su lado —creo que no tienes remedio—

—Lo siento—dice fría y secamente, eso definitivamente no suena nada parecido a un disculpa, suena como aburrimiento, aburrimiento sin fin, algo que no puede quitar de su tono de voz, a menos que se enoje.

(.......)

Termina su sexto plato, se dispone a pedir dos más, pero en un abrir y cerrar de ojos, ya están aquí, y ese alguien que se los trajo se hallaba al lado ella.

—¡Muchas gracias Iguro-san—le contesta alegremente, agradece por la comida, y sigue comiendo.

—De nada—le responde mientras la ve comer, es que ¿podía existir algo más hermoso en este mundo?se pregunta mentalmente, es que ella es hermosa, tanto interiormente como exteriormente, se sonroja levemente, algo raro en él, pero gracias a las vendas y la concentración por comer, es poco notorio—*así es mejor*—el chico sabía de los sentimientos de ella por Rengoku, nunca los confirmó, Pro era algo claro, y sería algo muy malo incluso para él, aprovecharse de que ella estaba triste, así que por el momento sólo se conformaría con su amistad y con el estar cerca de ella, —*así es mucho mejor*—

(......)

Ya están de vuelta en la sede, y al parecer a ella ya se le quitó el enojo, ya que volvió a molestarlo nuevamente, no lo piensa dos veces, y hace lo que debe hacer...

—ne~tomioka-san, por qué eres tan callado, vamos hablas, si sigues con esa actitud sólo serás más irrirable—

—Tú eres irritable—

—¿Qué dijiste?—

—Que tú eres irritable—

—Con que derecho puedes decirme eso—

—y con qué derecho me los puedes decir a mí— se acerca peligrosamente a ella, no quiere ceder, pero es casi imposible.

—Buen punto, ¿sabes? Si mañana no despiertas es que probablemente hayas sido envenenado—

—No consumiría veneno—

—Te lo puedo inyectar mientras duermes, es simple, es cosa de enterrar la aguja y listo, se acaba el problema—

—Has lo que quieras, pero déjame dormir en paz—

—¡oh!lo harás, y lo harás ¡eternamente!— da una sonrisa triunfal.

—No vas a matarme, te puedo quitar el veneno, o lo puedo eliminar con la respiración—

—Pues hay otras formas de matarte— se acerca más y más lentamente—Que tal si te mato de hambre— Sin esperar respuesta, le roba un beso, nuevamente, el no lo rechaza, no está vez; su apetito volvió a crecer, pero esta vez, no va a contenerse, está vez, va a comer hasta saciarse.

Ella al no tener su rechazo como lo era habitualmente, se sorprende por un momento, luego cierra sus ojos, y posa sus manos detrás de su cuello, y lo atrae más a ella, aún más.

El la toma por la cintura y la aprieta, quiero más, todavía no está lleno, sienten pasos, se separan rápidamente, se oyen jadeos por parte de ambos, los callan, él vuelve a tomar su compostura,—Hasta mañana, Kouchou—dice como si nada hubiera pasado.

—Hasta mañana Tomioka-san— Se adentra en la finca, y ve a kanao, los pasos de seguro fueron de ella.

—Buenas tardes maestra—

—Buenas tardes, Kanao—

—La sentí llegar y vine para aquí, quería hablar de algo con usted—

—Está bien, ven, vamos a su oficina—

Y ambas chicas se adentran en la finca, una está perdida en sus pensamientos, ¿qué acaba de pasar?osea, sabe lo que pasó, pero por qué el no la rechazó, eso la alegra, tiene oportuno con él, o eso espera...

Llegan a su oficina, y Kanao comienza a hablar...


Hambre (GiyuuShino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora