Hambre (GiyuuShino)

XXIII

—¿Crees que sea hora de volver?—

—No, estoy bien así—

—Si tu lo dices—

—.............—

—¿En qué piensas?—

El sólo mira hacía el cielo, piensa por un momento su respuesta, luego mira hacía ella, y así se queda, observándola fijamente, sin mirar nada más que sus ojos.

—¿Que pasa?—

Lleva su mano a su nuca, y comienza a ascender lentamente, hasta que se detiene en aquella mariposa que adorna a su mariposa.

Y la quita, desprende el pendedor de su cabello, y estos caen sobre sus hombros, comienza a acariciar cariñosamente sus hebras, mientras entrecierra sus ojos, sigue perdido en aquel valle de lavandas que brillan con el resplandor de la luna.

—¿Vas a decirme que pasa?—Habla con sutileza, una pregunta al aire, que no es alcanzada a escuchar por su amante.

Ella también se pierde en aquel profundo mar, calmo e indiferente, que la ahogan completamente; se dejan llevar, sus respiraciones chocan, una vez más, ya no hay vuelta atrás.

Un contacto, dos contactos, sus cuerpos lentamente comienzan a ceder, introduce su lengua con lascivia y hambre, ella le abre paso, y lentamente comienza a entregarse y caer en la lujuria.

—¿Q-qué es-estás haciendo~?—Pregunta de manera juguetona en cuanto él se separa de sus labios, y comienza a recorrer con besos y lamidas, hasta llegar a su apetitoso cuello.

—¿Acaso importa?—él no abandona su tono frívolo y distante, y sin perder más tiempo, comienza a besar y dejar pequeños chupetones que aún que no lo pareciera, más tarde se marcarían, y darían a conocer que ella es sólo suya, y él es sólo suyo, siempre será así, ni la muerte eliminará aquel contrato basado en besos, caricias, amor y locura. Porque ambos se sienten llenos uno con el otro, porque ambos se aman y no dejarían que nada malo les pase.

Flashfoward...

—Caw! Shinobu está muerta!—

Aquel llamado se hizo presente en la habitación, ¿Ella, ella está...? No era imposible...¿o no?

Siente como se pierde su mundo, como aquello que amaba con todo su alma, con todo su débil y una vez ya roto corazón, desaparecía; era como su la vida se burlara y disfrutara su sufrimiento.

¿Porqué otra vez?¿Porqué otra maldita vez la vida se convertiría en mierda misma?¿Porqué?

¿Acaso ya no tuvo suficiente sufrimiento?¿Que acaso su ser era tan miserable que no merecía ser feliz?¿acaso este era el precio por ser débil?
¿Cual era el sentido de todo?¿Cual era su maldito sentido? Si ya no tenía el derecho de amar y vivir una vida feliz para qué seguir viviendo.

¿Qué importa si muere ahora? Nada, a nadie le importa su mísera vida.

¡Ni siquiera puede darse el derecho a llorar si él no hizo nada para evitarlo!

Aquel vacío que alguna vez hubo comenzaba a hacerse presente por la misma persona que lo completó.

—*¿Por qué?*— se lamentaba tristemente ¿Porqué?.

Fin de flashfoward.

Lentamente comienza a descender mas abajo, su haori ya se deslizó por su brazos hace ya bastante tiempo, así que sólo empieza a desabotonar, botón por botón, beso por beso, hasta que la prensa fue completamente quitada de allí.