XIX Especial: Tomioka Giyuu

4.7K 206 85
                                    

Esto se remonta 7 años atrás, cuando algunos cazadores aún eran niños, otros se hallaban entrenando, otros ahora son ex pilares, y Muzan, Muzan se hallaba oculto entre las sombras...

Montaña Sagiri....

Se podía ver en la lejanía a dos niños jugando, pasando tiempo juntos como los amigos.....no, como los hermanos que eran, o por lo menos casi, a que me refiero, me refiero a que los chicos eran tan unidos, que, si su apariencia fuera similar, la gente pensaría que éstos eran hermanos.

Uno era más bajo, sólo por un par de centímetros, no mucho la verdad, era más tímido, reservado, pero era alegre, y a menudo sonreía, el otro era fuerte, valiente, y era bastante más extrovertido, pero, pese a eso, eran inseparables.

Terminado el momento de descanso, los aspirantes a cazadores fueron a entrenar, ambos tenían un motivo, un ideal, una venganza.

Entrenaban día a día, constantemente, con tal de lograr su objetivo, el resto de su vida, era en base a eso.

El más pequeño, tenía unos característicos ojos azules, y los del mayor eran de un morado grisáceo. Eran cómplices, compañeros, siempre juntos, pero, el destino tenía otros planes para ellos.

El tiempo había pasado, lento pero había pasado, sólo quedaban dos meses para la selección final, el de ojos grisáceos ya había logrado cortar la roca, aquella prueba impuesta por Urokodaki Sakonji, antiguo Pilar del agua, pero en cambio el de ojos marinos aún no había logrado avance, por más que lo intentara, y ya había pensado más de tres veces rendirse, pero su amigo no se lo permitía, no permitía que se rindiera y que tirara todo por la borda, no de nuevo, el no volverá a ser débil.

Quedaban sólo tres semanas para la selección, y ambos habían partido en dos aquella gigantesca roca, estaban listo, tanto física como mentalmente, o tal vez eso era lo que trataba de demostrar el ojiazul, ya que, los nervios lo carcomían lentamente por dentro, y el miedo y desconfianza de sí, volvía a él.

Trataba de mentalizarse que el sobreviviría junto a su compañero, pese a que, aún se consideraba débil en comparación a él; moriría, estaba seguro de eso, pero al menos moriría con valor, de que de un u otro modo, se enfrentó cara a cara a aquello que le arrebató a su hermana.

Ahora el tiempo pasaba como un suspiro al aire, efímero y pasajero, y dentro de poco, faltaba sólo una noche para la selección final, ambos chicos estaban en dos futones, juntos, con una fogata a sus pies, su maestro ya estaba dormido en otra habitación, sólo eran ellos dos, en la calma de la noche, estaban hablando trivialidades, cosas de lo que dos personas pueden hablar a menudo, el ambiente estaba ameno, hasta que un comentario, más bien una declaración por parte de unos, algo tan inesperado, que rompió la atmósfera, formando una completa diferente, más tensa, pero, lo dijo tan decidido, que incluso admiró cuanto lo hizo, pero pese a eso, no pudo responder, más bien, no sabía que responder, se supone que estaban hablando cosas banales, pero, esto definitivamente no se habla normalmente, y menos entre personas con la relación que llevan ellos....

—¿Sabes qué, Giyuu?—

—¿Que ocurre?—

—Tengo algo que decirte, espero que no te enojes conmigo—

—¡Nunca me enojaría contigo Sabito!—

—Shh, no grites, Urokodaki-san está dormido—

—Lo siento—

—.........—

—y....¿qué me querías decir?—El chico pregunta con tanta inocencia, que a imposible cambiar de tema o negarse a lo que está apunto de pasar.

Hambre (GiyuuShino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora