Ronroneo [Sterek]

Capitulo 17

Derek P.O.V

-Bueno, me temo que no solo puedo decirles cosas buenas, en este momento se encuentran en un aprieto, y bueno, yo también. –

Stiles y yo nos miramos con expresiones de confusión.

-Verán, hace unos días pude verlos, como les tuvieron que haber contado, no vi cosas muy buenas en su futuro, y la única solución que se me ocurre para ayudarles es hacer un ritual. -

- ¿Y cómo es ese ritual? ¿Por qué dices que tú también estas en aprietos? –Stiles indago como siempre.

Dentro de mi había más dudas frente al nereida, como: ¿Por qué era un nereida? ¿Por qué era hombre... o lucia como uno? ¿Por qué nos podía "ver", como había dicho previamente? ¿Qué fue lo que hizo al tocarnos las manos? ¿Y por qué? Pero a mi mente vinieron las advertencias de Kendall y Gigi, no quería ofenderlo de alguna manera, así que preferí filtrarlas.

-Bueno, tengo que explicarles algo sobre ustedes mismos. Sus almas no son comunes y corrientes; como sabrás, Derek, la mitad de tu alma es de hombre y la otra es de lobo. En tu caso Stiles, la otra mitad de tu alma es felina. Sus almas de hombres son complemento, en cambio sus otras mitades son un opuesto, esto podría significar que ustedes no podrían nunca estar juntos. Pero, aun así, hace muchos años existieron dos seres, en una situación igual, que fueron capaces de fundir sus almas. - Joaquín nos miró de una manera peculiar, con todo el conocimiento que nosotros ignoramos oculto tras sus grandes orbes negros.

-Ósea, que tenemos que fundir nuestras almas. -

-No- el rió levemente -De hecho, ustedes son esos seres que ya fundieron sus almas, pero en otra vida. La idea del ritual es algo así como recordarles su vínculo. Stiles, tu estas fuera de control porque sus cuerpos aún no se adaptan, podrás estabilizarte cuando sus almas se reconozcan y cuando eso pase, ambos adquirirán un poder muy grande. –

-Y lo otro, ¿Por qué esto se relaciona contigo? -

-Eres tan perspicaz- Joaquín sonrió de nuevo, pero esta ver su sonrisa lucio triste, pues no llegaba a sus ojos -Veras, para que puedas entender tendré que contarte mi historia. - Tomo una pausada  honda respiración, sus ojos lucían tan apagados.

- Nací en México como un humano, crecí teniendo una vida bastante normal hasta que cumplí los 18. Verán yo no lo sabía, pero en mi familia existe una maldición que pasa de generación en generación, una que hace que nos volvamos esto.- Dijo lo último con un deje de tristeza, agachando un poco su cabeza.- Esto me da acceso a las mentes a través del tacto, tengo visiones y otros poderes, pero estoy atado a este lago, mi cuerpo no resiste el calor, con el tiempo ha empeorado y es probable que llegue un momento en el cual no pueda ni siquiera sacar la cabeza del agua congelada.- Tomo una pausa.- No me molesta del todo, es un hermoso paisaje, me gusta el silencio, el agua y la naturaleza, solo hay un problema...- El tomo aire de nuevo de manera lenta, sus mejillas se tornaron rosadas.

-Yo me enamore. – al elevar su rostro algunas lágrimas se escurrieron.

Narrador omnisciente

Yucatán, México.

- ¿Ósea que no hay nada que hacer? - Deaton y Braden se encontraban enfrentando a una anciana, que en calma y con los ojos cerrados movía su cabeza con lentitud en un gesto de negativa.

-Debe haber una forma. -Había desesperación en la voz de Braeden. –Debe haber una forma de cambiar el destino... debe haber una forma de romper la maldición....

En el bosque continuo al lago...

Un joven de cabello rizado calentaba sus manos con el aliento que salía de sus delgados labios, el vapor calentaba la punta de sus delgadas falanges, y rosaba su afilada nariz. En su mente una sonrisa perlada junto a un sonrojo leve lo mantenían despierto. Él ya había tomado la decisión, él haría lo que fuera por el bienestar del ser que ama, ¿quién no? Después de todo, la razón por la que la sangre fluida por sus venas era por el calor que le brindaba el amor. Una mezcla de emociones encontradas le hizo derramar dos lagrimas por sus mejillas, dentro de él había bondad, dentro de él había luz, pero sus manos temblaban, porque también estaba el miedo. Se quebraba por dentro y maldecía al pensar en lo cruel que era el destino; como podría ellos ser bendecidos con el amor, para después desgarrar sus alamas con la perdida.

No era justo, pero él estaba dispuesto a luchar, sin importar los costos.

OoooOoooOoooO

Pistica en multimedia ;)