Capitulo 18

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Stiles P.O.V

¿Qué tiene de malo enamorarse? En lo personal, llevaba años sintiendo el enamoramiento no correspondido, y por mucho que doliera, debía admitir que lo disfrutaba. Disfrutaba de ver a Derek a la distancia, disfrutaba de ocultar mi mirada de la suya por el miedo a que pillara el brillo que en mis ojos salía cada vez que estaba cerca. Claro que dolió, hubo momentos difíciles cargados de inseguridades y de soledad, pero ¿no es el dolor parte natural de la vida?

Además, eso había cambiado, era asombroso como llevaba apenas una semana en que la vida tenía otro color; era verde aguamarina con un centro profundo y bordad por negras pestañas. La vida abrazaba mi cintura con firmeza, y generaba calor en cada parte que tocaba de mi cuerpo, la vida era hermosa y yo feliz de ser correspondido.

Que podría ser tan malo en estar enamorado que hiciera que Joaquín, después de confesarlo, derramara unas cuantas lagrimas mientras sus manos se aferraban a su pecho como tratando de atravesar su piel hasta llegar a su corazón.

-Antes de si quiera saber lo que me esperaba en la vida conocí a alguien, un ser humano con un corazón de oro: brillante, tierno, amable, él sabe cómo hacer sonreír a medio mundo con tan solo su presencia, y supo cómo hacer a mi corazón latir a un ritmo tan diferente que no podría ir en ninguna canción. No si no es una canción de amor...- Joaquín tomo unas respiraciones antes de regresar a un estado más calmado, sonrió, pero su sonrisa no llego a sus ojos. - El amor es un hermoso regalo, puede ser muy corto, pero somos bendecidos por experimentar esa pequeña posibilidad así sea por segundos; segundos que pueden ser eternos en nuestro corazón. Pero él no lo entiende, y eso hizo que tomara una mala decisión. Es mi culpa, y aun así no puedo detenerlo, la única forma de evitar una tragedia es que ustedes hagan el ritual ya, una vez que este finalice, el ya no podrá hacer nada. – Joaquín, parecía ser una persona honesta y al mismo tiempo reservada. Me sentí muy mal de ver la situación por la que pasaba, si bien aún no entendía bien que sucedía, si podía sentir su dolor, me imagine como me sentiría si por alguna razón no pudiera estar con Derek.

Con decisión me pare frente a él, y me agache para quedar frente a frente y mirarlo a los ojos. – ¿Que debemos hacer? - La decisión que sentía tuvo que haber llegado a él, porque su sonrisa se resaltó mas.

-Bueno, tendrán que confiar y entrar conmigo en el agua- Primero retiro sus lagrimas rápidamente con sus manos.

Derek y yo nos miramos a los ojos comunicándonos, colocándonos de acuerdo en hacer lo que Joaquín nos pedía. Ambos estábamos de acuerdo, aun así, estábamos nerviosos y preocupados.

Extendí mi mano para que el la tomara y así lo hizo. Nuestros dedos se entrelazaron asiendo a mi corazón alterar su ritmo, el sonrió al notarlo, pero yo también pude escuchar lo mismo en él, también sonreí, porque en definitiva estaba conociendo la calidez de su amor que se extendía de sus dedos a los míos.

-Cuando regresemos, deberíamos tomarnos unos días, es un bonito lugar. - Aun sonriendo apretó un poco mi mano.

-Cuando regresemos no creo poder aparatar mis ojos de ti. – Me sonroje por la manera en que lo dijo.

Joaquín nos tomó de nuestras manos libres y animados por él, saltamos al agua.

Al entrar creímos que tendríamos que aguantar la respiración, pero por alguna razón podía respirar.

-No se preocupen, yo soy quien les está brindando el oxígeno con mis poderes. - Entonces me percaté que podíamos ver a Joaquín en su totalidad, dejándonos totalmente impactados.

Joaquín tenía la cola de una sirena o un tritón, era blanca brillante como si cada escama estuviera hecha de porcelana, él era hermoso, irrealmente hermoso. Derek estaba igual de sorprendido, lo note por la manera en que abrió sus ojos. Por suerte Joaquín ignoro nuestra reacción y cerró los ojos concentrándose en su tarea. Líneas como tatuajes en luces led comenzaron a iluminarse en su piel, aun tomándonos de las manos esas luces comenzaron a extenderse hasta llegar a nosotros, como serpientes se enredaron en nuestros cuerpos rodeando nuestros brazos y después nuestro torso hasta llegar a nuestro corazón.

Sentí una calidez en mi interior, estaba muy concentrado en la luz que salía de mi pecho hasta que escuché un ruido muy raro, como muchas burbujas emergiendo. Mire a todas partes, pero no vi nada, hasta que me centre en Joaquín quien parecía en trance, pero lo que me extraño fue ver una sombra detrás de él. Asustado trate de enfocar mi vista, pero ya no había nada.

Al girar esa sombra esta frente a mí, y de hecho, no era una sombra. Era un ser humano en un traje de buceo, el me miraba directo a los ojos. Incluso con el aparato para respirar pude entender lo que decía, divisé unos ojos oscuros y profundos con un deje de culpa.

-Lo siento, realmente lo siento, pero no tengo otra opción- Después de decirme esas palabras se giró y tomo a Derek llevándoselo fuera de mi alcance. No podía hacer nada, estaba atado con esas luces y Joaquín no habría los ojos.

Desesperado busque desatarme para tratar de alcanzarlos, pero me fue imposible, además comenzaba a sentirme ahogado y preocupado por Joaquín y Derek. El aire que me faltaba comenzaba a nublar mi cabeza, mis ojos se cerraban, pero oí el sonido de alguien entrando al agua.

Sorprendido abrí los ojos de nuevo al ver a Malia nadando con rapidez, ella llego a mí y me desato rompiendo la luz con sus garras. Rápidamente le indique con mi cabeza que ayudara a Joaquín, que por alguna razón parecía inconsciente. Ella entendió y asintió lanzándome con fuerza a la superficie.


Continuara...

Ronroneo [Sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora