Ronroneo [Sterek]

Capítulo 23: Final

Narrador omnisciente

Stiles corría entre risas por el amplio y despejado campo mientras era perseguido por Derek.

Derek sonreía viéndolo saltar cual felino, en un momento de mala suerte Stiles tropezó, pero fue atrapado por los brazos fuertes de su novio, quien aprovecho para reírse en su cara.

-Aun siendo mitad gato te tropiezas. - Stiles en risas le dio un pequeño golpe en el pecho.

-No te rías de mí. – Hizo gesto de estar indignado, pero aun así rodeo sus brazos por su cuello.

-Me rio, pero la verdad no me molesta atraparte siempre. - Stiles sonrió juguetón de medio lado.

-No me molesta ser atrapado por ti. – Derek lo abrazo aún más cerca.

-Entonces, ¿Vas a admitir que lo haces intencionalmente? – Stiles abrió su boca como sorprendidamente ofendido.

- ¿Por quién me tomas? -

-Por mi hermoso novio, al que conozco, gatito. - Stiles ronroneo complacido con ser llamado hermoso, ahora él sabía que era hermoso, lo había aprendido, entendiendo que era parte de un mundo, un mundo imperfectamente hermoso.

Sin necesidad de evitar el impulso deposito un beso suave y tierno en su novio.

-Hay algo que quiero mostrarte- Derek tomo la mano de Stiles, uniendo sus dedos.

-Eso déjalo para después, sobrino. - Peter los interrumpió y Stiles soltó una carcajada.

Malia, Lidia, Scott, Liam y Peter llegaron justo frente a ellos.

-Bueno, todo está listo. – Malia dijo de manera seria, pero aun así parecía querer dejar escapar una sonrisa.

- ¿qué cosa?- Pregunto Stiles confundido.

Derek sonrió, jalándolo. –Vamos. –

Stiles P.O.V

Al llegar aun con Derek tapando mis ojos pude oler la madera, mis sentidos se centraron en los sonidos del bosque, pájaros y el agua corriendo no tan lejos me dejaron saber dónde estaba. Estaba muy cerca del claro en que por primera vez pude mostrarle mi determinación a Derek.

- ¿Listo? - Pregunto a mi oído, yo asentí con entusiasmo, muerto de curiosidad.

Al liberarme y destapar mis ojos me topé con una pequeña mansión blanca, de grandes ventanas, pero muy modesta, con un jardín lleno de flores y arbustos frondosos. Era sencilla y al mismo tiempo lucia tan cálida. Voltee a mirar a Derek, él estaba sonriendo y tomo mis manos en sus manos.

-Sé que hemos hablado sobre dedicar nuestras vidas a ayudar a las creaturas mágicas que nos necesiten; en cierto sentido es nuestro deber, pero también sueño con construir un hogar contigo, sabes que sueño y anhelo el olor de la vainilla. - Stiles asintió, él sabía lo que significaba ese olor para Derek: unión, felicidad, familia y amor. -Tenemos una hermosa manada, solo nos faltaba un lugar para sembrar semillas. - Con los ojos aguados lo abrace.

-Ceo que mejor los dejamos solo un momento. - La manada se retiró dejándonos solos.

-Yo también tengo el mismo sueño, y lloro porque soy muy afortunado de poderlo cumplir contigo. - Derek sonrió limpiando las lágrimas en mis mejillas.

-Te amo- Sonreí al escucharlo

Me di la vuelta a observar nuestro hogar, Derek rodeo mi cintura, abrazándome por la espalda y recostando mi cabeza, besando la marca en la parte de atrás de mi cuello, una corriente eléctrica trajo un recuerdo a mi mente, el recuerdo de una sensación a mi cuerpo.

Estaba derritiéndome bajo la piel de Derek, con lentitud nos habíamos quitado las prendas, cada pensamiento de miedo y frustración se había cocido a cada trozo de tela, fuera de nuestras vistas y Derek rasgo esas costuras. Nuestras manos exploraron todas las formas de caricias. Mis brazos se aferraban a él a media que exploraba las zonas que besaba, parecía que quería conocer toda mi piel con sus labios.

Mis ojos y sus ojos estaba más que conectados en el momento en el que permití que entrara, no solo a mi cuerpo, a mi vida y a mi alma. Las lágrimas que salieron de mi fueron besada una por una, sus brazos me mantuvieron tan cerca que podía sentir como nuestros corazones se sincronizaban.

Ya habíamos desnudado más que nuestros miedos, nuestros recuerdos, y nuestros más importantes anhelos...

Como resultado de nuestra unión obtuvimos las marcas en nuestros cuellos.

-Hey, miren otra sorpresa. - La voz de Peter nos sacó de nuestro ensueño. A él ya se le había hecho costumbre interrumpirnos.

Mi sonrisa creció, al ver cómo junto a él venían Emilio y Joaquín, ambos agarrados de la mano, caminaban de manera tranquila, ambos con sonrisas reluciente, verlos avanzar hacia nosotros me hizo pensar en la pareja tan linda que hacían, en como brillaban juntos.

-Queríamos estar en la fiesta para estrenar la casa- Dijo Emilio recibiendo un codazo de parte de Joaquín, Emilio simplemente soltó una risa picara.

-No todo son fiestas, amor. Por supuesto que queríamos venir a felicitarlos- No era tan raro verlo en su forma humana, ambos eran chicos amables y tiernos. Derek y yo los saludamos, felices de que, al fin, la luna de la forma más mágica posible, le regreso la libertad a Joaquín y el corazón a Emilio en el claro hacia unos meses.

Todos nos reunimos en la sala, al final Kendall y Gigi también llegaron a celebrar, e incluso mi papa nos acompañó. Estaba preparando un té para todos cuando sentí un olor peculiar, era el olor de la vainilla...

Nunca había olido nada así y por primera vez entendí lo que me había dicho Derek. Gire mi dirección a la fuente del olor, donde estaban todos riendo y jugando en medio de charlas absurdas y divertidas, trivialidades que construían nuestras vidas. Pensé en como mi vida cambio, en como la soledad fue remplazada por un amor propio que compartía y les extendía a mis seres amados.

Derek soltó una carcajada, algo a lo que ya todos habían podido acostumbrarse, me alegraba ver como Derek se curó a tal punto de ya no privar a el mundo de su brillo, sentí el orgullo crecer en mí y pensé en como Derek se volvió el amor de mi vida.

Pensé en cómo era bendecido por vivir este preciso instante de mi efímera vida.

Y pensar que todo comenzó con un ronroneo...

Sonriendo tome la bandeja en mis manos, trataría de no tropezarme, aunque... los tropiezos pueden no ser tan malos, sonriendo camine hacia mi manada.