Capítulo X

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—¡Perdedor!—exclama Giliam carcajeándose y señalándome con el dedo índice.

Se ha terminado nuestro efímero verano y nuevamente estamos sumidos en un frío invierno. El paisaje se ha tornado completamente blanco y las copas de los árboles están cubiertos por una capa de hielo y gotas convertidas en hermosos cristales.

—Me las pagarás—le digo lanzándole una bola de nieve. Esta se estampa contra su vestido dejando una mancha blanca sobre la tela.

Giliam frunce el ceño e imita mi acción.Ésta vez soy yo la agredida. Me sacudo rápidamente la nieve de mis hombros y sonrío.

Hace mucho tiempo no disfrutaba de una pelea de bolas de nieve y no puedo negar que es muy divertido.

—Llevamos más de una hora en esto...No sé como conservas tanta energía—protesto cruzándome de brazos.

—No seas gruñón,Vincent—dice acuclillándose y tomando entre sus manos un montón de nieve.Lo amasa lentamente y me mira sonriendo de medio lado—¿Tan pronto de rindes?

Intento esquivar la esfera que se dirige a gran velocidad hacia mi pero fallo.Impacta en mi cara.

Giliam se sujeta la panza muerta de risa. Casi vislumbro una lágrima de felicidad.

—!No sea tonta princesa!—grito sobándome la sien—Solo tengo frío.

Ella ladea la cabeza y relaja los hombros. Se limpia las manos contra el rugoso estampado de su vestimenta y se acerca.

Aprovecho para tomar asiento. La última vez que estuve aquí no era la pelirroja la que me acompañaba.

—Ufff—exhala ruidosamente colocándose a mi lado—En Icen nunca descendía tanto la temperatura.

—Algo extraño para un país que lleva "Icen" como nombre.

—Nunca lo había pensado,la verdad—se frota las manos repetidamente para ganar un poco de calor corporal.

—Debió haber traído los guantes,princesa—al hablar,una columna de vaho se extiende ante mi y desaparece rápidamente.

—¿Quién ha jugado una pelea de bolas de nieve usándolos?—ladea la cabeza divertida.

Asiento y guardo silencio. Me dedico a observarla por unos instantes. Su nariz  se ha convertido en un diminuto montículo rosa que hace juego con sus mejillas y cabello. Los mechones rojizos han adquirido una coloración mucho más brillante. Estoy segura de que si nos perdiéramos en las montañas nevadas no tardarían en localizarnos.

Sobre el color blanco todo resalta y aún más el rojo.

—Luces demasiado pálido Vincent.

—Buena observación.

—Y delgado...Débil..

—He pillado la idea,tranquila.

Sonríe con desgana y dirije la mirada hacia el frente.Sus ojos azules se pierden en el horizonte.

Comienza a nevar nuevamente.

—¿Alguna vez la has probado?

Arqueo una ceja.Giliam se levanta de su salto y se aleja unos pocos metros de mi. Vislumbro las huellas que han dejado sus zapatos en la nieve. Me hace gracia que sean tan pequeñas como las mías. Es un milagro que aún no se haya percatado.

—¿A qué te refieres?—le pregunto pero solo obtengo un silencio como respuesta.

La pelirroja inclina la cabeza hacia atrás, abre lentamente la boca y extiende la lengua. Está saboreando los copos de nieve.

A Tomboy PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora