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Narra Levi.

5 días para la partida

Tome aire, la brisa del bosque hacia que mi cabellera se haga caos, pero en ese momento no importaba, tenía que hacer eso, no podía dejar esa responsabilidad de lado, era un privilegio lo que me habían pedido, y no podria dejarlo de lado.

—Leviiiii! Quítamela!!!—

Mire para mi costado y ahí estaba Hange, con una tarántula en su hombro; suspire, agarre al arácnido y lo deje en un canasto que contenía la misma especie, según ella, hay un experimento que nos pidieron nuestros mayores y es muy importante, y aunque estoy 99,99% seguro de que es mentira, seguiré con el trama; el caballo daba pasos lentos, sentía que todo iba lento, por alguna razón, Hange me estaba hablando de algo, pero no lograba escucharla, solo tenía una cosa en mente, esos ojos verdes que me vuelven loco, no podía evitar recordarlos.

—Levi, soy yo que estoy ciega o ese no es....?.—

Me quedé por un totalmente sin aire, ese era Daigo, manchando de sangre y Eren alado, también con sangre, sin darme cuenta ya estaba corriendo hacia lo que yo creía, era el cadáver del mismo; ¿Que Diablos paso?, solo me fui por dos horas.

—¿¡Que carajos le hiciste psicópata!?.—

—Capitán, tranquilo, no es lo que parece.—

—¿No lo es?¿¡No lo es!?, estas lleno de sangre y el también.—

Sentí un pequeño movimiento atrás mío, mire a Eren, estaba estirandose en el suelo como un gatito; acarició su cabeza con inocencia y me miro.

—¿uh?, ¿que paso?, ¿Porque estas lleno de lágrimas?—

El aire volvió a mis pulmones, y mi corazón latía normalmente, lo abrace, tan fuerte, que se escucharon sus huesos crujir, el me dio tres palmadas, Daigo estaba con cara de miedo, y Eren nos miro.

—¿Y tu porque tienes esa cara de idiota? A no, lo olvide, esa es tu cara normal.—

Y el siempre con sus celos...

—Eh....yo....pues....—

—Crei que... Daigo te asesino.—

Me miro, y comenzó a reír a carcajadas, yo no le encontraba la risa, el seguia riéndose, hasta que en un momento solo secaba sus lágrimas.

—terminaste?.—

El asintió y yo suspire

—El tenía sangre y tu como duermes como un tronco y tienes sangre, pensé que algo paso.—

El rodo los ojos y fue caminando hacia el caballo y lo monto, yo también camine hacia mi caballo y al subirme, Eren dejo su cabeza en mi espalda, admito que mi corazón estaba un poco más tranquilo, Daigo iba con hange, la cual le contaba la mitad de su vida, yo acelere el paso, y miraba el alrededor, avance mucho más, haciendo que el caballo vaya mucho más rápido hasta el punto de correr, llegamos rápido a las caballeriza, deje a mi caballo en su establo y agarre a Eren, corría hacia mi Oficina, cerré la puerta con llave y comencé a entre buscar en mis papeles.

—Que buscas amor?.—

Seguía buscando, estaba seguro que lo guarde en uno de los cajones, busqué en uno de las mini bibliotecas, pero no, di una pequeña patada el piso, no podía haberse perdido.

—¿mi amor? ¿Que buscas con tanta desesperación?.—

—Era un papel....que decía que podíamos casarnos o algo así, me lo consiguió Erwin, era único ya que es especialmente para nuestro caso y....—

Me senté en el sofá fatigado, pose mi mano sobre mi mejilla, tratando de acordarme donde lo había dejado, Eren se me acercó, estaba de cuclillas y acarició mi mejilla, y yo le quité una gota de sangre que estaba cerca de sus labios, de la nada de había puesto muy serio.

—Levi, tengo que confesarte algo muy importante.—

—¿Que sucede? ¿Todo está bien?.—

—Hace unos días estaba pasando por tu Oficina, y ví que Daigo estaba adentro, y agarro un papel y se fue, creo que era el papel que buscabas.—

Era enserio?, tanto no me respetan? esto es el colmo; me levante rápidamente, Eren trato de detenerme pero yo me solté de su agarre y fui caminado rápido a la Oficina de Erwin, justamente podía escuchar la risa de hange ahí, acelere mi paso, pero algo me detuvo a medio camino, y ahí, estaba Daigo, me acerque rápidamente a él, lo agarre del brazo levantandolo de un solo tirón, hasta yo sabía que en ese momento mi cara daba miedo y eso era lo que quería que sintiera, miedo.

—¿C-capitan? ¿S-sucede algo?.—

—Sucede, que tu me acompañas a la Oficina de Erwin, para que pagues por tus errores.—

Lo llevaba a rastras, agarrando su muñeca fuertemente, el me seguía pero no dejaba de Balsusear, todos los soldados que pasaban a nuestro lado me miraban raro, me valía, Daigo me las iba a pagar, nadie roba a Levi Raville Ackermann.

—Capitán, aun no entiendo, ¿mis errores? hice mal algo? Fue por lo de esta mañana?.—

No paraba de hablar, yo seguía, hasta que por fin llegue frente a la puerta de Erwin, toque dos veces y entre, Hange estaba sentada en la mesa y Erwin agarrando un libro de su biblioteca, volviendo a Posicinarlo, los dos me miraron y hice que Daigo entrata de un empujón, cerrando la puerta con llave, los mire a los tres, era claro lo que iba a hacer.

—Enano, porque traes a este Cadete? Esta herido? O va a morir?, porque no traes a nadie contigo si no es Eren.—

—No, no está herido, pero pronto deseara estar muerto.—

Erwin me miro aún más extrañando levantado una de sus enormes cejas, Hange miro a Daigo, y el levanto los hombros, Erwin, en cambio, se sentó es su enorme silla de cuero, mirándome, Daigo no tardo en hacer lo mismo en la silla que estaba frente su escritorio.

—Bien, ahora que todos están callados, tengo una acusación muy grande que hacer al señor Daigo, aquí presente.—

—Acusacion? De crimen?.—

—Exactamente Erwin.—

—Penado con?.—

—Expulsion del escuadrón del Cuerpo de exploración.—

—Tanto? Levi, nunca habías acusado a alguien así, ¿que hizo?.—

—El soldado, robo a su mayor, exactamente, a mi.—

Continuará...

¿Qᵘᵉ ⁿᵒˢ ᵉˢᵗᵃ ᵖᵃˢᵃⁿᵈᵒ? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora