Tregua

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El disparo fue directo y certero en el enorme ojo del pulpo, se reventó al instante haciendo que la bestia emitiera un quejido ensordecedor soltando a Vegeta al instante, cayendo al agua. Al sumergirse el pulpo provocó una fuerte marejada que arrastró a Vegeta a la orilla.

Bulma soltó el arma para mirar sus manos y cubrirse el rostro mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
-Qué hice... ¡¿por qué carajo lo hice?!- miro hacia donde estaba Vegeta tendido boca abajo en la orilla de la playa.

Ahora estaban a mano lo había salvado de esa bestia y por otro lado él "supuestamente" la salvo de ese tipo morado.
Vio que Vegeta no se movía. Caminó hacia él para ver que tenía.
-Quizás está muerto, Ja sería lo mejor para todos...- se acerca para ver si realmente estaba vivo o no, al estar a solo centímetros de distancia nota que en su mano derecha aún sostenía el banano de ella.
Se acerca con mucho cuidado para quitarle el bolsito, al estar más cerca nota que si respiraba, pero estaba inconsciente. Quita de su mano el bolso con mucho cuidado y da media vuelta.
-bueno mi trabajo esta hecho- pensó. Avanzó solo unos pasos cuando volvió ha mirar hacia atrás y notó que no había signos de movimiento en Vegeta.
-¡Ay Bulma! ¿Por qué eres así?- dio media vuelta hacia él y se acerco a corroborar el estado de Vegeta.
Respiraba de forma debil tenía destruida su armadura y ropa rasgada, y en los espacios de piel visible se notaba la irritación producida por las ventosas del pulpo. Agachada a su lado acerco su rostro al de él para sentir sus signos vitales. Si él estaba consciente era muy probable que con esa acción se apartaría de ella, pero no hubo respuesta.

Recogió nuevamente las mangas de su camiseta aún mojada, movió sus brazos en círculos para calentar algo sus músculos y giró a Vegeta, pesaba más de lo que parecía, siendo un hombre de baja estatura. Tomó por debajo de las axilas al hombre y lo arrastró lo que más pudo de la orilla, era necesario buscar un lugar seco para ambos.
Un poco más alejada de la orilla vio una rocas que salían creando una pared, caminó hacia ese lugar y vio que en esa zona no había corriente de aire. Volvió en búsqueda de su bolsito y revisó, había perdido dos de las cuatro capsulas que le quedaban.
-De seguro cayeron cuando Vegeta salió volando al agua- las saco y vio sus seriales, poniendo una cara enorme de desilusión.

Una de las capsulas tenía una caja de herramientas y la otra un kit de limpieza para la nave espacial que ya no existía. Las capsulas de comida y kit de campamento no existían.
-¿Qué haré con esto?- paso su mano por su cabello mojado tratando de pensar en alguna idea, mientras un frío viento la golpeó por la espalda.
-Uff, será mejor que me mueva- caminó hacia Vegeta y con toda la fuerza que tenía lo llevó hacia donde estaban las rocas dejándolo lo más apegado a las rocas que pudo, estaba exhausta.
Si bien era un chica muy preparada, también era muy dependiente de las capsulas en sus viajes, pero ahora con lo que tenía no había muchas opciones.
Hacía frío y noto que Vegeta estaba demasiado pálido se acerco para tocar su rostro.
-Dormido no da miedo- toco su frente y cuello, estaba tanto o más helado que ella. Vio con detención su rostro y se percató que sus facciones eran finas, su perfil era perfecto y su piel a pesar de ser de un guerrero era suave y firme. Realmente era guapo...
-Que mierda estoy pensado, este tipo es un verdadero demonio y yo imaginando que es guapo, el estrés me hace mal- dijo en voz alta, que importaba, total estaba sola con un hombre en estado inconsciente.
En ese instante Vegeta emite un quejidos, fueron leves, pero aún así no despertaba.
Bulma lo miró con detención de pies a cabeza, recordó sus gritos y al instante la imagen del pulpo tirando fuertemente su pierna izquierda la hicieron recapacitar.
Revisó la pierna de él y si estaba hinchada, y quizás fracturada.
-Al parecer tu tienes más suerte que yo Vegeta-. No solo salvé tu vida sino que cuidare de ti.

Antes de conocernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora