Realidad

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Hacía frío en ese planeta sin día ni noche.
Le dolía la espalda, ese mismo incómodo dolor la hizo despertar.
Miró a su alrededor un poco somnolienta, buscando con que arroparse, para sorpresa estaba vestida.
-En que momento yo...- estaba mareada, adolorida y confundida.
Miró todo alrededor todo seguía en el mismo lugar menos una cosa, Vegeta, no estaba.
Vio la caja de herramientas, solo con bayas negras.
-¿Qué demonios pasó?- le dolía la cabeza de la misma forma que cuando tenía resaca.

Caminó a la orilla de la playa, subió la sima de la colina y no había huella de Vegeta. Se había ido. En eso escucha un sonido de vuelo entre las nubes.
Su corazón se aceleró levemente.
- Es Vegeta, ya puede volar- pensó, pero al ver con detención no era.

Krillin, Gohan y el pequeño Dende llegaban.
- Bulma al fin te encontramos- dijo Krillin aliviado.
- ¿Estas bien?- Gohan se acerca a ella para tomar su mano y notó sus rasguños.
- Sí estoy bien. Aún viva ajaja- no podía procesar lo vivido con claridad.
- Tu cara y ropa no dicen que estes muy bien, toma come esto- Krillin saca de su bolsillo las mismas bayas azules que ella comió.
- Ahh no no... no quiero eso- un recuerdo la golpeo al instante, esas bayas habian causado todo.
- Señorita esa bayas son muy buenas, es más, tienen atributos curativos muy efectivos, debería comerlas- dijo el pequeño namek
- ¿Curativos? ¿Y las negras?.
- Ahh las negras, son el estado más maduro de ellas, nosotros las usamos para fermentar los cultivos, son muy fuertes y tienen propiedades alucinógenas.
- ¡¿Qué?!
- Va Bulma, por qué esa cara, ¿no me digas que comiste?- dijo Krillin mirandola con detención.
- ¡No seas ridículo!- sono fuerte su estómago producto del hambre. -No pensé que existieran esas cosas en un planeta como este-. Quito de las manos de Krillin las bayas azules y se las comió.

Bajaron por la colina, Bulma se quedó atrás pensando...
- Todo fue producto de una alucinación, esas bayas negras... No puede ser, se sintió tan real-.
- ¡Oye Bulma! Ven acá.- dijo Krillin haciendole señas desde la orilla de la playa.
Camino con desden hasta él.
-¿Quién pudo hacer algo asi?- Gohan miraba el cuerpo del extraterrestre morado.
- Quien fuera tenía suficiente fuerza para lanzar un tronco- dijo Krillin examinando el cuerpo.
- ¿Sabes que paso acá Bulma?- Gohan miro a Bulma pero ella no le respondió, estaba sumida en sus pensamientos.
- ¿Ah? Él... estaba acá cuando llegué- fue lo único que se le ocurrió decir, si les contaba que estuvo con Vegeta la tratarían de loca y tampoco lograba recordar todo con detalle.

Los cuatro caminaron hacia la roca donde Bulma había hecho la fogata. Le ayudaron a recoger sus cosas, para llevarla a un lugar más seguro.
- No sabes lo difícil que fue encontrarte, sentir tu ki es difícil, dime, ¿cómo llegaste hasta esta parte del planeta?- dijo Krillin mirando la enorme roca.
- No lo sé, salí a explorar, después que me dejarán sola y llegué acá- respondió de manera escueta, aún seguía forzando su mente en ordenar sus recuerdos de manera correcta y lineal.
- Vámonos de acá pronto- dice Gohan con preocupación, podrán encontrarnos fácilmente si estamos en un lugar abierto. Miro para el suelo asegurándose que no se quedará nada y vio algo que le llamo la atención, lo tomó y se acercó a Bulma.
-¿Y esto? ¿Lo casaste tu?- dirigiéndose a la chica que caminaba hacia la playa.
Bulma giro su mirada y vio una lagartija alada, entera, y tostada, aún emitiendo un poco de vapor de su cuerpo, era sostenida por las pequeñas manos del niño.
Todo tomó sentido en un instante para ella.
Y respondió a Gohan.
- Claro, es más, me la iba a comer antes que llegaran-.
- ¿Y como hiciste para casarla? Son muy escurridizas- dijo el pequeño saiyan en su inocencia.
- Sencillo, con mucha paciencia e inteligencia- le guiño el ojo al pequeño para avanzar tocándose el cuello, aún le ardía la mordida en el cuello que le había hecho Vegeta.

-Fin-

Antes de conocernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora