°F A M I L Y°

°Capítulo 1°

Thomas solamente se dispuso a sonreír, una taza de café caliente resposaba sobre la mesa de la cocina, podía oler a su izquierda el delicioso aroma de panqueques que Patton estaba preparando casi desesperado. Se podría decir que es una linda mañana, pero es mentira, frente a él veía a los hermanos, amigos de toda su vida, discutir por tercera vez en toda la maldita mañana.

Primero, Roman gritó desde su cuarto a eso de las seis y media porque su hermano reposó sobre su almohada a su mascota, Roman no le teme a muchos animales pero el reptil que Remus posee — un dragón barbudo según Deceit — lo asusta. Lo peor de todo es que arruinó su sueño de belleza.

Segundo, mientras tomaba su muy necesario baño de burbujas, el ambiente preparado especialmente para él y su soledad, Remus tuvo la maldita decencia de retomar un hábito ya olvidado de cuando ellos eran niños y tomaban baños de burbujas juntos y se lanzó a la bañera sin importarle una mierda que Roman se niegue a la idea.

No solo eso, trajo a su mascota con él, el reptil manteniéndose quieto sobre su pequeño flotador en forma de flamenco, viendo a Roman temblar por su presencia.

Y ahora aquí están, el menor preguntaba a los cuatro vientos donde mierda escondió sus diálogos, los necesita para esta noche y aunque posea gran confianza en él mismo sentía para sus adentros que no estaba listo.

– ¿buscabas esto, Roman? –. Ay, escuchar la tranquila voz de Deceit romper la asquerosa discusión y los gritos matutinos fue como pisar el cielo para Thomas. Roman sonrió, aferrándose a sus diálogos, agradeciéndole varias veces a Deceit por salvar su pellejo –, Remus lo escondió en mi portafolio, de nuevo

– no eres divertido, Deceit –. El de bigote se cruzó sus brazos, casi enojado porque su plan no salió a la perfección –, antes solíamos hacerle maldades a Roman

– esas cosas sucedían cuando teníamos siete o incluso diez años, Roman era el objetivo perfecto en esos tiempos

Ambos rieron, sus ojos bien puestos en el menor que hizo un puchero, casi poniéndose a la defensiva. Sí, es cierto, solían molestar mucho al dramático por esa razón, era muy dramático, cualquier broma lo sacaba de sus casillas y terminaba pataleando e "insultando" a su hermano y amigo.

– ¿por qué mejor no desayunamos todos juntos? –. Patton se veía cansado detrás de su típica sonrisa brillante, usualmente él cocina, no había un día en el que el de baja estatura no suplique cocinar para todos, tal vez no quería que sus amigos se estresen o temía que hagan un desastre en su muy preciada cocina –, ¿podría uno de ustedes ir a buscar a Logan?

– ¡yo iré a por Logan! –. Remus se ofreció, igual que siempre, nadie más que él puede ayudar a Logan, se los tiene prohibido a todos desde que lo integraron al grupo cuando eran pequeños

Al subir las escaleras, y abrir la puerta de la habitación del más inteligente de la casa, saludó al golden retriever que meneaba su peluda cola felizmente y le echó un vistazo a Logan.

– ¡lamento si llegué tarde, Logan! –. Lo ayudó a ponerse la camisa, su compañero sonrió un poco, lo cual es bueno porque no es de sonreír diariamente –, quería bromear un poco con Roman y no salió como yo esperaba

– no tienes que preocuparte por mí, Remus, sé cuidarme solo –. Sostuvo las muñecas de su amigo suavemente, Remus pudo ver su rostro nervioso reflejado en los lentes oscuros de Logan, por más que intente convencerse a si mismo de que Logan es capaz de muchas cosas no puede evitar preocuparse

Logan estaba listo para salir, sentir el amor que su perro y amigos le brindaban ayudaba demasiado cada día, diría que es la razón por la que no se dio por vencido años atrás.