°Capítulo 5°

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Patton se maldijo dentro de su cabeza en todo el temeroso recorrido hacia la habitación de Deceit, no entiende porque le cuesta tanto comprender que no todo el mundo piensa igual que él en ciertos temas, es obvio que Deceit no está de acuerdo en nada de esto y lo primero que hace es reprimirlo por ello.

Tomó aire, se prometió a él mismo dejar de ser tan estricto, solamente quiere lo mejor para todos y pedir disculpas es un gran comienzo.

Antes de tocar la puerta apoyó su cabeza sobre ésta, intentando escuchar de lo que hablaban del otro lado en caso de que no sea lo indicado interrumpir. No podía evitar preocuparse por la hermosa amistad que mantiene con Deceit, podría permanecer en una fina línea a punto de romperse en este momento y él sigue presionando sus botones.

– ¿ya te sientes mejor? –. Roman rompió el silencio sin apartar a Deceit de sus brazos, con gusto recorriendo el suave cabello de su amigo con sus dedos

– un poco –. Se alejó de Roman, sus dichos podrían ser verdad pero su expresión irritada demostraba lo contrario –. Sé que no debo ser malo con Patton, con nadie debería de serlo, el caso es que no me siento cómodo ahí en el sofá viéndolos encariñarse con alguien que muy probablemente nos traerá problemas

– Dee, es un bebé indefenso, no traerá problemas

– el bebé no dará problemas, me refiero a las personas que lo dejaron aquí –. Aclaró mejor sus palabras, Roman asintiendo inmediatamente –. Conocen nuestra dirección, eso me preocupa. No nos tomamos el tiempo ni de pensar en las consecuencias, ¿y si la pareja de quién sea que lo haya dejado aquí viene a crear un escándalo pidiendo que le devolvamos el bebé?, a las noticias les encantará eso pero a mí no

– mira, si eso sucede haremos lo mejor que podamos para calmar la situación, no es necesario discutir ni mucho menos crear un conflicto físico

Roman sostuvo el rostro de Deceit entre sus manos, con el pulgar derecho acariciando las heridas que el mismo Deceit se causó sobre el párpado izquierdo. Es un momento tan íntimo que ambos usualmente tienen, Roman sabe que eso lo calma y él nunca desaprovecha la oportunidad de hacer feliz a su compañero dándole lo que necesita.

– confía en mí, todo irá bien –. Susurró con una sonrisa determinada

Patton le dio unos golpecitos a la puerta para luego adentrarse a la habitación lentamente, cuando juega con las mangas de su suéter sabes que se siente apenado por algo, entonces Deceit al saber esto permitió que Roman se vaya y Patton tomase su lugar.

– ¿cómo te sientes, Dee? –. Continuó jugando con su suéter ansiosamente, gracias a la luz en la habitación se notaba estuvo llorando y eso destrozó el corazón de Deceit

– bien, hablar con Roman soluciona mis problemas, ¿cómo te sientes tú?

– ¡mejor si tú te encuentras bien! –. Demostró su mejor sonrisa, Deceit ya no creía en esa falsa felicidad, no es la primera vez que Patton intenta ocultar sus verdaderos sentimientos –, quería pedirte disculpas por esa patética acción mía ahí abajo, hablé sin pensar, tus opiniones son y siempre serán válidas, Dee

Deceit lo abrazó cuando dijo eso, Patton se dejó envolver por los fuertes brazos de su amigo mientras cerraba los ojos y se relajaba, es de recibir abrazos seguido pero no de Deceit o Logan. Si uno de ellos te abraza es hora de que te consideres un afortunado.

Al separarse, Patton rió y se ocupó de sus lágrimas, pequeñas estrellas imaginarias de felicidad muy notorias en sus grandes ojos azules.

– tus sentimientos son importantes también, lamento lo que dije –. El de anteojos continuó riendo, su mano libre aferrándose al brazo de Deceit –. No soy fan de los niños pero haré lo posible, no dejaré que se encarguen solos de Virgil

– gracias, Dee –. Lo abrazó nuevamente, ocultando su rostro en el cuello de su amigo –, te lo agradezco mucho...

Tal vez podrían mejorar su amistad de ahora en adelante.

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