°Capítulo 13°

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– ¿hay una razón detrás de este picnic, Remus?

– ¡claro que no, quería hablar contigo, nada más!

Eso es mentira, aunque tal vez también sea verdad. Una mezcla entre ambas. Sí quiere hablar con Logan pero no tonteando, necesita decirle como se siente sin arruinar la amistad. Hay una gran posibilidad de que todo se vaya al carajo mas no podría saberlo sin intentarlo antes.

– ¿qué piensas respecto al amor, Logan? –. Buen comienzo, creo. Actúa casual, Remus, actúa casual…

– nunca he sentido amor lejos de lo considerado platónico, aunque sí he recibido besos, ¿tú qué piensas?

– he tenido varias parejas, igual nunca sentí esa conexión especial –. Miró las estrellas mientras hablaba, su mano izquierda acariciando al perro recostado cerca suyo –. Creo he perdido años junto a personas que no valían la pena, eso me pasa por enamorarme rápido, soy idéntico a Roman…

– el amor es un juego difícil y al mismo tiempo frágil. Cualquier mínimo error rompería la magia. No es tu culpa enamorarte de alguien a quien consideras ideal o perfecto, creo se basa más en conocer a la persona y sentirte realmente atraído, ignorando los estereotipos de belleza dados por terceros

– tienes razón, Logan –. Es por esto que lo ama, siempre tan abierto de mente, capaz de calmar tus dudas usando palabras –, ¿alguien te declaró su amor alguna vez?

– ¿estás loco? Lo único que pude haber recibido fueron burlas –. Intentó sonreír, calmando el estrés bromeando respecto a sus problemas pasados

– ¡imposible, eres el mejor! –. Hacerlo reír es un hermoso privilegio – ¡inteligente, amable, lo tienes todo! Nunca dejas que tu discapacidad se meta contigo y eso es digno de admiración

– estoy agradecido, Remus. Espero algún día alguien vea la belleza que tú ves…

Remus, al ser celoso e inseguro gran parte de su vida, pensar en que alguien podría conquistar a Logan lo ponía nervioso, más que nervioso, desquiciado. Ya alejó a varios de Roman, no sería diferente con Logan.

Digamos que sus pensamientos están un poco descontrolados, escenarios falsos volviéndolo incapaz de razonar con la realidad y pensar claramente en qué decir o hacer teniendo a Logan aquí, a su lado, dispuesto a, tal vez, aceptar sus sentimientos.

Está asustado, obviamente, tiene miedo al abandono. Creyó que hablar sobre ello junto al psicólogo serviría. Si pierde a Logan, Roman, cualquiera de sus amigos, perderá la maldita cabeza.

– Logan, tengo algo que decirte –. El nombrado asintió –, ¿prometes no enojarte?

– nunca me enojaría contigo, Remus

Debería hablar, está sudando, sus ojos incapaces de enfocar la atención en Logan y sus manos tirando de la chaqueta negra que traía encima. No debería ser difícil, ¿cierto? Bueno, hablar de sus sentimientos siempre ha sido horripilante en casa, todo lo que decía merecía un castigo, estaba mal llorar o enojarse o suplicar.

Incluso estaba mal intentar mejorar.

– lo siento, da igual, olvídalo…

– vamos, Remus, sonaba importante –. Apoyó una mano sobre el tembloroso hombro del diseñador –. Puedes contar conmigo, ¿sucede algo?

Ignora los pensamientos. Respira. Inhala, exhala. Logan no se enojará, aunque eso mismo dijeron sus padres antes de gritarle que todo lo que decía traía repercusiones y que debía ser castigado por ser una maldita carga e incapaz de cumplir correctamente una estúpida tarea que Roman podía resolver en un santiamén porque nunca se dejó llevar por los sentimientos asquerosos que él siempre parece poseer y—

°F A M I L Y°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora