Abro los ojos y me autocompadezco de mi misma... misma... ¡mismo!
Suspiro pesandamente levantandome de la cama, desde la otra noche he sido casí incapaz de hablar de mi misma en masculino de forma natural, y me frustra el no poder hacerlo, aún Guille y yo seguimos sin comprender como funciona mi transformación, los recuerdos y los cambios en la realidad que solo nosotros dos somos capaces de ver.
Al principio solo parecian ligeros cambios, ser la novia de Guille, no saber montar en moto. Pero tras regresar aquel día, hice la pregunta a mi madre.
-Mama... ¿Y la... abuela?-
Mi madre, que estaba sentada en el sofa escribiendo un informe en su portatil me miro bajando la montura de sus gafas.
-¿Donde va a estar? Pues con el abuelo en su casa, tienes unas cosas hija...
Desde entonces habia hablado por telefono ya tres veces con ella, y era tan... Extraño.
Me levanto desperezandome y subo la persiana, camino hasta mi armario y lo abro observando toda mi ropa femenina, realmente tengo un buen armario, antes de ser una mujer solo repetia sudaderas y pantalones alternando camisetas, ahora tengo todo tipo de shorts, pantalones, faldas, medias, blusas, camisas, camisetas, tops y dos vestidos, uno largo de color pastel y otro mas corto azul oscuro.
Me peino el pelo para evitar que me caiga sobre el rostro y me quedo un par de segundos mirando la ropa sin pensar en nada, supongo que ultimamente han pasado tantas cosas que no puedo pensar con claridad.
-Dani- Me llama mi padre desde abajo- Baja cuando puedas porfavor.
Suspiro y vuelvo en mí, instintivamente, al igual que al cocinar, elijo la ropa con inercia, dejando que mi cuerpo se imponga sobre mi mente y actue por si solo, finalmente ya tengo mi outfit elegido, un top rojo con bordados, unos leggins negros y unas zapatillas adidas.
Una vez vestida salgo de mi habitación y bajo las escaleras, mis padres estan sentados en el sofa el uno al lado del otro, pero nunca demasiado cerca, supongo, desde pequeña siempre se han mostrado reacios a mostrarse afecto delante de mí, cosa que nunca he llegado a entender.
-Buenos días princesa ¿Has dormido bién? El otro día parecias un poco...
-Ida- terminó mi madre.
Estan hablando de hace mas de una semana, el día de mi transformación.
Es increible que ya haya pasado mas de una semana, por lo menos, los recuerdos invasivos se han detenido, y espero que sea algo bueno.
-Estoy bién, no os preocupeis- digo quitandole hierro al asunto.
-¿Esta todo bien con Guille?- Pregunta mi madre- Se que los hombres pueden ser dificiles
Esto ultimo lo dice mirando de reojo a mi padre.
-Ey-
Suelto una leve risa y mi madre igual.
-Esta todo bien... Estamos... bién- digo apartando la mirada, se lo que los recuerdos me han mostrado y lo que todos dicen, pero aún así me cuesta admitir que soy la novia de Guille.
-Excelente, porque esta tarde vamos a comer con su familia- dice Papa levantandose.
-¿Que?-
-Los tíos de Guille van a venir a hacer una visita a tus suegros- explica mi madre.
-No los llames "mis suegros" porfavor- digo avergonzada.
Mi madre sonrie pero asiente.
-Así que hemos decidido hacer una barbacoa en la finca-
-¿La finca?-
Mi familia tiene un pequeño terreno que no usamos a mas o menos media hora de mi casa, cuando era niña, mis padres me llevaban allí muchas veces, también Guille.
-Sip, así que mas te vale ponerte guapa- dice mi madre poniendome las manos en los hombros y lanzandome una mirada complice que no logro descifrar.
-Pero tampoco hace falta que demasiado- dice mi padre.
Wow, realmente ambos si que me tratan como una chica, bueno, supongo que ahora lo soy.
***
He vuelto a cambiarme para ponerme "guapa" Para la barbacoa, ahora llevo una blusa pastel y una chaqueta vaquera azul marino, una falda vaquera corta de color negro y unas medias largas sobre mis zapatos negros.
Al menos nuestro coche no ha cambiado, el SEAT terraco de mi psdre esta limpio e impoluto frente a la puerta de nuestra casa, el grande y espacioso coche familiar descansa como un animal dormido.
-¿Vamos a llevar el coche de papá?- pregunto.
Mi madre tenia otro coche, un audi bastante mas discreto de color rojo.
-Vamos a llevar a Guille y a sus padres- contesto mi padre energico y con una sonrisa.
-Cualquier escusa para conducir tu querido coche- digo frotandome la cara.
Pocos minutos despues, llegan caminando la familia de Guille, su padre, su madre y él.
-¿Donde esta Al?-
Al, o Álvaro, es el tío de Guille, un hombre de treinta y pocos obsesionado con los OVNIS, obsesión que le ha trasmitido a su sobrino, Alv normalmente no sale de su garaje, pero no dudaria en hacerlo sabiendo que habra comida gratis.
Guille se encoje de hombros.
-Dijo que tenia que hacer cosas-
Se que no lo hace a posta, como chico, se bién que muchas veces nuestros ojos se mueven y miran cosas de forma inconsciente, pero noto como la mirada de Guille sube y baja por mis piernas y noto cierta vergüenza.
-Entonces...- dice mi padre con una sonrisa-¿Vamos?
Una vez montados en el coche, los padres se sientan en los asientos de alante, mientras que Guille y yo nos sentamos atras, hablando lo suficientemente bajo como para que los padres entretenidos en su platica no nos escuchen.
-Ayer regresé a la zona cero con el contador Geiger de mí tío, no hay ni rastro de radiación, como si nunca hubiese estado ahí.
-¿Crees que alguien se lo podria haber llevado?- pregunte con incredulidad.
-No es dificil desacerse de ese tipo de radiación, no es como la de las centrales nucleares o termicas, era algo pequeño y compacto y podian desacerse de la radiación rapidamente, eso sí, es un proceso muy caro, y con la velocidad que lo han hecho, pienso que es alguién con muchos recursos.
-¿Crees que el gobierno...?-
-Lo dudo, así no es como procede el gobierno, primero habrian simulado un incendio forestal o algo por el estilo para que la gente no se acercase a la zona, el que ha hecho esto no le importa que la gente lo vea, pero no quiere que lo encuentren-
Realmente Guille era fiable para este tipo de cosas conspiranoicas, llevaba años investigando sobre todas esas cosas de OVNIS y meteoritos.
-¿Entonces que podemos hacer?-
-No mucho... Buscar alguna remota señal de radiación, pero con un contador Geiger como el mío...-
Noto el desanimo de sus palabras y poco a poco siento que la esperanza de regresar a ser un hombre se desvanece.
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La novia de mi mejor amigo
Roman pour AdolescentsDaniel Fernandez es un chico ordinario de preparatoria, asiste con regularidad a clase, juega videojuegos y ve anime, no es nadie especial, no hasta que su mejor amigo, Gillermo, encuentra un meteorito en mitad de la noche. Esa misma noche, Daniel e...