Me dolía el cuerpo.
Realmente no te paras a pensar en lo fragil que es el cuerpo de una chica escualida hasta que lo golpeas repetidamente contra el suelo.
Desperté en una sala de hospital, con mi madre a mi lado, tomandome de la mano la cual estaba repleta de cables, mi padre estaba sentado en una silla un poco mas atras, con la cabeza incada para atras y con la baba callendole por la comisura de los labios, era de día, o al menos eso podia intuir por las escasas rallas de luz solar que entraban por mi ventana con las persianas bajadas, moví mi mano ligeramente pata despertar a mi madre y noté como un dolor latigaba mi espalda, grité de forma muda y apreté los dientes con fuerza.
Mi madré abrió los ojos poco a poco y me vió despierta, rápidamente comenzando a hablarme.
-Dani... ¿Estas bién?¡Cariño!¡Despierta!¡Llama al médico!-
Mi padre tardó unos segundos en orientarse, pero en cuanto se dió cuenta de la situación sonrio levemente y salió corriendo en busca de un doctor.
-¿Que ha... que ha pasado?- pregunté confusa, estaba totalmente en blanco.
-Hija, ay... Tuvisteis un accidente de moto, Alfonsse...
Poco a poco mi mente empieza a aclararse.
-¿Esta bién?-
El rostro de mi madre se tensó por un momento.
-Fué... Un accidente muy fuerte, es un milagro que sobrevivieseis, sobre todo tú, no tenias ningún hueso roto... pero Alfonsse, el... Esta en coma, hace tres días que salió de la UCI, su vida ya no corre peligro, pero no saben cuando despertará.
No puedo evitar sentir un cargo de conciencia, miro mis manos y recuerdo aquel destello, la energia, el escudo...
¿Que diablos me esta pasando?
Mi padre llegó unos minutos despues, seguido por un médico y dos enfermeras, una de ellas subió la persiana y noté un intenso dolor en los ojos que ni mi peor jaqueca.
-Aún estas un poco fotosensible, disculpa- dijo el doctor, no debia de tener mas de 30, piel cobriza ojos ambar y cabello oscuro, parecía mas un surfista hawaiano que un doctor-¿Puedes levantarte?
Hice el intento, sosteniendome sobre la cama y con la ayuda de mi madre, tenia el brazo lleno de moretones y no dudaba que el resto de mi cuerpo fuese igual, mi estomago comenzó a dolerme e hice una mueca, estaba bastante segura de que no era causa de las heridas.
Mi madre me miró un segundo y despues miró a la enfermera.
-¿Podria traerle un tampón? Ha tenido tsn mala suerte de que le coincida con la regla.
Tragué saliva, pero entre el dolor de estomago y el de mi cuerpo, apenas podia pensar.
Al rato me dejaron en la cama, a partir de entonces todo fueron despertares intermitentes para comer o asearme, las medicinas que me pusieron no ayudaron, ya que solo me volvian mas somnolienta, una noche, tras uno o dos dias, le pregunte a mi madre por Guille.
-El doctor Dakota nos ha dicho que lo mejor será que no tengas mas visitas.
Así estuve por mas de una semana y media, casí todo el tiempo drogada aún que cada vez mas consciente, con el unico consuelo de que apenas noté mi primera menstruación, ya que cuando ya estaba mas consciente, oarecia haber terminado.
Era por la tarde, recuerdo que esa misma mañana el doctor Dakota vino a verme a mi habitación, era muy amable y buen tipo, se pasaba un largo rato hablando conmigo, entre sus turnos o a veces incluso cuando finalizaba, me enteré de que el también tuvo un accidente de moto cuando era jóven, dice que apenas lo recordaba, fué grave, pero pudo sobrellevarlo con la cicatriz que tiene en la frente.
Mis padres también me daban conversación y me traian ropa, selecciones mucho mas acertadas que las mías, que aún me daba vergüenza ponerme, pero, que poco a poco, empezaba a acostumbrarme.
El mismo día de mi salida del hospital entraron dos chicas por la puerta, podia reconocerlas dd haberlas visto alguna vez en el instituto, Artemis, una chica alta con gafas y rostro aniñado y Nicholle, aún que todos la llamaban Niñi, el prototipo de chica atractiva e inteligente.
-Tía estabamos preocupadisimas- dijo Ñiñi lanzandose sobre mí y darme un abrazo.
Al tocarme me llego uno de mis extraños flashbacks de mi "vida" era un par de años menor a la actualidad, estaba en la cancha de baloncesto de nuestro instituto, esperando a Guille, ya que acababamos de tener educación física y teniamos que cambiarnos, mientras eso ocurría, alguién se me acerco por detras.
-Oye Dani ¿Has visto a Tomás?-
Niñi y Artemis se sentaron a mi lado y comenzamos a charlar, eso se repitió por varios dias hasta que dicicimos compartir numeros de telefono, parecia que en esta "vida" habiamos intimado bastante.
Volví al mundo real en cuanto Niñi se separó de mi, mientras Artemis se acercaba para darme una palmadita en el hombro, a diferencia de Niñi, Artemis no mostraba afecto mediante el contacto físico, cosa que ahora mismo me gustaba.
-Todos los de clase se enteraron- dijo Niñi- Menuda forma de aprovechar el verano, dentro de unas semanas hay una fiesta en la playa, deberías traerte a Guille y...
-Niñi, cortate un poco, no el momento-
Niñi utilizó "hacer puchero" contrá Artemis, Artemis trató de resistirlo, pero era inutil, era supereficaz.
Finalmente, Artemis desistió rodando los ojos.
-Bueno Dani, nosotras nos vamos, mandame un whats cuando salgas- Niño volvió a abrazarme pegandose a mi para separarse, mientras Artemis me despedia alzando la mano con una sonrisa.
Suspiré algo alegrado, realmente no me hubiese importado que esto hubiese pasado cuando era un chico, miro mi cuerpo, los moratones estaban difuminandose, pero aún seguían ahí.
-Necesito ir al baño- le dije a la enfermera que estaba a mi lado, ella asintió y me dejó levantarme, comencé a caminar hacia la puerta cuando esta se abrió bruscamente, tras ella estaba Guille, con la respiración agitada y una capa de sudor en la frente-¿Guille?¿Que haces aquí?¿Que pas...?
Guille caminó dando largas y rapidas calzadas hacia mí, hasta estar frente a mí.
-¿Guille?¿Estas bién?¿En serio tío estas rar...- pero antes de que pudiese terminar la oración, Guille me detuvo, puso sus manos en mi cadera y me pego a el, antes de que pudiese evitarlo, me estaba besando.
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La novia de mi mejor amigo
Novela JuvenilDaniel Fernandez es un chico ordinario de preparatoria, asiste con regularidad a clase, juega videojuegos y ve anime, no es nadie especial, no hasta que su mejor amigo, Gillermo, encuentra un meteorito en mitad de la noche. Esa misma noche, Daniel e...