-Niñera-

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No.

No de nuevo.

Apenas hacia una hora que habia llegado a la casa de Victoria y habia empezado a cuidar de Melissa, el reloj marcaba a las seis y ambas estabamos en su habitación frente a la mesa de té, esta vez me habia tocado vestirme de Bella mientras Melissa llevaba un vestido verde, supuse que el de Tiana.

Entre sorbo y sorbo de té me replanteaba mis decisiones vitales y como habia terminado vestida de princisa, no una, si no dos veces.
Al menos esta vez Guille no me vería vestida así, aún que realmente no sabia si eso era bueno, nunca habiamos estado enfadados, cuando era un chico claro que discutiamos, pero nunca hasta llegar a este nivel, nos habiamos dicho cosas muy fuertes.

-...Guille-

-¿Eh?- Salí de mi ensimismiento notando que Melissa me estaba hablando, y me reprendí a mi misma, se suponia que cuidaba de ella, es mas, cuidaria de ella por el resto de la semana por lo que no podia permitirme divagar-¿Que has dicho?-

La niña sonrió con picarida.

-Pregunté si estabas pensando en Guille-

"¿Esta niña es telépata?" pensé.

-¿Que te hace pensar eso?-

-Siempre pones esa cara de tonta cuando piensas en él- dijo ella con una risita.

-No... no es verdad- dije cruzandome de brazos.

-Ni is virdid- dijo haciendome burla.

-Señorita, te recuerdo que estoy a tu cuidado hasta qué...-

Sin dejarme terminar la frase, Melissa hizo una pedorreta con la lengua.

-Oh, así que quieres jugar a eso eh- dije sonriendo y levantandome hacia ella, comenzandola  a hacer cosquillas.

-¡No! jajajaja-

Sonreí y la levante.

-Voy a preparar la cena ¿Que te apetece?-

-Chocolate-

-¿Acelgas?-

-¡Chocolate!-

-¿Judias verdes?-

-¡CHOCOLATE!-

Sonreí y me acerque a ella.

-Hagamos un trato, tu te comes las verduras y te doy chocolate-

Melissa hizo un puchero.

-Eres mala como mamá-

-Oh, soy muy buena- dije sonriendo e incorporandome- Iré a ver que hay en el frigo ¿Quieres ayudarme a cocinar?

-¡Si!-

Caminamos hasta la cocina, aún vestidas de princesas, una vez en la cocina miré en el refrigerador, estaba bastante bién surtido para ser el de una casa de dos personas, y siendo Melisss una niña.

-Hmmm ¿Que te parece merluza a la romana y una ensalada de tomate?-

Melissa puso cara de asco.

-¿Pescado? Pensaba que eramos amigas-

-Y como soy tu amiga te iré a comprar una tarta de chocolate si te lo comes todo-

Melissa sonrió.

-Ahora hablamos el mismo idioma-

Nos pusimos nuestros respectivos delantal, yo el dé Victoria, el cual ponía "La mejor mamá del mundo" y era bastante vergonzoso, saqué el pescado del frigorifico y limpie la merluza a conciencia retirando cada una de las espinas, no solo por Melissa, realmente odiaba cuando se me clavaba una espina en el paladar, era una de las peores sensaciones del mundo.

Una vez limpiado el pescado preparé la ensalada, algo bastante facil, deshoje la lechuga y lave cada una de las hojas con esmero, troceé dos tomates y piqué una zanahora en juliana fina, para que quedasen como finos bastoncillos, de alguna manera sabia que eran porque así le gustaban a Melissa.

No era la primera vez que me ocurria, era como un "instinto"

Cada vez que elegia como vestirme, o mi forma de caminar o andar eran automaticos, como si lo hubiese hecho tantas veces que se hubiese automatizado.

Deje el bol con la ensalada en la mesa y prodecí a aliñarla con sal aceite y un poquito de vinagre blanco, la removí con dos tenedores y acto seguido tomé la plancha que Victoria tenia colocada justo encima del mueble de la cocina. Cuando era un chico podria haberla cogido sin problemas, pero dado mi altura actual debia usar una silla para llegar hasta ella.

Una vez enharinados dos pedazos de merluza, calente una sarten con abundante acite, y una vez habia tomado la temperatura los coloqué y empezaron a frerse.

Era curioso, siempre me habia gustado la cocina, pero desde mi cambio, me desenvolvía aún mejor, seguramente por que en esta realidad mi abuela estaba viva.

Pensando en eso, de una cosa a otra terminé volviendo a pensar en guille "¡No soy tu novia!¡Nunca lo voy a ser!"
Esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, podria haberlo dicho de tantas formas, podria haberlo hecho diferente...

-Dani...-

Me giré a ver a Melissa.

-¿Si cielo?-

-El pesquedo se esta quemando-

Me giré

Efectivamente una cortina de humo negro se alzaba sobre el aceite.

-¡Me cago en la ost...!-

* * *

-Hamburguesa, hamburguesita...- canturreaba Melissa mientras caminabamos tomadas de la mano por la calle principal de la ciudad, mi despiste nos habia costado arruinar la cena y Melissa y yo habiamos hecho un trato, ella no le contaria nada a su madre y yo la invitaria al McDonalds.

Nuestra sana y saludable cena de pescado y ensalada se iba a convertir en una visita al establecimiento de comida rapida mas conocido del mundo, me estaba ganando a pulso el premio a niñera del año.

Finalmente llegamos al establecimiento, hice mi pedido y caminé junto a Melissa y nos sentamos juntas y esperamos a que anunciasen mi nombre.

-Daniela-

Ya me habia acostumbrado a mi nuevo nombre, ya no me ocurria lo de las primeras semanas que decian mi nombre y no me ubicaba, respondí a la primera llamada y camine hastavel mostrador, tomando nuestro pedido, pero cuando me giré me topé con alguién inesperado.

-Vaya- dijo- No esperaba verte aquí

La novia de mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora