1. Mis dos únicos mejores amigos.

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-¡Bestia peluda vuelve aquí!- Salí corriendo detrás de mi gato gris.- Te pillé, con esas patas tan cortas nunca podrás escaparte, encima que pesas , gordo.- Parece que me entendía, maulló como enfadado.

-Vale, vale losiento, admito que no puedo vivir sin tí.- Asintió conforme. Espera... ¿he dicho que asintió conforme? Mi gato me responde como puede...

《No puedo hablar por la boca, pero como con los animales, te hablo con la mente. Llévame a tu cuarto, ama.》

Al alucinar esto, grité hacia el salón donde estaban mis padres.

-Mamá, Peluche me acaba de hablar, ha sido mentalmente, ¡me a dicho que lo lleve a mi cuarto!- mi madre se atragantó con su saliba. Llamó con su teléfono sin contestarme nada.

-¿Selene?... sí es Clara... no, no es eso, dice que le acaba de hablar el gato, y ya no es la primera vez que habla sola o piensa algo extraño...¿esquizofrenia?... ¿pastillas para regularlo? ¿tan grave es?... Vale iremos a ver antes de hacer la receta.... el lunes 26 a las cinco de la tarde sí podemos.

-Tenemos cita en la psicopedagoga dentro de dos semanas, los gatos no hablan, los amigos invisibles, tampoco.

-Pero mamá, ¡el gato me habló!

-Déjalo Clara, a tus 16 años no puedes estar hablando sola. Sabía que separarte de tus amistades en el instituto traería problemas. A tu cuarto.

-Pero..

-Ahora!

Me fui llorando a mi cuarto. No me comprendían. Ahí estaba Peluche aparentemente dormido. 《Qué fácil es ser gato》 pensé e inmediatamente algo con la misma voz de antes me volvió a hablar 《no lo creas, una mascota tiene un pacto que cumplir con su amo desde que es adoptado》.

Miré sorprendida a mi gato. Estaba sentado mirándome.

-No puedes hablar ni comunicarte, no es real.- sollocé al oír de mi tan crudas palabras.

Por un tiempo, no sabría decir cuanto, esa voz insistía en estar intentando que la creyera hasta que paró y supe que ya se habría cansado.

Era jueves, quedaban dos horas para descansar así que preparé todo para el último año de instituto. Ya era el segundo trimestre, había soportado allí tres largos y tediosos años entre burlas y risas. Si encontraba a alguien, pronto me abandonaba. Ya no podía más con todo aquello.

Me acosté por fin en la cama, mi gato no estaba, parecía enfadado y recordé todo. En silencio me puse a llorar y cogí la foto de la única amiga que me había comprendido. En ella salía yo, con una sonrisa sincera y relajada con Rachel, una chica muy hermosa que me comprendía como la hermana que nunca tuve.

Como siempre, a mí la felicidad me dura un soplo y no volví a verla, su primo muy cercano a ella la llevaba al parque para vernos cuando se chocó con un coche.

El primo de Rachel giró el coche demasiado tarde, un coche empujó el suyo hasta que la parte del copiloto se estampó en la pared causando la muerte de mi mejor amiga.

Justo los cristales que calleron en el coche, calleron donde su primo que hizo que sólo un diez por ciento de posibilidades le quedaran para vivir. Necesitaba un trasplante de corazón. Rachel estaba asegurada pero en el contrato puso que donaría los órganos al morir.

Rachel murió inevitablemente pero sus órganos que quedaron intactos, su corazón y casi todos de la parte izquierda de su cuerpo, fueron donados, el corazón fue para su primo y él consiguió vivir.

Sigo odiándolo. Debería haber muerto él. Siento ser egoísta pero mi vida sin Rachel desde ese entonces fue muy desgraciada.

Y muchos se preguntarán que cómo se tanto sobre lo que ocurrió.

Rachel vino incorpórea, traspasaba todo, me contó el accidente y lo que ocurrió. Ella nunca me ocultaba nada. Mis padres no me creyeron cuando les dije que Rachel me lo había dicho y me llevaron a la psicopedagoga.

Mi actitud cambió, Rachel no volvió más, iba al cementerio a buscarla cerca de su lápida dejándole flores cada semana hasta que por mi salud me prohibieron verla. Creían que estaba loca. Así todos a mi alrededor.

Sigo llorando todas las noches con esa foto. Espero encontrarla, pero a veces no sé si es verdad. No sé si tuve una amiga, no sé si es mi imaginación la que la creó para no estar sola... solo mi gato me apollaba ahora y al escucharlo hablar en mi mente se lo dije a quienes más me han hecho daño.

Me limpié las lágrimas y fui a buscarlo.

-Perdóname, gatito.- ya no sé que es verdad y lo que no.

《Piénsalo y te responderé, soy real, me escogiste a mí y cuando lo hiciste supe que eras especial》

《¿Qué quieres decir con especial? 》

《Muy bien, ya sabes hablar por la mente, significa que eres una de los únicos 10 druidas que hay en la tierra》Se le notó feliz al decirlo, orgulloso.

《¿Druida?》estaba muy confundida en ese momento.

《Sí son las únicas personas con habilidades para sentir con todos sus sentidos lo que otros no pueden sentir, además de poderes sobre un elemento》.

Me volví a acostar, esta vez con mi gato en la almohada y una duda vino a mi cabeza:

-¿Tienes nombre? - lo miré con curiosidad. Me sentí la más idiota del mundo al mirar a mi gato y preguntarle su nombre....
《Alex》

Luego de esa respuesta se acurrucó junto mi rostro y se durmió mientras yo no paraba de pensar esa locura.

¿estaría loca?

N/A: Si hos gusta, hacedmelo saber ya que estoy entusiasmada con esto que se me ha ocurrido. Muchas gracias y atiendo a sugerencias.

Los 10 druidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora