7. Tenemos que irnos (Cuidado:sangre)

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-¿Qué haces aquí? - le espeté. Habíamos atado a Juan a un árbol. Él se había dejado, parece que confía aún en mí a pesar de que le disloqué el tobillo y sus brazos sangraba por las mordidas de mis fauces. Ahora, trataría de aprovecharme de sus puntos débiles para saber qué nos esperaba en el bosque.

-Atacar-respondió él con una sonrisa.

-¿Sabías que yo era una druida?-

-Sólo papá y yo. Dejamos a tu madre flipar. Nosotros sólo fingimos no saberlo y apoyar a que estabas loca. Quizá si lo creyeras simplemente lo estarías y podríamos adueñarnos de ti.- su sonrisa se ampliaba. Sonó un golpe fuerte y seco.

-¡Gilipollas de mierda! Yo lo sabía, intuí lo que eras y ahora estoy seguro, no te escaparás con vida- Alex se convirtió en león y rugió a mi hermano que estaba sangrando por la nariz por el golpe.

-Alex para, quedan cosas por saber-le dije nerviosa. Gruñó quejándose y se sentó.-¿Quién lidera las patrullas?-le pregunté ésta vez.

-¿Qué te hace pensar que te lo diré? - me estaba retando.

Invoqué a un oso panda. Le mandé cojer cosas muy especiales para mi hermano.

-Pronto verás como desearás decírmelo. Y,¿tienen algún ataque sorpresa, emboscada o algo por el estilo?- pregunté sonriendo orgullosa. Alex se relajó y volvió a su forma humana.

-Ya dije que no te diré nada.- me giró la cara.

-Está bien, ya veremos qué dices luego.

Al rato llegó mi oso con la novia de mi hermano cargada a su espalda y su perra de caza favorita.

-¡Marga, Linda!- gritó sus nombres triste.

-Vamos a jugar a un juego, hermanito. Si me dices todo lo que sabes, ganas. Si no abres esa bocaza, tu novia y tu perra sufrirán ante tí.- me puse seria y entre Alex y yo atamos a Margarita al árbol. Luego Alex se quedó con la perra.

-Te volveré a preguntar: ¿Quién es tu líder?

-El líder de Andalucía es... papá. - me puse seria. Ya sabía por qué él estaba allí, una estrategia. Que el odio le llevara a hacer eso me daba pistas. Mi hermano siempre volvía a casa con alguna herida, sucio, quemado, fracturas... y mi padre siempre estaba con su portátil tecleando y buscando cosas. Suficiente para creerle.

-¿Y el líder supremo?-

-En París. Lo dirige todo desde la punta de la Torre Eiffel.

-¿Y saben algo sobre los demás druidas?

-No puedo dar esa información por órdenes y pactos con Francia.- dijo con sufrimiento.

-¿A no?- me acerqué a Alex. Puse un cuchillo en el cuello de su perra.-Yo no quería llegar a esto...- corté un poco para que viera la sangre, la perra se quejó.

-Está bien te lo diré pero déjala.- sonreí complacida.

-Uno de fuego con una de aire, están causando estragos en diferentes ciudades de Reino Unido. De sus compañeros no se sabe nada. Los de agua fueron vistos surfeando en California. Se escaparon vía acuática.- Titubeó. Me di cuenta de que los de tierra no habían sido nombrados

-¿Capturaron a los de Tierra?

-Sólo al chico. La chica está buscando venganza. Nadie la ha visto desde que su compañero fue atrapado.-

-Creo que una última pregunta.- miré hacia Alex buscando aprobación y simplemente asintió- ¿Volverás con ellos? ¿Contarás sobre esto? Nos volveréis a atacar?- pregunté lastimosa.

Los 10 druidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora