Capitulo 11
Se volteó hacia la sala de la gran casa del mayor y emprendió sus pasos con decisión. No se rendiría fácilmente con su plan de ayudar a Min de su estúpida capsula de inseguridades. Pero su trabajo de querer llegar hasta la salida fue interrumpido por aquel pálido chico de cabellos azabaches.
-Estás loco. Jimin, no hablare con mis padres ahora, tienes que ser paciente- susurró Min acorralando a su invitado contra la pared.
El menor apartó al mayor y negó con su entrecejo fruncido solo para imponer autoridad.
-¿Y Yoongi?- pregunto la mujer a su hijo menor luego de saludarlo. Una gran sonrisa se dibujo en los labios finos de aquel adolescente que sin piedad alguna revelo el paradero de su hermano.
-En la puerta de entrada con su novio- la mujer miro confundida a su hijo y luego se giro hacia el hall. Volvió a mirar a su hijo y sonrió mientras se dirigía hacia donde su hijo mayor se encontraba.
El labio inferior de Jimin tembló ante las excusas del mayor al no querer enfrentar a sus padres. Negó cuando las lágrimas se aglomeraban en sus ojos amenazando salir y rodar por sus mejillas.
-Por favor, Jimin. Hoy no, dame más tiempo. Te prometí que lo haría, lo haré- el sonido de los tacos de la delgada mujer se escucharon en la habitación seguido de los pasos del dueño de aquella mansión.
-Yoongi, hijo. ¿Por qué no pasas?- pregunto la mujer haciendo los nervios de Yoongi florecer como rosas en la primavera.
-Hazlo- susurro Jimin suplicando a al pelinegro hacerlo.
-¿Yoongi? ¿Quién es el muchacho?- esta vez fue el señor Min quien elevo la voz. El hijo mayor del matrimonio miraba a su familia con nervios que le calaban los huesos y ni hablar del miedo que sentía al mirar a Jimin que le pedía con lágrimas en los ojos que dijera la verdad.
El pelinegro soltó un suspiro y se acerco a sus padres dejando a Jimin solo en la sala de entrada. El menor tomó esto como un rechazo y bajo la cabeza sintiendo las lagrimas correr por sus mejillas al no sentirse suficiente como para hacer que Yoongi cambiara de opinión.
La sorpresa de Park fue cuando escucho al mayor decir que pronto estarían con ellos y que los esperaran en la sala ya que debía de hablar con ellos.
-Ya. No llores- dijo limpiando las mejillas del menor para luego besar su frente.- ¿Te sientes bien?- Jimin sonrió abrazando al mayor por la cintura y afirmando su cabeza sobre su pecho.
-Creí que no lo harías- confeso sintiéndose feliz de que sus acciones estén cobrando frutos buenos.
-Sabes que cuando se trata de ti pierdo la cabeza- la mejillas de ambos se tiñeron de rosa ante el sentimiento de calidez.- Vamos antes de que vengan por nosotros- dijo Yoongi rompiendo el abrazo.
Caminaron hasta la sala donde la familia completa los esperaba sentados en los sofás. JungKook les estaba explicando cómo había sido su viaje de regreso y cuanto extrañaba su ciudad.
-Buenas noches- dijo Jimin ante los padres de su pareja que lo miraban con suma atención.
-Buenas noches- respondieron los mayores mirando con una cálida sonrisa al invitado.
-Los voy a presentar- intervino rápidamente Yoongi queriendo hacer las cosas lo antes posible mientras le durara la valentía.- Jimin, ellos son mis padres, Min SunHye y Min DongJae- Jimin hizo una reverencia hacia los mayores- Pa…pá, mamá- habló sintiéndose demasiado nervioso.- Él es Park Jimin, m-mi a-amigo - los señores Min se sorprendieron y luego sonrieron acercándose a su hijo y a Jimin quien tampoco salía de la sorpresa de la cobardía de Yoongi.
-Bienvenido- dijo SunHye abrazando a Jimin.
-Muchas gracias, es un gusto conocerla- la mujer sonrió mostrando su dentadura perfecta mientras tomaba las mejillas regordetas de Jimin que brillaban de lo rosadas que se encontraban por contener el llanto de sentirse herido.
-Park Jimin ¿Hijo de Park JiHyun?- el menor asintió ante el padre de Yoongi. – Admiro mucho a tu padre. Somos amigos desde la secundaria - Jimin sonrió en forzosamente y asintió.
-Le diré que me he encontrado con usted- dijo en voz baja.
-¿Te sientes bien?- preguntó SunHye notando la incomodidad de Jimin y éste miró a Yoongi unos segundos.
-Recordé que tengo cosas que hacer. Si me disculpan.- los mayores asintieron y se despidieron del invitado.
-Te acompaño- dijo Yoongi sabiendo que Jimin se encontraba molesto.
Una profunda necesidad de llorar se instaló en el pecho de Jimin que se dirigía a la salida a paso rápido.
-Puedo ir solo- dijo con la voz quebrada.
Yoongi suspiró mientras se cuestionaba si era lo que realmente quería. Él amaba a Jimin, quería esrar con él y tener una relación pública, hasta el momento todo surgía excelente entre ellos dos a excepción de aquel pequeño detalle: su cobardía.
-¡No te vayas!- gritó corriendo hacia el menor.
-Ya... déjame solo. Necesito llegar a mi casa y estar solo- dijo Jimin limpiando sus lágrimas. Yoongi negó dispuesto a hacer todo lo correcto para tener a Jimin entre sus brazos.
-Ven- le dijo dirigiéndose hacia el comedor donde creía y estaría su familia esperando por la cena.
-Yoongi, no, ya dijiste lo que tenías que decir. Me voy, déjame ir- lo ignoraba, Min lo ignoraba.
El simple echo de pensar en que ya no tendría más a Jimin le hacia doler el pecho.
Se imaginaba llegando a clases y ya no ver al menor a su lado, se imaginaba su bandeja de mensajes vacío y sus tardes sin compañía. No queria eso, definitivamente no queria sentir la perdida del único chico que logra derrumbar los muros que construyó hace años.
-Yoongi...- dijo Jimin deteniendo su paso. -Basta, lo entiendo. No soy suficiente cómo para hacerte cambiar de parecer. No me amas cómo yo a ti.- Yoongi negó y tomó entre sus manos el rostro ajeno. Le dolía escuchar las falsedades que él demostró.
-Yo t-te amo. Soy muy feliz a tu lado. Te pido perdón por ser un cobarde, un idiota.- pero el daño estaba hecho y aunque esas pañabras fueran lindas para Jimin, no lo perdonaría por ello.
-Llevame a mi casa, Yoongi. Por favor, no quiero seguir aquí- Min secó cada pequeña lagrima que se deslizó por el rostro de su amado y por último lo besó.
Los pasos de la mujer se detuvieron al ver la escena provocando que su esposo chocara con ella. JungKook los miraba desde el umbral de la puerta y sonreía de lado. El corazón de todos los presentes de contraia al ver tal escena donde Yoongi acariciaba y besaba al menor como si de la máxima belleza del planeta se tratase. Y era justamente como Yoongi veia a Jimin.
No existía, ni existió, ni existirá hermosura más inmensa ni igualable a Jimin. Ese chico de cabellos rubios, labios gruesos y rosados, esa voz dulce y a veces gruesa en sus momentos de enojo, su sonrisa que hace desaparecer sus pequeños y hermosos ojos color avellanas. Sus mofletes rechonchos que a todo el mundo enloquece. Sin dudas Park Jimin era perfecto a los ojos de Yoongi y no solo por el físico. La personalidad de Jimin era la reliquia para Min, esa fascinante manera de alegrarle los dias, ese carisma que tanto lo caracterizaba y que lo volvia único, todo, absolutamente todo en la personalidad de Jimin era agradable para Yoongi.
Todo estoy y más era lo que Yoongi le expresaba con la mirada a Jimin después de aquel beso romántico e importante entre los dos.
-Hijo... ¿tienes algo que decirnos?- preguntó DongJae acariciando los hombros de su esposa.
Yoongi sonrió mirando a Jimin y lo abrazó haciendo que el menor chocara su cabeza en su pecho.
-Jimin... es mi n-novio.- dijo Yoongi haciendo que nuevas lágrimas se acumularan en los ojos de Jimin.
-¡Que idiota eres!- fue lo primero que escucho proveniendo de los labios de su padre- ¡Eres simplemente un idiota!- concretó el hombre mayor.
Yoongi sintió que aquello que tanto temió, se hacia realidad. Sus padres diciéndole sus errores y él sintiéndose peor de lo que ellos decian que él era.
-¡¿Como me vas a decir que es tu amigo?! ¡Mientes, siempre mientes!- Jimin se abrazó aún más a Yoongi sabiendo que aquella palabras lo estarian hiriendo brutalmente.
-¿Por que mentiste, hijo? ¿Acaso no sabes que a él tambien le duelen tus mentiras?- Yoongi bajó la mirada sintiéndose muy mal con respecto a su confesión.
-Perdón- dijo con un nudo en la garganta. Se sorprendió mucho cuando sintió unos brazos a su alrededor y más aún cuando vio que eran de su padre.
-Lo sabiamos, Yoongi. Sabíamos que Jimin viene desde hace meses. No olvides que tenemos un personal enorme y todos tienen el deber de decirme quienes visitan a mis hijos y que hacen en mi ausencia. No son muy discretos- Yoongi no sabía como reaccionar pero opto por abrazar al hombre.- Me molestó escuchar que Jimin era tu amigo, sabía que mentias pero no te salvaría de aquéllo, se que sabes que hacer- Yoongi asintió separándose un poco de su padre.
-Gracias, papá- el hombre sonrió sintiendose cálido ante el llamado de Yoongi, no siempre era llamado de esa manera por su hijo.
-Te felicito, hijo- dijo la mujer y abrazó a Yoongi dejándole un enorme beso en la mejilla.
-Bienvenido a la familia, Jimin- el menor sonrió e hizo una venia ante el hombre.
-Muchas gracias, cuiden de mi, por favor- el hombre asintió y revolvió los cabellos de Jimin.
JungKook se acercó a Jimin solo para molestar a su hermano mayor y lo abrazó por la cintura.
-Quítate, JungKook- pidió Jimin llamando la atención de Yoongi quien se acercó a ambos y apartó a su hermano mientras abrazaba posesivo a su novio.
-Quítate, idiota- los padres miraron a sus hijos y solo sonrieron sabiendo que aquellas peleas jamás se acabarían.
-JungKook, no molestes a tu hermano- el de cabellos azabache solo sonrió y le guiño a Jimin.
-Si este idiota te aburre, solo ve a mi habitación- le dijo en tono de burla.
-Maldito...-
-¡Yoongi!- reprendió su madre al ver que el mayor tenia intenciones de acercarse a su hermano para golpearlo.
-¡Será mejor que cierras la puta boca, Jung!- gritó siendo jalado por Jimin.
-¡Yoongi!- el menor miró a su padre con molestia.- Sabes que JungKook esta jugando. Tu solo preocupate poe Jimin. Nosotros controlamos a tu hermano- dijo el hombre antes de marcharse detrás de su hijo menor.
-¿Te quedaras a cenar?- preguntó la mujer a Jimin quien asintió con una sonrisa y sus mejillas rosadas.
