Capítulo 17.
-¿Estas bien?- preguntó TaeHyung acariciando la espalda de su amigo.
-Excelente – respondió Jimin con bastante sarcasmo.
-¿Qué hizo Yoongi ahora? - Jimin negó y escondió su cabeza entre sus brazos. - ¿Ya hablaron del triángulo de las Bermudas? – bastó aquello para que Jimin comenzara a reir con lágrimas en sus ojos.
-Intente seguir como si no pasara nada pero… pasa todo TaeHyung. Lo amo pero no puedo seguir con él sabiendo que con sus labios besó a otro, que con sus manos tambien toco su cuerpo. Crei que yo era su todo – Yoongi entró al salón con un vaso de café en cada mano y se acercó a Jimin con una sonrisa.
-Toma- dijo sonriendo. – Tae, mi hermano te estaba buscando – el Castaño entendió la indirecta y se levantó dejando a la pareja sola. - ¿Te sientes bien?- Jimin asintió forzando una sonrisa y bebió del café. – Hoy tengo planeado un dia lleno de actividades para los dos – dijo Yoongi tomando la mano de su novio.
-Tengo planes con mi mamá – mintió sacando su carpeta cuando el profesor ingresó al salón.
-¿Y por la noche? Puedo ir a verte a tu casa y quedarme a dormir. Extraño pasar tiempo contigo. Nunca coincidimos y a tu mamá se le ha dado por salir contigo – Jimin se puso de pie guardando sus cosas para sorpresa de Yoongi y de TaeHyung quien recien llegaba.
-Terminamos, Yoongi- el pálido se quedo mirando a Jimin con sorpresa.
-Park… ¡¿Park?!- gritó el profesor al ver al alumno salir rápidamente del salón. Yoongi se puso de pie dispuesto a salir corriendo detrás de Jimin pero TaeHyung lo detuvo.
-Déjalo, Yoongi. – el pálido se quedó en su lugar solo por unos minutos y luego salió corriendo del salón.
-¡Jimin!- llamó mientras corría por el pasillo. - ¡Jimin, espera! – alcanzó al menor y lo detuvo colocándose al frente.
-No quiero hablar. No ahora – dijo Jimin con la voz apagada.
-Te llevo a tu casa. No puedo dejarte ir así como estas- dijo Yoongi ofreciendo su mano.
-Puedo tomar un taxi. No quiero que te pierdas las clases y ganes un castigo por mi culpa- dijo caminando hacia la salida.
-No me importa la puta clase, me importas tu y que llegues bien a tu casa a donde sea que quieras ir. – el menor se quedo mirando a Yoongi y luego asintió.
Yoongi contenía las ganas de abrazar a Jimin y decirle lo mucho que lo amaba pero ya no estaba en lugar ni tiempo. Su oportunidad se habia marchado, el tiempo para demostrarle al chico de cachetes regordetes cuando lo amaba ya habia pasado. Su lugar como novio ya lo habia perdido antes de que Jimin decida terminarle, dejo de ser su novio cuando acepto a Hoseok. Se convirtio en el idiota que hirió a Jimin y eso no se lo perdonaría.
-Jimin…- dijo en cuanto llegaron a la casa del menor. En cuanto sus miradas se conectaron Yoongi sintió que caeria de la motocicleta e iría a abrazar al menor. – Te amo- quizas aquel era el último suspiro de su amor, quizas aquel era el fin aunque el futuro sea incierto.
No obtuvo respuesta más que unos ojos cargados de lágrimas y el giro de aquel cuerpo que amaba con locura. Se colocó el casco y encendió el motor de su motocicleta.
Jimin apretó el libro entre sus brazos y cerró los ojos con fuerza mientras mordia su labio inferior conteniendo el llanto. Quería pedirle que se quedara, quería pedirle disculpas por no ser suficiente, quería prometerse que todo volvería a ser como lo era antes, quería olvidar que le partio el corazón pero aunque su mente se borrara, el corazón herido seguiria sintiendo aquel enorme dolor y aquel rápido sentimiento que creció allí.
Escucho como aceleraba y luego como se marchaba dejando todo el lugar en silencio a excepción de su irregular respiración y leves sollozos. Apretó con fuerza el libro y elevó la mirada para luego caminar hasta su casa, subir las escaleras, llegar a su habitación y tirarse en la cama a llorar mientras presionaba su rostro contra la almohada creyendo que emudeciendo sus gritos de dolor y su llanto podria dejar de sentir aquella fuerte presión en su pecho.
Yoongi se dirigió hasta aquel lugar que jamás visitó y creyó jamás hacerlo pero necesitaba contarle a alguien sobre su dolor. Necesitaba ocultar su dolor amoroso y que mejor lugar que un cementerio. Pero Min jamas tuvo gustos teóricos, simplemente visitaba, en esa ocasión, el cementerio donde se encontraba su madre sepultada. Su madre biológica.
-Hoo JeonShu- dijo sentándose al frente de la lapida un poco abandonada. – Soy Yoongi… tu… tu hijo – se sentia nervioso y estúpido a la vez ya que literalmente no estaba hablando con nadie. -Hoy… mi novio me terminó porque yo… yo fui lo suficientemente estúpido como para engañarlo. Lo dañe, lo heri y lastime sabiendo que él me amaba. – se acomodó mejor y limpio su nariz después de sacar sus mejillas. – Jimin siempre me decía que me amaba y yo lo ignoraba por pensar en otra persona. Cuando el queria estar conmigo yo le decia no poder y ahora él me hacia lo mismo, se que no como venganza, quizas le daba asco mirarme, escucharme – detuvo sus palabras al ver que unas ramas secas obstruian la lectura en uno de los escritos de la lapida.
“Te amo, Yoongi. 28396”.
El pálido se quedó mirando aquello y luego sonrió sabiendo que su madre no lo abando88nó por maldad. Su mamá lo amó y aquello le daba fuerzas para sonreir en ese momento. Le hubiese encantado estar allí con Jimin como lo había planeado pero no merecía ni las palabras del menor.
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-Ya lo encontré- dijo JungKook y luego colgó.
Se acercó a su hyung e hizo una mueca al ver los rastros de lágrimas en las mejillas palidas que le daban ese toque tierno al rostro de su hermano. Le acarició los cabellos y luego miró hacia la lapida frente a ellos. Miró a su hermano nuevamente y lo movio un poco para despertarlo.
-Yoon… vamos a casa- el mayor apenas abrio los ojos y vio a su hermano supo que se habia quedado dormido donde no debía. Estuvo expuesto a muchísimos peligros durante esa media hora allí durmiendo. - Vamos – insistió JungKook con una pequeña sonrisa.
-¿Qué hora es? – preguntó aún adormilado.
-Seis… casi siete- Yoongi asintió y tomó su casco. – Tae fue a ver a Jimin. No has hecho las cosas bien. Dañaste a quien te amaba. Y dos veces – Yoongi sabia de lo que habia hecho pero no necesitaba que se lo dijeran cada dos segundos, suficiente con su propio reproche.
-Eres un asco comsolando – dijo Yoongi mirando a su hermano menor.
-No es el fin del mundo. Tenemos dinero, podemos comprar barcos y putas – Yoongi hizo una mueca en desacuerdo con su hermano.
-El fin del mundo eres tu. Y si no quieres terminar como yo deberias de olvidar las putas y disfrutar del barco con TaeHyung- JungKook rió y abrazó al pálido.
-TaeHyung y yo nos entendemos. Tu debes de entender a Jimin y dejar de hacerte sufrir y dejar que él piense mejor las cosas. Por lo que me dijo mi amor, no volverá contigo pero no aalgo seguro. – Yoongi apartó al menor en cuanto llegaron a la motocicleta.
-Realmente vales mierda como consejero-