Querida soledad

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Querida soledad,
no quiero mentirte, no lo haré;
la estoy pasando bien sin ti.

Pero... gracias.

Gracias por enseñarme que
eso de que las lágrimas curan el alma
es una mierda,
si las lágrimas curaran el alma,
no terminaríamos más tristes
después de llorar como bebés.

Gracias por enseñarme que
el amor no se busca,
el amor se encuentra,
sin necesidad de forzar.

Gracias por enseñarme que
es necesario cagarla con otras,
y que otras la caguen contigo,
así no la cagaré con el amor de mi vida,
y el amor de mi vida será advertido
para que no la cague.
Creo que todas las personas que se fueron,
son objetivos de prueba en el campo de tiro,
que con ellas se aprende que
al amor de tu vida debes apuntarle al corazón
— sin balas —,
no a la cabeza.

Gracias, querida soledad,
porque me enseñaste
que el tiempo es una ilusión irrecuperable.

Gracias por enseñarme que
muchas hojas de papel y un lápiz
— estos si funcionan —,
pueden curar el alma,
que con agua
también me puedo embriagar.

Gracias por enseñarme
a cuidar, valorar, respetar y,
gracias por enseñarme a amar.

Gracias, mil gracias,
porque sé que si te vuelvo a necesitar,
allí estarás, querida soledad.

FUEGO Y ESTRELLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora