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El sonido del vapor del tren resono por toda la estación, el fuerte sonido se mezclaba entre las voces de las persona que con gran emocion observaban el nuevo diseño del nuevo tren, el cual estaba diseñado para recorrer grandes partes del pais de Salem, solo la gente adinerada, con estatus de nobles eran capaces de entrar pero debido al gran estreno espectacular y debido a la gran bondad de los nobles solo por esta ocasión doncellas del coro del gran vaticano entrarían para dar un recorrido especial, aparente este acto de nobleza fue todo un gesto y acto de bondad sin embargo tambien habia sido la oportunidad perfecta para que una joven pudiese infiltrarse.

Las jovenes doncellas del coro formaban una fila en espera de entrar al gran tren, fingienda serenidad y tranquilidad pero por dentro estallaban de la emocion por tan grata oportunidad que le habian brindando, cada una, daba su pasaje para despues dar unas palabras de agradecimiento y entrar. Los gestos a seguir eran sencillos, una sonrisa tratando de mostrar una sonrisa amable, una reverencia elegante como saludo y finalmente una voz suave diciendo un simple "gracias" como si fuese lo mas bello escuchado.
La joven azabache miro alrededor, el lugar era mucho mas grande de lo que imaginaba, las paredes blancas brillaban, los adornos de madera fina tenian una suave fragancia aun, las costinas azules eran de una elegante seda, los muebles tenian acabados finos y desde la lejania se notaba su comodidad, el simple hecho como un vagon de viaje era lo suficiente valioso, incluso podria tomar una simple cortina y venderla a un buen precioso pero esa no era su misión, la joven trato de concentrarse miro su boleto y tomo su asiento asignado, miro a las demas doncellas que reían y hablaban entre murmullos para evitar ser escuchadas por nobles de los otros vagones, su vida era simple a diferencia de ella y era una de las pocas cosas que podia desear pero no obtener.

El gran anuncio de que el gran tren Sisu por fin partiria lleno de emocion a los presentes, la joven azabache miro por la venta para observar como algunas personas se despedían de sus conocidos mientras tanto ella era observada por un hombre que se ocultaba entre la multitud y con una sola sonrisa le hizo ver a la joven las consecuencias de algun error, no importaba lo que hiciera o que decision decidiera tomar al final de cuenta terminaria perjudicada, era algo de perder- perder para ella. Sabia mejor que nadie que seria un bastante largo por lo que decidio permanecer quieta en su lugar hasta que el momento indicado para empezar su plan diera lugar, sin embargo ella era inconsciente de un par de ojos que la seguían desde la lejania en cuanto ella abordo el tren.

-Xian, es hora de dar el primer acto.

Aquella dulce voz la sobresalto un poco, nisiquiera se habia percatado de cuando el sueño la había invadido, miro el libro que se encontraba sobre sus piernas y despues a la joven que le habia llamado, asintio con la cabeza y se levanto para seguir a las demas doncellas que iban formadas en una fila recta para caminar a traves de los vagones para poder llegar al comedor principal, la joven miraba a su alrededores contando cada ventana, cada salida de emergencia, contaba el numero de guardias, incluso evitaba con discreción las camaras de seguridad, escapar no seria sencillo sin embargo podia hacerlo si se apegaba al plan.
Al llegar al comedor principal las doncellas del coro fueron recibidas por aplausos, ellas formaron dilas de cuatro, la lider hizo menciono brevemente un saludo de agradecimiento para despues compartir una breve reverencia con las demas doncellas, con una seña le indicaron al pianista que tocara la pieza para dar inicio al coro, mientras cantaba la joven recordaba la unica razón por la cual la habian escogido en verdad tenia una buena voz y consideraba eso lo unico bueno que prsctico durante toda su vida en aquel lugar, cerro los ojos por un momento para disfrutar de la pieza musical que cantaba con las doncellas y se sintio bien por sentirse aunque fuese por un momento como una chica normal pero no era algo que duraría, al terminar la canción se despidieron con una reverencia y los aplausos ahora dieron lugar al vagón, los nobles en verdad parecian bastante complacidos por el pequeño espetaculo y aprovecho aquella ignorancia para mirar a la joven rubia que batallaba por permanecer de pie, sabia que la droga no tardaría en afectarle por completo por lo que se acerco con cautela.

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