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Las cosas entre los dos se habían vuelto incomodas, de alguna forma no salía un tema de conversación tan natural como era costumbre, Dan solia llegar con algún chiste sobre su próximo atraco mientras que Hollis se limitaba a escucharlo para simplemente decirle lo esencial para después desviar su atención en algo más pero ahora un enorme silencio reinaba entre ambos asunto a lo cual Hollis no presto atención pues estaba acostumbrada a este tipo de situaciones pero por el otro lado para Dan se había vuelto agobiante. Le miro para percatarse que se veía mas delgada, sea lo que fuese que sucedió ese día la hizo perder peso y aquello le disgusto pues solo había pasado con exactitud un día sin verla y le pareció bastante extremo el notable cambio para él.
Hollis terminó su desayuno y se levantó de su lugar para volver a su habitación en silencio mientras que Dan seguía en silencio.

—¿Pelea de amantes? —preguntó con burla un hombre de gran barba que tomo asiento frente a él.

—No, señor.

—Que no te de vergüenza aceptarlo joven, las disputas entre amantes son naturales. Es algo inevitable.

—Ella es tan callada que nunca logro entender lo que piensa.

—Aunque cantara como los pájaros jamás podrías entenderla, es una mujer y asi son todas, un completo enigma.

—Eso suena a una complicación mas que una solución.

—Las buenas mujeres solo son para los hombres arriesgados. Tienes que entender que se necesita mas de un ingenio para resolver el enigma, una vez descubierto las cosas serán sencillas.

—¿Y cual es la clave?

—Cada mujer es distinta por lo que la respuesta siempre es distinta. Pero me apiado de ti asi que te ayudaré, cada vez le hablas y giras a ver por la ventana ella te sonríe.

Las palabras de aquel hombre sorprendieron a Dan, muy pocas veces observó a Hollis sonreír con sinceridad y cuando lo hacía nunca era a su persona pero aquello fue una gran revelación, se levantó y se dirigió hacia la pequeña habitación asignada de la joven, abrió la puerta sin siquiera tocar para verla sentada sobre la cama leyendo un libro de inmediato lo cerró para observarlo, él tomo la pequeña silla que se encontraba para estar cerca.

—¿Que sucede?

—Hoy luces hermosa con ese vestido morado.

—¿Debo estar agradecida por ello?

—Solo decía mi cumplido de la mañana. Ahora, ¿cuantas habilidades tienes bajo la manga?

—¿De que hablas?

—Enséñame.

—¿Que te enseñe?

—Todo el tiempo parezco el estorbo en tus planes, no me incluyes y no parece que me necesitas si no es para aparentar.

—¿Por que quieres ser parte de esto?

—Quiero que seamos amigos.

—¿Por qué?

—Porque me siento cómodo contigo, no tengo porqué ser solo un noble mas, solo soy una persona más, sinceramente no soy nada a tu lado y quiero cambiar eso.

—¿Por qué?

—No todo en esta vida tiene respuestas, solo se que me gusta estar contigo. 

—Eres un noble bastante extraño.

—Solo soy Dan.

—Si, supongo que tienes razón

El sonido del tren captó su atención en un par de minutos llegarían a su próximo destino, Dan miro hacia la ventana pero de reojo observó a Hollis quien sonreía y fue en ese momento que se alegro de haber escuchado a ese hombre porqué de lo contrario jamas habría notado tan hermosa sonrisa en su rostro.

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