VIII

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—Esto no es mas que una estupidez—alego el azabache mirando su atuendo.

—¿Donde quedo el espíritu aventurero,  Faolan?

—Esto es una total locura, reconsidere esto su majestad.

—Recuerda que ahora soy Vídar—palmeo el hombro de su amigo —. Si me llamas príncipe Gennady seremos ejecutados.

—Si entramos y nos descubren seremos ejecutados.

—Por eso ahora debes ser más cuidadoso mi querido amigo Dusan.

—No me gusta ese nombre quiero otro.

—Creo que es muy tarde ya te registre asi—bromeó el príncipe molestando a su amigo.

—¿Puedes repetirme el plan?

—Entraremos a la orden de asesinos haciéndonos por pasar por uno de los mejores criminales, entraremos robaremos los planes de su organización y saldremos.

—Es un pésimo plan, ni siquiera está bien detallado. ¿Que si los verdaderos criminales aparecen?

—No te preocupes por ello, Danek ya los encarceló y asesino.

—Espera un momento, ¿robaste los planes de la misión de Danek?

—Si y me sorprende que aún no lo halla descubierto, ahora andando—dijo mientras avanzaba por las montañas con mucho entusiasmo.

—Si los asesinos no me matan tu primo lo hará.

Se arrepintió el joven caballero mientras seguía al entusiasmado príncipe. Desde un principio sabía que algo andaba mal pues el príncipe le pidió que lo acompañará en una misión no oficial, se arrepintió de no haber acudido a su majestad el rey o cualquier otra persona que le ayudara a detenerlo pero ahora ya era demasiado tarde. El joven caballero detuvo el paso una vez que el príncipe lo hizo.

—¿Que sucede?

—Es extraño, de acuerdo con las indicaciones ya llegamos —miró a su alrededor notando la infinita nada que los rodeaba.

—Siempre has tenido una pésima orientación.

Cuando el caballero pensó en arrebatarle el mapa sintió como algo pico su cuello de un momento todo se volvió oscuros y cayó inconsistencia, el príncipe confundido miró a su compañero antes de caer inconsistencia junto con él.
Cuando ambos volvieron a abrir los ojos se encontraban sentados en una habitación oscura, frente a ellos un hombre mayor quien vestía de negro los observaba con diversión.

—¿Realmente son estos?
—pregunto con diversión el hombre. El príncipe miró alrededor percantandose que no eran los únicos en la habitación—.Como sea, es sorprendente ver como dos simples muchachos han causado un gran revuelo en el interio.

—Es sencillo, realmente no tiene mucha dificultad el alborotar a un par de pequeños insectos.

Habló el príncipe fingiendo burla, su amigo le miró incrédulo por sus palabras pero aún así pensó en seguirle la corriente, sabía que no era el momento ni el lugar para desacuerdos.

—Tienes razón, todos los nobles son unos idiotas—hablo mientras tomaba una copa de vino—. Lamento el recibimiento pero no podría arriesgarme a que un par de novatos sepan dónde nos encontramos, como saben después de aquella pelea del imperio por tratar de exterminar nuestra gloria tuvimos que ser más cautelosos, seré directo estarán a prueba y si no dan resultados esperados los asesinaremos.

Soltó para soltar una carcajada la cual el príncipe heredo acompañó.

—Jamás pensé que fuese tan bromista.

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