아홉; 9

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Las festividades acabaron, dando a inicio nuevamente a las clases, donde luego de una semana, JungKook y Lalisa volverían a verse.

Rápidamente que el sol se asomó por la ventana del castaño, este se levantó para prepararse, estaba más que emocionado por ver a la rubia. Al pasar algunos minutos, ya este estaba listo y se encontraba en el salón de su casa, en la espera de su hermana. A los segundos luego, apareció esta con los ojos aún cerrados y con su pijama puesta, al ver la figura borrosa de su hermano se sorprendió.

—¿Que me ves, Rosie? — el castaño habló rápidamente — Ve a arreglarte, debemos ir a la escuela. — podía decirse que el rostro de Rosé era un poema con muchas preguntas sin responderse, haciendo caso a lo que dijo su hermano se encaminó hacia el baño a arreglarse.

(...)

Al llegar al calabozo, muchos estudiantes se encontraban murmurando cosas en varias esquinas de la escuela, llamando la atención de los hermanos. Roseanne rápidamente se acercó a grupo de chicas a preguntar que ocurría, la curiosidad era mucho más fuerte que ella.

—Chicas ¿que está pasando? —las chicas voltearon a ver a esta y una de ellas le respondió.

—Sehun volvió— la respiración de la castaña se detuvo, y JungKook la miro preocupado — Y está en busca de Lalisa. —al mencionar el nombre de la rubia ambos se sorprendieron, aún más Jeon, ¿porque Sehun habría vuelto?

Sin pensarlo dos veces, Rosé fue en busca de su mejor amiga, el castaño persiguió a su hermana con la mirada y agradeció a las chicas con una reverencia.

Sehun, el nombre que rondaba por toda la escuela, su regreso había sorprendido a muchos, e incluso al castaño le había sorprendido el regreso de este.

Caminaba por los pasillos, en la misión de hallar a Roseanne y a Lalisa. Mientras caminaba por uno de los pasillos de la escuela vio la silueta de quien parecía un hombre quien besaba eufóricamente a una chica, mientras el castaño se iba acercando a la pareja, sus rostros se podían distinguir aún mejor.

—Mierda, te extrañe tanto Lalisa— al oír el nombre que salió de los labios del chico su corazón comenzó a palpitar demasiado rápido, una ola de escalofríos recorrió su cuerpo y el miedo invadió todo su ser.

Dio tres pasos hacia delante, acercándose lo suficiente para ver la cruda realidad, aquel chico sujetaba el rostro de la rubia mientras daba un beso apasionado en los labios de esta. JungKook pudo sentir como su corazón dejó de latir y este se desasía en pedazos.

Al separarse del beso, un impulso hizo que Lalisa mirara hacia al lado, encontrándose al castaño, deshecho por lo que había presenciado, esta se alejó del pelinegro y corrió hasta el castaño que rápidamente retrocedía.

—Manoban— las lagrimas descendían de manera descontrolada, haciendo que los ojos del chico se tornen rojos, su pecho dolía, aquel sentimiento que había nacido entre ellos le dolía demasiado, la imagen de Lalisa y el chico se reproducía una y otra vez, se sentía una mierda.

—JungKook...— unos brazos abrazaron a la chica por la cintura, esta se estremeció y forcejeaba para que la soltara.— No es lo que parece.—
la rubia intentaba quitar el agarre del chico pero le era imposible, el era mucho más fuerte que ella.

—No, no debes explicarme..—con frustración quito las lágrimas que recorrían su rostro y se acercó de manera amenazadora hasta ellos quito de golpe el agarre de él chico sobre Lalisa y miro a este, tenía unas terribles ganas de matarlo en ese instante, de romperle su cara y quitar la cínica sonrisa que estaba adherida a su rostro.

—Buen tiempo que no te veía, Jeon— respondió el chico y JungKook rápidamente realizó una mueca de enojo y amargura, tal vez hubiera sido mejor que se hubiera quedado en Japón.

—Si, no ha sido muy grato volverte a ver, Sehun.— el castaño volteó a ver a la rubia quien se mantenía en medio de ambos chicos. La rubia sujeto con firmeza las manos del castaño llamando su atención.

—¿Podemos hablar, Kook? — los ojos de la rubia picaban, tenía miedo, no quería que Jeon pensara mal, no quería que creyera que Sehun y ella tenían algo.

—No tengo que hablar nada contigo, Manoban.— su voz sonaba cortante, fría y su rostro se encontraba tenso.— Pero con él.. —señaló a Sehun para luego mirarlo.— debo dejarle algo en claro— el señalado miro fijamente a el castaño como si tratara de intimidarlo, pero no lo logró. — Sehun, creo que debes saberlo, no queremos que confundas las cosas. — Sehun se cruzó de brazos mirando a ambos, mientras que la rubia fijaba la mirada en el castaño. — Lalisa y yo, estamos saliendo — al escuchar eso, ambos presentes abrieron sus ojos lo más que pudieron, la rubia se encontraba perpleja ante la respuesta de Jeon. — y tengo muy en claro, que ella y tú habían terminado, así que, lamento decirte que tu oportunidad de estar nuevamente con ella estará muy lejos para alcanzar.

JungKook tomó de la mano a Lalisa para llevarla muy lejos de Sehun, pero este los detuvo al pronunciar tres simples palabras.

—Aún seguimos juntos— la rubia miro a Sehun pidiendo que por favor cerrara su boca— ¿No le contaste? —la mirada de Jeon se posó en la rubia quien miraba a Sehun de manera extraña.— Vaya, si que me sorprendes Lalisa, jugar con los sentimientos de alguien más sabiendo que estabas conmigo.— Sehun se acercó a la rubia para dejar un casto beso en la comisura de sus labios y dirigir la mirada hacia JungKook.— y en todo caso, ¿siéndome infiel? —Lalisa mantenía su mirada fija en Sehun quien reía entre dientes— Que bajo haz caído, Manoban.

Una castaña presenciaba la escena, su pecho subía y bajaba ante haber corrido toda la escuela, en busca de su añorada amiga. Sus ojos perplejos al ver a su hermano sostener la mano de Lalisa mientras esta miraba fijamente a Sehun.

—Solo fuiste un juego, ella solo te buscó porque necesitaba a alguien que le diera el cariño que yo le daba— las palabras Sehun, eran como espadas clavándose en su pecho, poco a poco quebrando su corazón.— ¿Porque no se lo dices tú, Manoban? — la rubia mordía su labio inferior nerviosa, sentía como la mano de Jeon perdía su calidez tornándose su tacto, frío como hielo.

Las palabras no lograban salir, un nudo en la garganta le impedía que sus palabras salieran a flote, pero ¿de que valía hablar?

Mostrarse fuerte e independiente no le ayudaría a resolver el error que cometió, lo admitió. El haber dejado que su corazón dejara a Sehun para abrir un nuevo amor hacia JungKook, le cerró dos puertas. La primera que Sehun volviera a su vida, y continuarán su antigua relación como habían acordado el día en que él se fue, y la segunda, dejó que aquel chico frío, odioso y celoso entrara a su vida, mostrando la calidez, lo amoroso y cuidadoso que era.

JungKook fingió ser aquella persona, tan fría y cruel, solo para que no lastimaran sus sentimientos, y aquella que llamó "plástica, falsa y Barbie" le rompió su corazón. En su interior había una voz que le reclamaba el porque había permitido que ella, se adueñara de su corazón y de sus pensamientos. El odio que sentía por ella se había esfumado, ya no podía odiarla, pero el sufrimiento que estaba causando en el hizo que aquel amor que sentía fuera disfrazado por el odio y el rencor.

Jeon soltó su mano, dejándola sola. Ya no existía Sehun, ya no existía JungKook, solo estaba ella con la culpa en sus hombros, de haber jugado con dos personas. Al final, ella resultó ser la falsa de la historia, mostrándose que ella no era una "Barbie", ella era quien jugaba con aquellas muñecas todo este tiempo.



No todo es color de rosa...

𝐁𝐚𝐫𝐛𝐢𝐞; Lizkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora