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Como era de esperarse, muchos quedaron impresionados por el cambio de estilo y de humor de Lalisa. Parecería como si aquella chica dulce y amable se la había tragado la tierra, y para Lalisa así lo era.

La pelinegra evitó sentarse junto a Jisoo, o con Rosé e incluso con Jennie. No quería que hicieran preguntas, y tampoco quería dar explicaciones. Para el castaño fue raro, no sentir la presencia de Lalisa a sus espaldas, y verla muy lejos de sus amigas aún más. No pensó que todo lo que había sucedido entre los dos, la haya afectado tanto.

—Buenos días, alumnos.— saludó el profesor de historia, dando un vistazo al aula, notando el espacio vacío a las espaldas del castaño. — ¿La señorita Manoban no ha venido? —en todo el aula se escucho una risa lo que hizo que todos voltearan hacia el donde provino el sonido.

Una mano alzada se vio, mientras la pelinegra miraba indiferente al profesor mostrando una sonrisa más que falsa.

—Aquí estoy, profesor.— este asintió e ignoro el hecho de que esta se encontraba fuera de su respectivo asiento. Todos aún no despegaban la mirada de Lalisa a lo que esta respondió con una mueca de desagrado y unas palabras.— ¿Que me ven? Métanse en sus asuntos... — esta se acomodó en su asiento mirando al profesor a lo que todos imitaron.

JungKook era el único quien aún no quitaba la mirada sobre ella, y esta ignoró por completo su mirada, restándole importancia si la miraba o no, así como el hizo con sus sentimientos. Como si hubiera pasado un minuto el timbre sonó, alertando a JungKook quien dirigió su mirada al móvil, dándose cuenta que había acabado el primer periodo de clases y como también había pasado todo la clase mirando a la pelinegra.

—Jeon JungKook, olvídala.— se dio un golpe en su frente para tomar sus cosas y salir del aula a toda prisa en dirección a su próxima clase.

(...)

El tiempo transcurrió rápido, como las noticias del día, y Lalisa era la estrella principal de aquella noticia. Sehun se había encargado de regar la voz de que Lalisa le había sido infiel, algo que alertó a JungKook, no quería que nadie se enterará de lo que había sucedido entre Lalisa y él.

La cafetería era un desastre, muchas personas hablando al mismo tiempo y de exactamente lo mismo.

—¡Agh! —bufó Jimin tapándose sus oídos ante todo el escándalo que había en la cafetería. —¿Todo esto porque Lalisa le fue infiel a Sehun? —a lo que Jennie asintió, alzando sus hombros.

—La verdad no entiendo...— argumento Yoongi llamando la atención a todos los que se encontraban en la mesa.— ¿No que Lisa y Sehun habían terminado? —esto fue respondido nuevamente por Jennie quien negó rápidamente.

—La verdad nunca terminaron, solo se habían distanciado. — Yoongi hizo una mueca de no entender nada, y la castaña rodó sus ojos.

—¿Y nadie se ha preguntado con quien Lisa engaño a Sehun? —Jin decidió hablar y ha esto JungKook reaccionó para todos de manera extraña. Sus ojos eran más grandes de lo normal mientras mordía su labio y ocultaba sus manos temblorosas. — ¿Estás bien, JungKook? — el castaño asintió relajándose un poco, no debía y no podía levantar sospechas acerca de él.

Las puertas de la cafetería fueron abiertas revelando a de quien todos hablaban en esos instantes. La presencia de está llamó la atención de todos incluidos Oh Sehun y Jeon JungKook. Esta camino de manera lenta y firme hasta la mesa en la cual se encontraba Sehun junto a sus amigos y una chica, quien sabía perfectamente quien era

—¿Podemos hablar en privado? — habló Lisa quien se sentía incómoda por el silencio a todos aquellas miradas sobre ella.

—¿De que debemos hablar, ah? —respondió indiferente ignorando la presencia de esta, haciendo que la pelinegra se enojará.— Creo que no debemos hablar de nada, además lo que tengas que decirme, lo puedes decir aquí. — la actitud que mantenía el pelinegro, la había hecho enojar bastante más de lo que ya estaba.

—Bien, si asi lo quieres...— la pelinegra se hizo la de la vista larga, ignorando todas aquellas miradas a su alrededor mirando con odio a Sehun.— Sabes, eres un idiota, que no supo aceptar que le fui infiel, y tuvo que contárselo a todos, ¿dime para que? —cuestionó en voz alta.—

—Para que todos se enterarán de que clase de chica eres. —respondió el pelinegro.— que jugaste con dos personas a la vez sin importarte nada, ni nuestros sentimientos y ni como nos sentiríamos.— Lalisa rio irónica, para ladear su cabeza y cruzarse de manos.

—Claro, yo fui quien los lastimo a los dos, si. Pero si no más lo recuerdo tú me fuiste infiel, y no una, sino dos...— la cafetería volvió a llenarse de susurros nuevamente ante la declaración de Lalisa.— Y yo, me quedé callada, sabiendo lo que habías hecho. Eres tan poco hombre, Oh Sehun. —miro de pies a cabeza al pelinegro haciendo una mueca de asco.— Y todo esto no lo hice por venganza, no, pero no debo darte explicaciones cuando tú a mi nunca me las distes.

Lalisa dirigió la mirada a la mesa, encontrándose con el rostro de su querida amiga Sorn, portando la chaqueta de Sehun a lo que esta reacciono sólo sonriendo.

—Me encanta tu falda, ¿donde la compraste? — una sonrisa falsa y cínica apareció entre los labios de Lalisa mientras Sorn sonreía levemente.

—Solía ser de mi madre, así que...— Sorn  miro su falda mientras Lalisa solo tenía la mente en blanco, volvería a ser aquella chica que era amada y odiada por los chicos y chicas, simplemente optó por sonreír falsamente.

—Oh, vintage, tan adorable...—Sorn agradecía el halago mientras Lalisa dirigía la mirada la mesa donde se encontraban Jeon JungKook, quien no disimulaba un poco lo impresionado que estaba de la pelinegra. Sonrío ladina, y negó para quitar la mirada sobre Jeon para caminar en dirección a la salida de la cafetería pero no sin antes haber cobrado venganza de Oh Sehun. — Casi lo olvidaba. —tomó el jugo de uva que tenía el compañero justo al frente de Sehun y derramarlo sobre este, mojándolo de pies a cabeza. — Ups, lo siento... —beso su mejilla de forma descarada y dejarle una pequeña nota a Sorn. — No pierdas tu tiempo con él, no querrás ser una de las aventuras de Oh Sehun, créeme.— sonrío por última vez y salió de la cafetería dejando a más de uno boquiabierto.

𝐁𝐚𝐫𝐛𝐢𝐞; Lizkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora