4

1.7K 147 86
                                    

El pequeño romance daba resultado, nadie sospechaba y Shadow solía seguir tratando a Sonic como siempre, ¿Cómo podría entonces sospechar de su propio novio?



–Nunca fue de mi agrado ¿Por qué habría de quererla? –Cuestionó.

–Shadow... –Suspiró el azulado– Es parte de tu familia, si yo fuera el adoptado ¿Me tratarías de ese modo?

–Hmp... –Sonrió– Créeme, a ti te hubiera cogido desde el primer día.



Sonic iba a decir algo, pero Shadow lo besó con algo de desenfreno, le desabrochó el pantalón a su novio y sacó su miembro para masturbarlo. Sonic soltaba gemidos, Shadow le besó el cuello sin dejar de masturbar el miembro de su novio.



–Alto... –Detuvo la mano del moreno– Esta vez yo quiero hacerlo... –Se puso de rodillas, desabrochó el pantalón del moreno y sacó el enorme miembro metiéndolo a su boca.

–Mierda... Sonic... –Gimió sosteniéndole la cabeza y profundizando más en su boca, el azulado era experto con su lengua que hacia gozar al moreno.



Pero, antes de que este pudiera correrse, lo empujó sacando su miembro de la boca de Sonic y lo cargó sentándolo en la mesa y lo penetró con algo de fuerza. Sonic se sostenía como podía mientras que Shadow daba sus embestidas rápidas y fuertes haciéndolo gemir casi gritando.

Todo en la mansión resultaba perfecto para guardar un secreto, pero no del todo.

Más tarde en la noche, María había ido a buscar a Sally a su habitación, pero no la encontró y preguntó a cada empleado de ahí, ninguno la había visto. Incluso le había preguntado a Sonic, quien tampoco tenía conocimiento de donde se encontraba la ardilla.

María caminó por uno de los pasillos y escuchó algo en particular, frunció el ceño y se acercó a una puerta en la que se escuchaban gemidos de una mujer y...



–¿Shadow? –Susurró en voz baja muy dudosa. Abrió la puerta y vio a su amiga sobre el moreno mientras ambos gemían– No puede ser... –Habló desviando su mirada, la ardilla se detuvo en seco cubriéndose.

–Madre, debiste haber tocado. –Habló con gran tranquilidad mirándola.



Shadow se tuvo que levantar poniéndose su bata de dormir y salir de la habitación alejándose junto con su madre.



–¿Cómo puedes hacer esto, Shadow? –Lo miró molesta– ¿Cómo le puedes hacer esto a Sonic?

–Él no sabe. –Mencionó serio.

–¿Cómo pudiste hacer que Sally se metiera en un gran problema?

–Madre..., –sonrió con cinismo– todas las mujeres que he conocido actúan de esta manera.

–Deja de actuar como un idiota. –Lo señaló.

–Como dije, mi casa. Mis reglas. –La miraba de forma intimidante– Mencionas algo de esto y me conocerás por fin, madre.



Shadow no dijo más y se fue de ahí dejando a su madre angustiada y preocupada. Algo dentro de Shadow estaba por brotar en algún momento, algo que dentro de él ha vivido por mucho tiempo.

En unos minutos más, Sonic caminaba por la mansión y al ver a María no dudo en acercarse a ella.



–Señora... –Sonrió el azulado– ¿Ha visto a Shadow? Ya es algo tarde.

–Oh emm... –No sabía si debía decirle– Lo vi en su oficina, estaba en algunos asuntos, pero me dijo que ya en unos momentos subirá contigo. –Sonrió con falsedad odiándose a sí misma.

–Perfecto, gracias. –Sonrió y caminó de regreso a su habitación.



María suspiró y camino nuevamente, pero escuchó unas voces que provenían de afuera, miró por una de las ventanas y negó muy decepcionada. Shadow iba abrazando de lado a la ardilla, quienes iban vestidos un poco elegantes, ambos subieron al lujoso auto de Shadow y se fueron de la mansión.

Pero había un secreto aún más profundo que María y ni Sonic sabían, no era la primera vez que Shadow lo engañaba. En sus horas libres en el trabajo llamaba a alguna prostituta de clase para complacerlo e incluso en su mansión solían ir si el moreno las solicitaba.


En la madrugada, ambos amantes llegaron muy felices, María estaba cerca de las escaleras mirándolos con gran enojo.



–¿Te parece si la siguiente noche volvemos a salir a cenar? –Preguntó el moreno un poco coqueto acariciando el brazo de la ardilla.

–Me parece una grandiosa idea. –Sonrió y ambos se dieron un pequeño beso.

–Buenas noches. –Le guiño y camino yéndose a su habitación.

–Descansa. –Sonrió e iba a irse también, pero su mirada cambió al ver a la eriza rubia bajar por las escaleras con los brazos cruzados– María... ¿Qué haces despierta a esta hora? –Sonrió nerviosa.

–¿En serio te atreves a preguntar eso? –No dejaba de mirarla molesta, la ardilla no decía nada– ¿Cómo te atreves? Te traje aquí como una invitada especial, eres mi amiga ¿Y haces esto, Sally? Te metes en la vida amorosa de mi hijo, –su voz sonaba muy enojada– teniendo en cuenta de que Sonic te estima.

–María... –Se sentía nerviosa que ni siquiera podía mirarla a los ojos.

–Vas a manejar esta situación con madurez. –Se acercó a ella– Terminarás tu romance con Shadow dejando que viva feliz con Sonic, ¿Quedó claro?



Sally solo asintió nerviosa y se fue de ahí, era la primera vez que veía a su amiga de esa manera y le resultaba algo inquietante. 

Lust ~ ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora