33. Confesión

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El olor a nicotina hizo que me fuese despertando de a poco, mis ojos se abrieron y estaban pegados e hinchados por tanto llorar el día anterior, sentí el repentino calor del verano, mi frente y todo mi cuerpo sudaba, mi cabellos estaba pegado a mis brazos al igual que en mi rostro, necesitaba una ducha rápidamente, cuando logre abrir mis ojos por completo fije mi mirada en la gran ventana que daba al balcón que tenía mi hermano en su habitación

El estaba de pie justo ahí, y exhalando humo por sus labios, cuando sintió mi mirada se giro rápidamente y se disculpó , apago el cigarrillo en el cenicero que tenía justo al lado de su nochero y se sentó junto a mi en la cama

- Es hora.... - dijo con decisión, yo aún me encontraba atolondrada por el sueño, y apenas logré asentir con mi cabeza confundida con lo que se refería

El se movió con inquietud en su puesto, no traía camisa puesta, únicamente un baggy que se sostenía en sus caderas dejando ver un poco de su ropa interior, observó el nochero y seguro de lo que hacía abrió la primera gaveta, me acomode un poco en mi lugar colocando me frente a él de piernas cruzadas.

Mis ojos se abrieron casi en su totalidad, lo que él colocaba ante mí era para dejar palidecer a cualquiera

-¿Qué.. Por qué tienes esto? - dije señalando el revolver - ¿eso... Eso es polvo de ángel?

Junto al arma había una pequeña bolsa, como la que había encontrado en la cueva pero mucho más pequeña y en menos cantidad

-¿ como sabes de esto? - pregunto en un tono bastante áspero, creo que sentí un poco de temor al escucharlo y eso me hizo dudar de mi respuesta

-yo.. Eres tu quien me debe explicaciones ¿que es esto? - dije con firmeza, pero me sentía realmente cagada por dentro

- después hablaremos eso- dijo sabiendo que esa conversación quedaría pendiente - es hora de que sepas la verdad detrás de toda esta mierda - soltó pasándose sus manos por el rostro

- te escucho - dije cruzándome de brazo y mirando de reojo el arma mortal ante mi

- no se por donde empezar--dijo pasándose la mano por la barbilla donde ya había pelo creciente, jamás lo había visto con tanto vello en su rostro

- por el principio Jean, recuerda You can count on me 'cause I can count on you...(Puedes contar conmigo porque puedo contar contigo... )- recite la última parte de nuestra canción y el asintió con pesades

-bien.. Hace cinco años antes de entrar a la universidad, recuerdas que estuve otro par de años sin estudiar--asentí - había estado peleando en algunas peleas clandestinas, para ganar dinero extra, ya sabes, un día, llegué muy golpeado a casa, era de madrugada y todos dormían, tenía veinte años era un chico con delirios de grandeza y superioridad, y no creía que las cosas tuviesen una consecuencia, ese día,Greg me encontró en la cocina, intentando curar los daños pero entonces comenzó a insultarme y decirme que iba por mal camino, que me matarían en cualquier momento, me enojé mucho con él, y esa noche fui a casa de Mark a dormir, estuve viviendo en su sótano por una semana hasta que las heridas comenzaron a sanar y me sintiera lo suficientemente bien para continuar con mi vida, volví a casa en la noche cuando mamá no estuviera despierta para formar algún escándalo por desaparecer por tanto tiempo, pero no fue así, entre por el jardín trasero y cuando pensé en entrar a la casa Greg estaba ahí, y mamá en una esquina muy preocupada, pero era sostenida por un gran hombre

-¿como los de la fiesta? - pregunté desconcertada con lo que me decía

- si, era uno de ellos, y otro de los hombres, su jefe, estaba junto a Greg...

-Sabía que volverías pronto - dijo Greg viéndome con los brazos cruzados, se le veía enojado, entonces trague saliva con dificultad

- ¿Qué está pasando aquí? - pregunté confundido y mire a mamá que intentó tranquilizarme con la mirada y pronunció un " estoy bien"

Ellos Y Yo [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora