Zenda
La ropa que me habían robado estaba sobre uno de los modernos sillones, mire a Alec quien se veía confundido, seguía enojada con él y odiaba el hecho de que tuviese que pedirle ayuda y el tuviera que socorrerme
La chica bajo las escaleras, Melania ya traía un poco más de ropa puesta lo que me hacía sentir un poco menos intimidada, junto a ella venían tres cabezas rubias casi de un metro veinte o más
- chicos ellos son mis primos pequeños Argus, Amador y Anton - ella señaló a cada uno de ellos y vi como Alec frunció sus cejas - ¿Qué pasa Alessander?
- ellos... Ellos robaron su ropa- me señaló
-¿de que hablas? - pregunto ella confundida
- si, fueron ellos,mira- esta vez señaló con paranoia la ropa
Melania giro su rostro y al ver la ropa en el sillón se giro acusatoriamente hacia sus pequeños primos
-¿chicos que les ha dicho su madre? - ella coloco sus manos en su cintura y frunció sus cejas
-los sentimos Mel, solo fue un pequeña broma--se defendió Antón
- pero me dijiste que... - hablo otro de ellos pero fue codeado por Antón
- cállate Argus - lo amenazó con la mirada el chico pareció intimidarse
-¿Amador? ¿Tienes algo que decirme? - el chico se veía incomodo, removió un poco sus anteojos y miro a Argus y Antón
- Antón me obligó, te lo juro Melania, yo no tengo nada que ver en esto, el dijo que pronto encontraríamos a la chica desnuda por la playa y que después lo devolveríamos - explico el que parecía ser el menos inquieto de los tres
Los chicos estaban al rededor de los doce o trece años, ese tipo de bromas solo podían hacerlo chicos llegando a la pubertad que comenzaban a interesarse en el sexo opuesto, y comenzaban a descubrir todo lo que traían, entendía que su broma solo había sido para ver a una chica sin ropa, cualquier chico de su edad hubiera aprovechado esa oportunidad
- Antón, tendré que ponerle las quejas al tío Ramón- comento Melania notablemente furiosa y el pareció asustarse bastante
- no te preocupes Melania solo fue una broma.. Una broma inocente--intente defenderlos
-¿inocente? - preguntó Alec- esos niños ya saben que es mast... - coloque mis manos en la boca de Alec intentando ocultar lo que iba a decir
Estaba más que claro que esos niños ya se sentían unos hombres, y probablemente les gustaba observar a las chicas, ya se estaban descubriendo
-¿esta segura que no hay ningún problema? - pregunto Melania intimidado a los chicos con la mirada
- si, no hay problema--asentí con una sonrisa tímida
La chica rubia asintió y luego le dio un tope con sus dedos en la cabeza a Antón y a Argus haciendo que ellos se quejaran de dolor
- ahora discúlpense con Zenda- acusó ella dirigiéndose a los tres chicos
- Pero Mel yo.. - hablo Argus
-A.. Ho.. Ra.. - artículo abriendo un poco más sus ojos
Los tres chicos bastante parecidos me miraron y me analizaron un poco, probablemente se habían fijado en que aún traía la ropa mojada y adherida al cuerpo, además de que no traía un sostén, Antón parecía ser el líder algo cínico y elogatra tal vez un poco más alto que los otros dos chicos, su cabello estaba crecido hasta sus orejas y los ojos eran de un azul penetrante, Argus parecía ser quien seguía a Antón a todos sus pasos, también era alto pero un poco más robusto que sus otros dos hermanos, su cabello iba más corto a los costados pero largo en la parte superior y sus ojos pintaban un verde oliva y por último Amador era un chico un poco más delgado, tal vez el más tímido o centrando, traía anteojos que eran como una vitrina a unos hermosos ojos color miel, sus mejillas eran rosadas y su cabello estaba completamente alborotado y rizado en sus puntas
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Ellos Y Yo [#1]
Roman d'amourZenda Miller, la perfecta chica de papa, criada en los lujos de Los Ángeles, es la menor de una numerosa familia, vivió toda su vida por debajo de sus hermanos mayores quienes desbordaban apariencia y sobretodo renombre. Aunque nunca le faltó nada...