32. Nuestra Canción

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Las horas pasaron y Alessander no aparecía en la pequeña casa, podía escuchar el sonido de las lechuzas y de las olas llegando a la orilla

Me sentía impaciente, sola y desesperada por ir a casa, encontré las cosas que habia usado la noche anterior en la lavandería y decidí guardarlas en una bolsa

Si Alec no aparecía tomaría rumbo yo misma, no sabía donde estaba pero si sabía a donde iba, deje una nota en la mesa del comedor para Alec

Me fui a casa, por favor devuélve el vestido a Melania

-Zen

Me asegure de tener el dinero conmigo, cargue las pocas cosas que tenia en la bolsa y me dispuse a abrir la puerta principal, justo afuera podía ver a lo lejos las luces de los autos en la carretera, estaba un poco retirada, pero comencé a caminar hasta que por fin pude llegar a ella, eran al rededor de las siete u ocho de la noche, había uno que otro auto pasando por ahí

Levantaba mi brazo cada que pasaba un auto para que se detuviera pero ninguno hacía caso omiso, paso una una camioneta gris, creí haberla visto en algún lado entonces se detuvo y el conductor de esta bajo el vidrio

- esto es una maldita broma - bufé al ver quien era

-¿por qué te haz detenido? - la chica en el asiento del copiloto parecía haberse tragado un silbato de lo molesta y chillona que era su voz

Él la miro e hizo un gesto que significaba que no le intentaría explicar

- sube- ordenó

-no gracias, esperare a que pase algún otro desconocido en un auto y se detenga--dije mirando hacia atrás de la camioneta esperando que otra persona pasara pero parecía estar sola la carretera

-¿ quien es ella? - preguntó nuevamente la chica confundida mientras se miraba las puntas de su cabello castaño

- Zenda, solo te daré un aventon hasta un lugar menos peligroso - habló nuevamente ignorando por completo a la chica

- ¿Y después que Thomas? Sabes, he tenido suficiente hoy para discutir contigo en este momento - argumente

Me crucé de brazos y decidí girar mi rostro a otro lugar con orgullo

- no te dejaré tirada en la mitad de la carretera, tampoco quiero discutir contigo, solo sube, o te haré subir - rogó

- ¿eso fue una amenaza? - pregunté

- fue más que todo una advertencia - se encogió de hombros con diversión

- ni lo pienses, no voy a subir - insistí

-¿ ah sí? - pregunto con incredulidad

Yo me limite a asentir con mi cabeza, entonces escuche como se desabrochó el cinturón de seguridad y posteriormente abrió la puerta del conductor y bajo de la camioneta, vi como caminaba hacia mi con decisión

Cuando estuvo por completo frente a mi la chica subió el vidrio con fastidio, y él me miro directamente a los ojos

- sube al auto Zenda- ordenó

Su voz ahora era más demandante que antes, y con sólo escucharlo decir eso me hizo temblar de escalofríos, mi mirada seguía clavada en la de él, ojos tan oscuros como la noche y  la brisa hacia que aquel olor embriagante y natural de él entrará por mi zona olfativa, mis manos habían comenzado a sudar porque tenía que ponerme tan nerviosa

Es solo tu ex

-enserio Thomas no quiero problemas solo...

- entonces sube- ¿enserio se preocupaba  por mi?

Ellos Y Yo [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora