47. Reclutada

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Lena se había dedicado a contarme como había sido su semana con las bebes, me decía que era un completo milagro que estuvieras dormidas ene se momento porque no les gustaba pegar en ojo durante la noche, sin embargo hoy había sido un buen día para ella a pesar de estar sola con las bebes toda la tarde porque su nana tuvo que irse temprano

Yo por otro lado me había dedicado a escucharla, tenía tanto tiempo sin pasar un rato con mi hermana que ya me hacia mucha falta

- La madre de Marco vino hace unos días, y dejame decirte, nunca había conocido a una persona tan quisquillosa en mi vida, creo que no le agrade- se encogió de hombros

-¿ Qué te hace pensar que no le agradas? - pregunté

- bueno ella... - un par de golpeteos en la puerta interrumpieron a Lena

- Espero no sea Jean- expresé con cansancio

- lo dudo - dijo ella con el entrecejo fruncido y se levantó para abrir la puerta

Caminó con elegancia y miró por el picaporte, vi como su cuerpo se tenso automáticamente

- Eh.. Zenda creo que escuche llorar a las bebes, ¿podrías ir por favor mientras atiendo? - su voz sonaba nerviosa, lo cual me provocó curiosidad al instante

Intenté no reprocharle, así que asentí con mi cabeza y me dirigí a la habitación de mis sobrinas, en el proceso escuche como ella abrió la puerta y luego unas pizadas cautelozas recorrieron la sala

Entre a la habitación y definitivamente las bebés seguían dormidas, así que me asomé por la puerta dejándola un poco abierta intentando ver quien había llegado

Un hombre más bajo que Lena estaba frente a ella, llevaba un traje de sastre que desde donde me encontraba se veía muy fino, no podía ver su rostro porque estaba de espaldas, pero su cabello negro estaba muy engominado hacia atrás, también tenía sus manos en su espalda, tenía anillos en su dedos hasta en los pulgares, y entre su dedo corazón e índice traía un cigarro muy gordo encendido

Pude ver mucho más allá a dos hombres más muy grandes y robustos, me hacían recordár a los guardaespaldas de Rosa Garcia

El hombre chaparro le estaba hablando a Lena con mucha seriedad lo cual me llamó la atención

- he hablado con mis contactos, y necesito saber qué carajo hiciste- le acusó

- no lo entiendo, ¿de qué contactos hablas? - respondió Lena intentando parecer ruda, pero se veía bastante nerviosa

- No te hagas la loca Miller, la encomienda llegó en perfectas condiciones, y ella me habló muy bien de ti, pero hay algo que no alcanzo a comprender ¿quiero saber que le dijiste? - se acercó mucho más a mi hermana señalandola con su tabaco

- enserio, no se de que me estas hablando - ella retrocedió un paso

- ¿acaso tengo que refrescarte la memoria? - él acercó su mano peluda al rostro de Lena y acarició su mandíbula, mientras ella lo miraba con asco - ¿Acaso lo único que heredaste de tu madre fue su belleza?

- Aléjate de mi Hutson ¿qué es lo que quieres? ¿A qué viniste realmente? - escupió Lena con sus dientes apretados

- Solo quiero saber por qué R.G quedó tan feliz con el encargo, me dijo que Lena Miller tenía un gran potencial ¿Qué hiciste? Dimelo- él se alejo un poco ella, y vi como se sintió más tranquila

Ahora estaba entendiendo el asunto, este era el maldito Hannibal, el hombre que le causaba tantos dolores de cabeza a mi familia...

Pero había un problema, Lena no sabía absolutamente nada sobre R.G, y estaba apuntó de meterla en un problema por mi imprudencia

Ellos Y Yo [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora