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Natsu comía tranquilamente una manzana mientras veía TV sentado en su cama , su gatito "Happy" se encontraba acostado a su lado por lo que también se encontraba acariciándole. Veía una serie animada de niños pero que a él personalmente no le molestaba mirar.

-¿Como no se dan cuenta quienes son si es demasiado obvio? - preguntó mirando a su gatito con una ceja alzada como esperando que el animalito le contestará, lo que claramente no paso por lo volteo de nuevo su mirada al televisor.

Mordió su manzana una última vez para después poner lo que sobraba en el plato que tenía a su lado y sentarse en la orilla de su cama, estiro sus brazos para después acariciar de nuevo la cabeza de "Happy".

Pensó en como las cosas estaban funcionando bien con la rubia y sonrió,  esperaba que cuando entrarán a la U todo transcurriera con normalidad.

-¡Natsu Dragneel! - escuchó a su madre gritar su nombre irritada y sus pasos pesados, además de que sintió su presencia acercándose al igual que su dulzón olor.

- ¿Señora? - respondió ni siquiera alzando la voz y rodando los ojos, su madre enojada era incontrolable, no quería pelear con ella.

La puerta de su cuarto fue azotada por una omega de cabellos negros que le miró enfadada.

- Tu ropa huele a omega - habló su madre cruzada de brazos - ¿Ahora con quién andas jugando? - cruzó sus brazos- Pensé que Lissana iba a ser la última y oficial, sabes que no me gusta esos juegos, eres un Dragneel, no puedes andar de mujeriego- criticó la pelinegra sin quitar su ceño fruncido - ¡Y baja a ese gato de la cama! - exclamó por último asustando al minino haciendo que se bajará rápido de la cama y se escondiera debajo de esta. - Me entendió - río para después volver a ponerse sería.

La señora Dragneel sabía que su hijo al ser alfa y además de ser apuesto era muy atractivo y que normalmente las y los omegas caían por él (claramente no todos ). La última omega que había visto por tiempo razonable con el pelirosa había sido la peliblanca que aunque su hijo nunca se la presentará, parecía una buena chica, además de que era linda.

Natsu rodo los ojos nuevamente logrando que su progenitora se acercara a él y le volará un zape .

- ¿Que fue esa falta de respeto Natsu Dragneel? - regaño.

- Perdón mamá.

- Cuéntame, ¿Quién es? ¿Cómo es? ¿A que familia pertenece?- insistió la pelinegra aún con tono molesto.

Natsu miró por unos segundos a su madre antes de soltar un suspiro resignado, no tenía planeado contarle a su progenitora de a rubia, quería presentársela cuando fuera oficial y que ahí se diera cuenta que tenía pareja pero si le ignoraba; lo más seguro era que su madre estuviera siempre detrás de él insistiendole. Además, la culpa también era de Lucy al haberle abrazado todo un día cuando notó como unas omegas se sonrojaban viendolo.

Lucy posesiva era realmente tierna.

- Es mi predestinada mamá, la estoy cortejando - respondio sin emoción alguna alzando la mirada para ver su reacción- Ella es definitiva y no, todavía no te la voy a presentar, no insistas.

La cara de su madre paso de enojó por una sorprendida .

- ¿En serio? ¿Donde la conociste? - pregunto ahora la mujer con un tono más suave- ¿Sabes? El olor se me hace conocido - agregó frunciendo el entre cejo - Lavanda y vainilla ...- susurro tratando de acordarse de cual conocido podría ser tal olor, sentándose en otra orilla de la cama de Natsu .

- Es por qué es Lucy mamá, Lucy Heartfilia.

- ¿¡Eh!? ¿¡Lucy!? ¡Pero ella ha estado contigo desde la escuela! Si no me equivoco... - su madre se encontraba ahora realmente sorprendida, pego un brinco apenas escucho el nombre, recordado a la regordeta niña de cabellos rubios que sabía que vivía enamorada de su hijo. -¿Ella es tu predestinada? - la pelinegra volvió a sentarse esperando una respuesta.

Not Mine; NaLu [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora